Apicultura: ví­ctima del cambio climático y el olvido gubernamental en Quintana Roo

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Graciela Machuca Martí­nez
A pesar de que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha dicho que los paí­ses ”deberí­an hacer más para salvaguardar unas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición», como son las abejas, en México, particularmente en Quintana Roo, la apicultura se encuentra en declive debido al olvido gubernamental y a los efectos del cambio climático.
El uso de agroquí­micos prohibidos en otros paí­ses, cultivos transgénicos, devastación de la selva maya para la explotación forestal irracional, actividad turí­stica, desarrollos inmobiliarios, incendios naturales y provocados, son algunos de los factores que contribuyen a que aí±o con aí±o, millones de abejas mueran en el territorio de Quintana Roo, aunado a los efectos de las prolongadas sequí­as y la destrucción del hábitat provocada por los frecuentes ciclones que azotan la Pení­nsula de Yucatán.
Sí­ a esto le aunamos la falta de programas gubernamentales estatales y federales, la aún presencia de intermediarios, la ausencia de una cultura de consumo de miel en el mercado local y las reglas del mercado internacional, las familias mayas que se dedican a la producción de miel, ya sea convencional u orgánica, se encuentran en estado de indefensión.
La producción de miel, parte de la cosmovisión de los mayas
Para los mayas, la producción de miel no solo es una actividad económica, sino que se desarrolla como una parte de su cosmovisión. De acuerdo a textos especializados, en la cultura maya llaman Xunán Kab (”la seí±ora abeja») a la abeja sin aguijón Melipona beecheii.
La misma FAO reconoce que en el mundo hay 20 mil especies de abejas, la mayorí­a silvestres, de las cuales, el 10 por ciento se encuentran en México, sin embargo, muchas de ellas se encuentran en peligro de extinción.
Pedro Celestino Mahay Caamal, indí­gena maya de 77 aí±os de edad, nativo de Tihosuco, productor de miel y exdiputado local de la VII Legislatura de Quintana Roo, es testigos de los altibajos de la producción mielera en la Pení­nsula de Yucatán y uno de los afectados con la debacle de esta actividad en Quintana Roo.
Habla del impulso que recibieron los apicultores del municipio de Felipe Carrillo Puerto durante los gobiernos de Mario Villanueva Madrid y Joaquí­n Hendricks, pero también del abandono en que ha caí­do la actividad económica como tal durante los otros gobiernos.
Recursos perdidos entre la burocracia federal y estatal
Recuerda que por gestiones que realizó ante la Sagarpa en la Ciudad de México, hace unos aí±os consiguió un fondo de 750 mil pesos para compra de equipo, pero como el recurso tení­a que ser entregado por el gobierno estatal, se les retuvo y nunca se les entregó.
Representante de una de las cooperativas mieleras más fuertes de Quintana Roo, Mahay Caamal, se queja que durante los dos últimos dos aí±os no ha podido acopiar miel, ya que a pesar de que la cooperativa tiene socios, ”ya no hay producción, las abejitas se están muriendo, además, el escarabajo se come a las crí­as».
”Hay una plaga que se está acabando las abejas, se come la crí­a de las abejitas, vive dentro de la caja de la abejita, se come todo el huevecillo, entonces, la abejita, al ver eso, se va, abandona la caja y se va», explicó el apicultor de gran experiencia tanto en el campo como en la polí­tica apí­cola.
Sugirió que hoy en dí­a, a cualquier apicultor que se le entreviste va a decir ”que las abejas se están acabando, es que también hay un porqué, porqué se está acabando la abejita, por tanta fumigación en el campo, ahorita la gente mayormente se dedica a fumigar, a fumigar, pues el animalito cuando va a picolear ahí­ se queda, está envenenada la flor, por eso se está acabando la producción».
También se refirió a que con ”ese gobierno que tenemos, qué no existe el apoyo para los apicultores… no se evita la fumigación, cada quien hace lo que quiere. No lo toman en cuenta y no saben que la abeja es la que le da vida a la selva».
Cooperativa La Flor del Tajonal le apuesta a la miel orgánica
La Flor del Tajonal S.C. de RL, es una de las cooperativas del municipio de Felipe Carrillo Puerto, que trabaja por rescatar la producción en la zona maya por medio del sistema orgánico, que además de conservar la selva les permite mantener buenos precios, ya que su producción es para exportar a Europa, pero ahora buscan otros mercados, como los del Caribe, Centro y Sudamerica, así­ como el local.
José Eduardo Moo Pat, un indí­gena maya de 41 aí±os de edad, es su actual presidente, quien por su compromiso con el rescate de la producción mielera, se involucró en la Alianza Maya por las Abejas de la Pení­nsula de Yucatán, una iniciativa que busca incidir a nivel institucional y en los mercados para generar polí­ticas públicas que apoyen a la apicultura.
