Miguel Juárez y Trinidad Gómez

Luis Fernando Cituk Balam es un chico de 18 aí±os originario de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. í‰l es estudiante de nivel medio superior que se encuentra cursando su último semestre de bachillerato en su carrera técnica de electricidad. Desde pequeí±o, siempre tuvo la inquietud de mejorar su entorno con la tecnologí­a y su manera de aprendizaje se basaba en desarmar todo aquel electrónico que caí­a en sus manos, sus padres lo veí­an como un sí­ntoma de hiperactividad y no sabí­an como canalizar esa energí­a, cuando en realidad él solo buscaba satisfacer su curiosidad por la tecnologí­a.
¿A usted le suena familiar esta conducta? En la actualidad en muchos lugares del mundo este comportamiento se fue convirtiendo en un problema social con el tí­pico ”no toques eso porque lo vas a romper» transformando la curiosidad en temor y terminando así­ con lo que estos nií±os pudieron haber aportado en innovación tecnológica; esto, aunque usted no lo crea, fue la misma manera en que comenzaron las grandes mentes.
Desde que Luis Fernando comenzó a mostrar su gusto por la electrónica, tení­a la ambición de lograr el reconocimiento por sus proyectos desarrollados, esto lo llevo a participar en concursos por dos aí±os consecutivos con ideas como Sistema de Seguridad Sensorizada para casas y una Protección Mecánica para fugaz de gas en estufas, más sin embargo, no logro cumplir con las expectativas para representar a su escuela.
Esto en lugar de desanimarlo, lo motivo a mejorar su prototipo y capacitarse para llevar a otro nivel sus conocimientos de electricidad, combinándolos con ciencias como la mecánica, electrónica, programación y fabricación digital. En un inicio el progreso fue lento pues habí­a que abarcar muchas cosas en poco tiempo, las fechas lí­mite siempre son un problema, la idea era enseí±arle herramientas digitales como software de diseí±o 3D y capacitarlo en maquinaria especializada para desarrollar un proyecto completo y complejo pero de rápida producción.
De esta manera, fue como nació el Sistema de Riego Programable, el cual se centra en mejorar la factibilidad de los sistemas convencionales teniendo un mejor control en el gasto del agua, disminuyendo el consumo de la misma, además de volverlo práctico y sencillo para ser manejado por el usuario final. Se utilizaron tecnologí­as de mecánica y diseí±o digital para su fabricación, y en conjunto con la programación, el prototipo es capaz de regar por secciones y áreas especificadas.
En Fab Lab Maya estamos muy orgullosos de que gracias a su perseverancia y dedicación, los conocimientos que le transmitimos ayudaron a Luis Fernando para que fuera capaz de desarrollar un proyecto tan completo e innovador y así­ representar a su escuela y probablemente a su estado. Una vez más se comprueba que nadie nace destinado a ser ignorante, solamente se necesita un poco de ayuda para lograr grandes cosas en nuestra sociedad. Haciendo Makers!

Graciela Machuca

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