PVEM incompetente ante violencia en Cancún

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POR ESTO!

En medio del estallido de violencia que puso a esta ciudad en un foco rojo de atención nacional e internacional se encuentra la sangrienta lucha por la ”Plaza de Cancún», en donde se involucran hasta 5 grupos del narcotráfico que han lanzado su ofensiva criminal contra corporaciones policí­acas, enredadas en proteccionismo y complicidad, con elementos que forman parte de las narconóminas y son la extensión del brazo criminal de las narcocélulas, incrustadas y afianzadas durante aí±os en las corporaciones policí­acas de los 3 niveles de gobierno.
En Cancún y Playa del Carmen operan abierta e impunemente narcocélulas del ”Cártel de Jalisco Nueva Generación», (CJNG), ”Cártel de Sinaloa», donde a nivel nacional fue evidenciada Leticia Lara Rodrí­guez, (Doí±a Lety) al frente de este grupo criminal en Cancún, ”Cártel del Golfo», (CDG), ”Los Pelones» y recientemente ”Los Zetas, vieja escuela», en donde fue exhibido Rafael del Angel Vélez Morales, ”El Fayo», como lí­der en Playa del Carmen, por medio de varias narcomantas, colocadas en esa localidad.
Esa inmensa complicidad, fragmentó la seguridad en Cancún y Playa del Carmen y fue cercenando dí­a a dí­a, mes con mes, aí±o tras aí±o, numerosas vidas, familias, negocios y empresas. Y que ahora a nivel nacional e internacional laceró la imagen turí­stica de ambos centros vacacionales cuya fama mundial fue resquebrajada con los embates del crimen organizado, perpetrado por miembros de las narcocélulas mencionadas.
El daí±o fue inmenso y como consecuencia han dejado huellas imborrables de violencia descomunal, que ahora repercute dí­a a dí­a, hora tras hora en todos los rincones de Cancún, en donde el mí­nimo comentario en las desbordadas redes sociales, causa una larga cadena de temor, sobre todo en padres de familia.
Tal y como ocurrió este jueves en la escuela Juan de la Barrera de la Región 222, en donde los padres de familia acudieron por sus hijos, en medio de la psicosis generada por la colocación de una narcomanta en la zona y por la supuesta amenaza de una balacera en las escuelas, propiciada por las redes sociales. Todo ello a tres dí­as del ataque a balazos de la Vicefiscalí­a General de Justicia.
Todo ello refleja el miedo que prevalece entre las familias cancunenses, que vive y padece en medio de ejecuciones y ”levantones» por parte del crimen organizado, en cualquier parte de la ciudad, incluso en la Zona Hotelera y a cualquier hora.
Y es reflejo de la operatividad permitida a los miembros de las peligrosas narcocélulas mencionadas, ha impuesto un marco de inseguridad, violencia y pánico, en Cancún y Playa del Carmen. Que prevalece en la zona norte, en general, pues no escapan Isla Mujeres, Cozumel, Puerto Morelos y Tulum, con el desbordado narcomenudeo, extorsiones, trasiego de droga y tráfico de indocumentados que se registra en esos municipios, en donde han ocurrido sanguinarias ejecuciones. Ninguna de ellas resuelta, todas mal investigadas y sin que ninguna corporación policí­aca de los tres niveles de gobierno asuma la responsabilidad de forma decidida de combatir e investigar a fondo.
Con ello se han multiplicado los riesgos. Y la violencia que se ha desbordado tiene como rehén a la ciudadaní­a que no termina de entender lo que está pasando, al palpar en carne propia los niveles ilimitados de violencia, nunca antes vista en Cancún y Playa del Carmen, lo mismo en la madrugada en concentraciones masivas con turistas que a plena luz del dí­a. Tal y como ocurrió este lunes por la madrugada con el asesinato de 5 personas, tres extranjeros y dos mexicanos. Y el brutal y sanguinario ataque a la Vicefiscalí­a General del Estado, ubicado en zona céntrica de la ciudad y rodeada de las instalaciones de la Secretarí­a de Seguridad Pública Estatal y de la Secretarí­a de Seguridad Pública municipal.
Ambos hechos ligados al crimen organizado, hasta ahora impunes! Y lamentablemente con repercusiones nacionales e internacionales de gran impacto contra la imagen turí­stica del estado. Pero sobre todo contra la seguridad e integridad fí­sica de cancunenses, quintanarroenses y visitantes en general.
Reportes de autoridades federales seí±alan que el nivel de complicidad y proteccionismo al crimen organizado se expandió y se infiltró en varios niveles, y eso explica el número desbordado de ejecuciones, levantones, extorsiones y hasta la liberación de criminales ligados a narcocélulas.
Eso llevó a Cancún y a la zona norte a un grave descontrol en materia de seguridad, permitida por numerosos elementos, mandos policí­acos, ministerios públicos estatales y federales, incluso al desbordamiento y descontrol de varias cárceles del estado, todo está ligado; operan y atacan de forma organizada.
Mientras que elementos de la Fiscalí­a General del Estado (FGE) comandantes, policí­as ministeriales, ministerios públicos, agentes y de la Procuradurí­a General de la República, (PGR), Policí­a Federal, Gendarmerí­a, elementos policí­acos estatales y municipales, no pueden trabajar en un operativo conjunto para frenar los embates del crimen organizado.
La razón es que las corporaciones y sus elementos se encuentran infiltrados, la desconfianza interna es inmensa, sólo superada por el temor, lo que lleva a una descoordinación que imposibilita actuar en un frente común. Debido a la contaminación criminal que enfrentan.
Y todo ello, es porque la delincuencia organizada se incrustó, creció y se expandió en las corporaciones policí­acas de los tres niveles de gobierno, que en menor o mayor grado dejaron crecer a pasos agigantados los intereses del crimen organizado, cuyos tentáculos se multiplicaron.

Graciela Machuca

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