Por Esto Q Roo

Siendo fiel a su lema de ”sacarse la loterí­a y salir de pobre» con el cargo de diputado plurinominal, Juan Ortiz Vallejo demuestra a los quintanarroenses que ser legislador es un negocio ampliamente redituable, pues ahora se conduce en una costosa camioneta de modelo reciente marca Frontier NP300, que tiene un costo en el mercado de entre 300 mil y medio millón de pesos.

A tan sólo un aí±o de haber tomado el cargo de diputado plurinominal en la XV Legislatura, Juan Ortiz Vallejo ha cambiado en tres ocasiones sus vehí­culos, adquiriendo primeramente una camioneta Honda último modelo de casi 400 mil pesos de costo; posteriormente, se le veí­a usando un automóvil Chevrolet Aveo, con precio de lista de hasta 227 mil 900 pesos; pero ahora anda en una lujosa camioneta color blanco marca Frontier NP300, con precio mí­nimo de 300 mil pesos.

Este derroche de recursos no solamente contradice los principios de austeridad del gobierno estatal, sino que además es un insulto para los quintanarroenses porque Ortiz Vallejo ni siquiera fue electo por el pueblo, sino que alcanzó la diputación por la ví­a plurinominal, luego de ganárselo en una tómbola que hizo el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), partido al que pertenecí­a antes de ser expulsado por actos de corrupción y traición.

Y es que antes de ”sacarse la loterí­a y salir de pobre» con la diputación plurinominal, tal y como él ha dicho en repetidas ocasiones, Juan Ortiz Vallejo andaba un vehí­culo muy antiguo que constantemente se le descomponí­a, además de que con trabajo y le alcanzaba para su gasolina, por lo que muchas veces recurrió a sus excompaí±eros de partido para poder correr con este gasto.

Sin embargo, el autodenominado ”diputado del pueblo» sólo ha utilizado su cargo para enriquecerse de forma descarada, pues a tan sólo un aí±o de asumir su curul en el Congreso local, el 3 de septiembre de 2016, ya adquirió 3 vehí­culos de modelo reciente con un valor conjunto que rebasa el millón de pesos, y también se ha dedicado a ampliar su casa de Chetumal.

Ortiz Vallejo también se ha convertido en un cliente asiduo de los casinos de la Zona Libre, donde se le ve jugando varios miles de pesos en una sola noche, a pesar de que representa a uno de los sectores más pobres y abandonados del paí­s, pues se encarga de la Comisión de Desarrollo Rural y Pesquero, desde donde acumula un mediocre desempeí±o sin que a la fecha muestre resultados en beneficio de su sector y de todos los quintanarroenses.

Graciela Machuca

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