Semanario estos Dí­as.

Nicolas Duran

A PRINCIPIOS DE SEMANA, CON SIGILO Y APROVECHANDO

la euforia de la copa mundial de futbol, la Se- cretarí­a de Educación Pública entregó al Sindi- cato Nacional de Trabajadores de la Educación,

el ma␣oso Snte, 500 millones de pesos disque para que los maestros difundan las bondades de la disque refor- ma educativa de don Enrique Peí±a Nieto y para que, ya entrados en gastos, realicen actividades culturales entre sus agremiados.

A este millonario bono, que según el pillo de Juan de Dios de la Torre, lí­der del Snte, fue resultado de ”las negociaciones salariales del 2014 con el Gobier- no federal», se suma al otro espléndido regalo que la misma Secretarí­a hiciera a este gremio a ␣nales del aí±o pasado, que fue el de cubrir la deuda privada de los maestros con la banca comercial por un monto de cinco mil millones de pesos.

Así­ pues, la Secretarí­a capitaneada por Emilio Chuayffet, sin justi␣cación creí­ble alguna, en los úl- timos siete meses ha entregado a los capos del Snte la bagatela de cinco mil 500 millones de pesos, a los que habrán de sumarse pronto otros casi 400 millones, como apoyo ”a tecnologí­as educativas» y para ”fortale- cer las prestaciones de previsión social, fomento cultu- ral y el ahorro» del magisterio.

Estos millonarios regalos del gobierno del nuevo PRI a un sindicato hasta hace poco modelo de corrup- ción y al que se acusara de la pobreza educativa de México, habla no tan sólo de la doble cara del Gobier- no federal, sino que hasta resultan una bofetada a una sociedad que encara la desaceleración de la economí­a nacional, con sus demoledoras efectos, sino también los embates ␣scales de la Secretaria de Hacienda.

No vale la pena siquiera seí±alar que la manoseada reforma educativa no pasa de ser, por un lado, una peor pergeí±ada quimera, y por el otro un reajuste polí­tico en el que Elba Esther Gordillo no tení­a cabida. ¿El tal Juan de Dios de la Torre es un capo diferente? Como antaí±o, el disque nuevo PRI jugando al gatopardismo, es decir busca ”cambiar todo para que nada cambie» -como no dijo Giuseppe Lampedusa, que conste.

A la gran corrupción o␣cial, más rozagante que nunca y de la que las prebendas dadas al Snte son

muestra fehaciente, se suma la generada por los capita- nes del sector privado, los que casi siempre se cobijan a la sombra de la primera, aunque en sus discursos públi- cos se de golpes de pecho, paguen anuncios televisivos con ”la voz de las empresas» y vistan lucidores trajes de paladines de la justicia y la pureza.

En este contexto, destacan las recientes declara- ciones del pulcro Gerardo Gutiérrez Candiani, man- damás del también pulcro Consejo Coordinador Em- presarial, quien dijo que con base en datos del Inegi y del Informe sobre la calidad de la ciudadaní­a en México -publicado por el Instituto Nacional Electoral-, 25 de cada cien ciudadanos han incurrido o incurren en actos de corrupción en sus tratos con el Gobierno.

Según el dirigente empresarial, también ex presi- dente de la Coparmex, si cada acto de corrupción o␣cial signi␣cara el pago de 165 pesos en coimas a burócra- tas, en un universo de cien mil personas —el ejercicio lo realizó la asociación Transparencia Mexicana- la suma

12 30/06/14 I estosdí­as

Nicolás Durán de la Sierra

Inmenso estercoleroalcanzarí­a los cinco mil millones de pesos ”que se van sobre todo en el aparato de seguridad pública y en el renglón de licencias y servicios».

Para documentar nuestro optimismo, cual dijera el insigne Carlos Monsiváis, hay que consignar que el probo Gutiérrez Candiani es tildado en su natal Oaxa- ca, donde fuera candidato del Pan al Gobierno estatal, como ”el zar de la medicina patito«, pues se le acusa, junto con su familia, de adquirir fármacos ”similares», empacarlos como medicinas de patente y venderlos a la estatal Secretaria de Salud.

