Quienes aspiran a representar a Quintana Roo en el Congreso de la Unión, se niegan a debatir para garantizar el Derecho a la Información de la ciudadanía

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Necesariamente Incomoda

Graciela Machuca Martínez 

A 24 días de las elecciones del próximo 2 de junio los partidos políticos mayoritarios en el país y en Quintana Roo le están modificando, por medio de la fuerza y el autoritarismo, las reglas al árbitro electoral, a la autoridad, a la cual desde los poderes legislativos y ejecutivos de la federación y de los estados se le está minimizando, descalificando, cuando no acata ordenes que la dejarían como una simple empleada del poder como lo era en la década de los años setenta del siglo pasado, cuando imperaba el PRI Estado, tiempos que añoran los de la 4T.

Resulta que el vocal ejecutivo de la Junta Local del Instituto Nacional Electoral (INE) en Quintana Roo, Sergio Bernal Rojas, descartó de manera definitiva la realización de debates entre candidatos a senadurías y diputaciones federales en Quintana Roo. 

Su argumento es que 20 días, de aquí a que termine la campaña electoral, son insuficientes para desplegar la logística que se requiere, así como para tramitar los recursos económicos, materiales y humanos para preparar un debate entre estos candidatos, por lo que se descarta que el instituto los organice.

A quienes contienden a las diputaciones federales y a las senadurías, simplemente no les interesó los debates que por ley tienen la obligación de participar para que la ciudadanía conozca sus propuestas como una forma que la autoridad electoral y los partidos políticos le garanticen su Derecho a la Información.

El servidor público declaró que los distintos candidatos a diputados federales por los cuatro distritos electorales de Quintana Roo, así como entre los candidatos al Senado postulados por coaliciones y partidos nunca formalizaron alguna petición para que el organismo electoral nacional pueda llevar a cabo los debates.

El INE, el 19 de marzo emitió las invitaciones a todos los partidos políticos y sus postulados, y aunque en primera instancia algunos manifestaron su intención para debatir, finalmente no ratificaron la misma, por lo que la posibilidad se fue diluyendo con el paso de la campaña.

La soberbia y falta de interés porque la ciudadanía conozca con claridad sus verdaderos intereses para llegar a estos cargos de elección popular, las personas que aspiran a representar a Quintana Roo en el Congreso de la Unión, prefieren los halagos y el aplauso a un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas con el electorado.

Otro asunto que debe quedar documentado para este proceso electoral es que la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, este 8 de mayo le volvió a enmendar la tarea al Tribunal Electoral del Estado de Quintana Roo, toda vez que, “pasó por alto que las demandas se presentaron por personas pertenecientes al grupo vulnerable al que consideran lesiona el acto impugnado por incumplir la acción afirmativa en favor de la población con discapacidad. Por tanto, la parte promovente sí cuentan con interés legítimo para controvertir la postulación de las candidaturas en mención”.

En consecuencia, se ordenó al tribunal electoral quintanarroense que emita nuevas resoluciones en las que analice los planteamientos hechos y determine lo que en Derecho corresponda.

Esta resolución de la Sala Regional motivó que queden fuera como candidatos de la coalición integrada por el PRI y el PAN, José Luis “chanito” Toledo Medina, aspirante a la sindicatura de Solidaridad, quien argumento tener una discapacidad auditiva.

En Othón P. Blanco fue bajada de la planilla la exdiputada Yamina Rosado Ibarra, postulada en la primera regiduría, reservada para una persona con discapacidad; de la planilla del PAN y PRI en Cozumel fue cancelada la candidatura de Ana Gabriela Arana Martin, aspirante a la sindicatura; mientras que de la Coalición Parcial Sigamos Haciendo Historia por Quintana Roo, fue bajada Sonia Betancur Castro aspirante a la primera regiduría de la planilla que encabeza la morenista Yensunni Martínez Hernández.

Sonia Betancur Castro declaró a la autoridad electoral que su discapacidad es debilidad visual y para comprobarlo solo presentó un certificado de un médico de la Secretaría de Salud, evidencia que fue insuficiente para las y los magistrados de la Sala Xalapa.

Sí la Sala Xalapa hubiera utilizado los mismos criterios para analizar la afirmativa indígena que está usurpando Anahí González para aspirar al Senado de la República, el pueblo indígena de Quintana Roo estaría bien representado en la candidatura de MORENA. 

En fin, el proceso electoral 2024 para Quintana Roo seguirá dando de qué hablar.

Graciela Machuca

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