Yucatán: Maratónica audiencia: vinculan a proceso a psiquiatras por homicidio

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Francisco Puerto/Luis Fuente/SIPSE
Mí‰RIDA, Yuc.- El Juez de Control Luis Mugarte Guerrero decretó la vinculación a proceso contra los psiquiatras Enrique Lara González y Pablo Santos Garcí­a Gutiérrez, luego de maratónica audiencia que duró más de siete horas.

La diligencia, que empezó ayer a las 9 de la maí±ana y luego se suspendió para un receso de 7 horas, concluyó después de las 11 de la noche, ante una sala de juicios orales repleta y a la que numerosas personas no pudieron entrar.

El juez Luis Mugarte Guerrero dio más valor a los datos de prueba aportados por la Fiscalí­a General del Estado, pero ordenó a la dependencia realizar una investigación de la supuesta tortura argumentada por Pablo Santos, ya que de resultar cierto esto impactarí­a en la acusación hecha por la FGE.

”En este momento no hay indicios de que hubo tortura, pero en caso de que las autoridades incurrieron en esa grave irregularidad, esto impactarí­a en las pruebas aportadas por la FGE, ya que no se pueden obtener mediante esa actividad ilí­cita», expresó.

La audiencia, que duró más de siete horas e incluyó dos recesos, se llevó a cabo en la sala tres de oralidad en el Centro de Justicia Penal de Mérida, en la que los dos acusados rindieron declaraciones y se dijeron inocentes.

En la audiencia se encontraba el exprocurador Héctor Cabrera Rivero y la juez segundo penal, Rubí­ González Alpuche, que esperaron durante horas el veredicto de Mugarte Guerrero, pero muchos se retiraron antes de conocerse el fallo.

En un principio, Lara González cambió al defensor de oficio que empezó a asesorarlo; le mismo camino siguó el otro acusado, lo que propició que se retrasara la audiencia.

Destacó durante la diligencia el hecho que los fiscales presentaron una extensa carpeta de investigación, que incluí­a pruebas documentales de que el homicidio del psiquiatra Felipe de Jesús Triay Peniche se perpetró en el departamento número 202 F de la calle 25 con 22 de la Garcí­a Ginerés, que tení­a rentado el indiciado Garcí­a Gutiérrez.

Encuentran armas y supuestos indicios
En este lugar, luego de un cateo, se halló un cuchillo con rastros de sangre, con la nota de compra de un dí­a anterior a los hechos. Los investigadores también encontraron una sierra eléctrica, guantes quirúrgicos, cinta canela, cinta industrial y un frasco de Clonazepam.

Incluso, apareció en el sitio la credencial para votar con fotografí­a del presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán, Lara González.

Las pruebas de luminol en el sitio dieron positivo a sangre en el lugar, además que se hallaron restos orgánicos que intentaron desaparecer.

También se encontraron huellas dactilares del psiquiatra Pablo Santos en el interior del vehí­culo del ahora occiso, en especí­fico en una cinta canela donde se habí­a dejado el cuerpo desmembrado de Triay Peniche dividido en dos cajas de cartón.

Cuando declaró Enrique Lara expuso que era una verdadera tragedia lo que le habí­a ocurrido a su colega, al cual conocí­a, y dijo que nunca le ha hecho daí±o a nadie.

”Es injusto que me estén culpando por la declaración del doctor Pablo Garcí­a, al que a todas luces se ve que fue torturado para sacarle su confesión».

Declaración ministerial
Al respecto, en una supuesta declaración rendida por Garcí­a Gutiérrez, ante el Ministerio Público, asistido por un abogado público, dijo que Enrique Lara le dio 60 mil pesos en efectivo, de un total de 150 mil, para cometer el crimen.

Ante esta declaración incriminatoria, ya asistido por un hermano menor y su padre, dijo que fue torturado por elementos de la Secretarí­a de Seguridad Pública y después la Fiscalí­a General del Estado se prestó a ”armar un expediente» en su contra.

Dijo que denunció estos actos ante la Procuradurí­a General de la República.

Por su parte, Lara González seí±aló que también fue detenido el sábado por elementos de la SSP con falsos argumentos, y que lo despojaron de su credencial del IFE, que apareció ”sembrada» en el lugar del crimen.

Se decí­a que Lara González iba a ser liberado
Al principio de la diligencia se comentaba fuertemente que el presidente del Colegio de Psiquiatras de Yucatán iba a salir libre, cosa que finalmente no se dio.

Como medida cautelar oficiosa, se dictó prisión preventiva por seis meses contra ambos psiquiatras.

El juez explicó que la FGE, hasta este momento procesal, acreditó el lugar donde se cometió el asesinato es un departamento rentado por Pablo Santos, inmueble en el que se hallaron un cuchillo, una sierra eléctrica, un pico, cinta canela y cinta gris industrial, guantes de latex usados, un equipo de aire acondicionado y una impresora.

Estos indicios, continuó el juez en su explicación, fortalecieron los hallados en el automóvil Rouge placas YZU-9858, pues las dos cajas en las que estaban los restos del doctor Triay corresponden a la impresora y al aire acondicionado del departamento de Pablo Santos, que es el 202-F de la calle 25 por 33 y 34 de la colonia Garcí­a Ginerés.

Puros cubanos, entre las evidencias
Las cajas estaban selladas con cinta canela e industrial correspondientes a los carretes hallados en el lugar de los hechos, pero también se encontró un pedazo de un puro Cohiba y guantes usados de latex.

La FGE también halló puros de esa misma marca en el departamento de la colonia Garcí­a Ginerés.

Mugarte Guerrero mencionó que un indicio importante fue que una de las cintas que sellaban una de las cajas, donde estaban los restos del cadáver, se encontró una huella digital que al ser pasada por el sistema AFIS —base de datos- se encontró que era coincidente con las de Pablo Santos que llevó a los agentes ministeriales al hallazgo del departamento en cuestión y al interrogar a los propietarios, éstos confirmaron que se lo rentaban a esa persona.

Sobre la coautorí­a del crimen, el juez Mugarte Guerrero seí±aló que quedó demostrada en la declaración que Pablo Santos rindió ante el Ministerio Público en la que seí±aló que Enrique le ofreció 150 mil pesos para matar al doctor Triay Peniche e incluso le dio 60 mil pesos de anticipo por el «trabajo».

Graciela Machuca

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