José ílvarez Candiani, su primo, es uno de los principales proveedores de medicamentos del fede- ral Sector Salud, en tanto que su cuí±ado, Salvador Monroy Rodrí­guez, es nada menos que director del Seguro Popular. ␣a única empresa que se le conoce al lí­der empresarial es una imprenta en Puebla, donde, se asegura, se fabrican las etiquetas de los medicamentos que luego se venden al Gobierno de Oaxaca.

En sí­ntesis, el paí­s se está convirtiendo en un es- tercolero y no hay visos siquiera de que la corrupción, pública o privada, vaya a menguar. Antes de que el an- tecedente magisterial quede muy lejano, va una aposti- lla: luego de la publicación la semana pasada del texto referente a la intrusión del narcotrá␣co en las escuelas secundarias de Playa del Carmen, trascendió que en Tu- lum el asunto es similar.

En la secundaria federal de la plaza, alumnos vinculados ya con el tráfico de drogas obligan a sus compaí±eros a consumir o vender marihuana y ”pie- dras» (pastillas artesanales elaboradas con rebabas de cocaí­na). Según la denuncia, a los estudiantes con ”posibilidades económicas» se les coloca en el pupitre, junto con la droga, el siguiente mensaje: ”Tienes que venderla o si quieres puedes consumirla, pero tiene que ser liquidada».

Como puede suponerse, las familias de los afec- tados están indignadas por lo que allí­ sucede y, como puede suponerse también, ni su indignación ni sus que- jas ante las autoridades educativas han dado resultado alguno. De la Policí­a municipal, ni hablar: no se acerca a la escuela. Como suele ocurrir, todos saben quiénes son los que meten la droga; todos, menos los responsables de la seguridad de los estudiantes.

Entre tanto, el Snte está feliz con sus 500 millones.

Y para seguir documentando el optimismo: en la comunidad maya de Petcacab, en el rural Municipio Fe- lipe Carrillo Puerto, veinticinco familias encaran un gran problema: no tienen dinero para pagar la medicina ne- cesaria para controlar la epilepsia que padecen sus hi- jos. ␣a comuna presidida por Gabriel Carballo Tadeo se ha desentendido de la suerte de los menores, pese a que en repetidas ocasiones se le ha pedido ayuda.

␣a periodista Graciela Machuca, de la revista lo- cal Mayas sin Fronteras, denuncia la apatí­a de Carballo Tadeo: suspendió la entrega de 200 pesos mensuales que se les daba a las familias para que viajaran desde sus aldeas a la cabecera municipal para recoger la me- dicina enviada por la Secretarí­a de Salud, la que ahora, por su parte, ya no manda los medicamentos, pues la alcaldí­a no ha realizado el trámite necesario.

”Es difí­cil sobrellevar a mi hijo enfermo y verlo con- vulsionar diario porque no tenemos para comprarle las medicinas», dice Tomasa, una de las madres afectadas. ”He bajado (ido) muchas veces para entrevistarme con la Presidenta del DIF en Carrillo Puerto pero ella nunca está. Son más de setecientos pesos al mes los que se gastan en medicamentos y casi no los tenemos, porque de la milpa no sale», abunda.

”Resulta increí­ble que la administración de Gabriel Carballo no tenga la sensibilidad para apoyar a este grupo de personas de las comunidades campesinas con una beca de 200 pesos y con la gestión de las medicinas, cuando pagan millonarias cantidades para ␣nanciar al equipo de béisbol ␣os Mayas o para las comilonas en alguna de las casas del presidente muni- cipal», escribe la periodista.

¡Ah que don Gabriel Carballo, tan seí±orito entre los mayas! El alcalde debe tener mala memoria, pues cuando fue diputado en la pasada ␣egislatura prohijó reformas a la ley de protección a la infancia estatal, pues según él ”la violencia es un problema que vive nuestra sociedad, el abandono y el maltrato infantil…» y un largo etcétera en el mismo tono. ␣uego se queja de que le digan maya renegado. de

Graciela Machuca

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