Derroche sin límites
El derroche del Congreso del estado no tiene límites. Sin necesidad y con la intención de tintes electorales, la Gran Comisión del Poder Legislativo abrió una oficina en Cancún.
La oficina ubicada en el centro de la ciudad forma parte de un ”paquete» de remodelación del Congreso del estado que tiene un costo oficial de 4.5 millones de pesos y está a cargo del panista Carlos ívila Lizárraga, amigo íntimo del presidente de la gran Comisión, Eduardo Martínez Arcila y quien ha encontrado en el Congreso del estado, la forma de hacer negocios a costa de recursos de los quintanarroenses. La Oficina del Congreso en Cancún se ubica en la esquina de calle Reno en la Supermanzana 20, sobre la avenida Xcaret. Es un edificio amplio que anteriormente era una mueblería. La representación del Poder Legislativo tiene en funciones 30 días y cuenta ya con un administrador en la persona del panista Eduardo Uvalle, parte del equipo de asesores de Eduardo Martínez Arcila. De acuerdo con el miembro de Morena, Héctor Ortega, se trata de un gasto oneroso y, sobre todo, de derroche por parte de un congreso que se ha servido con la cuchara grande en Quintana Roo. ”Esa oficina no tiene razón de ser. Se suponía que hablaron de austeridad y ahora salen con un edificio que a todas luces es costoso y lo pagamos nosotros los quintanarroenses, así que no dudo que sea un negocio directo del diputado Eduardo Martínez Arcila. Los negocios de Eduardo Martínez Arcila Eduardo Martínez es la mejor ejemplificación de corrupción del Congreso del estado, sostiene Héctor Ortega. Lo anterior se debe a que el presidente de la XV Legislatura, sustenta sus gastos legislativos y personales bajo el concepto de Apoyo y Asistencia Legislativa, rubro con cual cubre gastos y paga sueldos de honorarios a colaboradores por un monto de 1.2 millones. |
POR ESTO!