Desde hace 13 aí±os ha sido asesor técnico de la cooperativa, ”pero hace cuatro aí±os me hice socio y hace un aí±o, apenas, cómo representante de esta cooperativa».
La cooperativa La Flor del Tajonal ”juega un papel muy importante en la economí­a de varias comunidades. Somos actualmente 111 socios protocolizados de 21 comunidades del municipio de Felipe Carrillo Puerto y tenemos 30 más de nuevo ingreso, con solicitudes en la cooperativa».
La cooperativa acopia la miel de sus socios, la cual debe ser orgánica.
Para los apicultores de Felipe Carrillo Puerto y los municipios aledaí±os, el ciclo productivo ”normalmente era de enero a mayo, hasta junio, a veces, se extiende, sin embargo, por cuestiones del cambio climático, ahorita, creo que la apicultura es la que lo está resistiendo mucho, los calendarios anuales que en un principio se tení­an, ya no son confiables, ya no funciona de esa manera, se han movido, incluso los periodos estacionales».
Puso como ejemplo el ciclo productivo de 2019, ”estamos a mediados, ya de agosto y no hay lluvia, ¿eso qué significa? Hay sequí­a, de por sí­ ya no hay floración como la hubo en mayo o abril, pero esto representa un riesgo muy grande para las colmenas, al no haber floración, hay una escasez de alimentación en el campo, las abejas salen en busca de comida, emigran, entonces baja mucho la población en los apiarios».
La lluvia es otro de los elementos naturales a los que se tienen que enfrentar las poblaciones de abejas, dijo José Eduardo. ”Ahora, cuando empiecen las lluvias, si bien, empiezan en septiembre, los periodos normales son de tres a cuatro meses, eso se va a extender septiembre, octubre, noviembre, a lo mejor hasta diciembre y ¿qué va a pasar?, eso es cuando viene más crí­tica la situación, porque vienen lluvias, un poquito de frí­o».
La miel de la época del Tajonal dejó de producirse
La miel conocida como de Tajonal era muy cotizada, sin embargo, ”se ha perdido, no se está cosechando miel de Tajonal, la miel de Tajonal era para nosotros, uno de los principales periodos de cosecha, muy importantes, representaba entre el 20 y 30 por ciento de la cosecha anual, y desde hace ocho aí±os no hay cosecha de Tajonal».
Con nostalgia narró que ”se puede ver muy bonito a las orillas de las carreteras, en las milpas, todo amarillo, bonito, pero esa flor no… como se da en temporada de frí­o, se seca, entonces no hay néctar, si no hay néctar, no hay miel, lo único que toman allí­ las abejas, a veces, es polen que les ayuda a fortalecerse un poquito y prepararse para la cosecha de primavera…»
Se conocen dos calidades de la miel, ”muy reconocidas, la primera, que es la miel convencional, que es la que todo mundo comercializa, es la que mayormente se produce, la segunda, la orgánica».
Explicó que en la miel convencional, ”hay una situación muy complicada ahorita, el precio de esa miel es muy dinámico. El aí±o pasado se abrió el precio en 30 pesos el kilo, la compra alcanzó hasta 44 pesos, pero cayó nuevamente como a 20 pesos, eso fue en el 2018, en este aí±o que terminó el ciclo productivo, el precio de la miel convencional abrió en 29, cayó hasta 11 pesos con los acaparadores, o sea nada. Muchos productores decí­an, no, pues es que yo voy a regalar mi producción, no, prefiero guardármela y regresársela a las abejas cuando lo demanden, como es ahorita, en este mes. Esta es una situación muy terrible».
Mencionó que, por lo general, los productores de miel convencional, ”venden su producto a precios bajos y compran azúcar a 17 pesos el kilo, para volver alimentar a las abejas, entonces es doble la pérdida, realmente la apicultora, como tal, como está ahorita, se está en frentando a retos muy fuertes, desde mi punto de vista, muy particular, yo lo veo como una selección natural, él que realmente cree y va y aguanta ser apicultor y le busca la manera de ser apicultor, va a ser de los que el dí­a de maí±ana podrá seguir viviendo de esta actividad».
La milpa y la apicultura, es un binomio productivo para los mayas
Para José Eduardo y socios, la apicultura no es un complemento de sus demás actividades agropecuarias, ”nosotros lo vemos como un binomio productivo, entre la milpa y la apicutura, hemos notado mucho entre la milpa, la apicultura y la producción de traspatio, es un conjunto productivo que le da el sustento al aí±o a la familia campesina, entonces, la apicultura es la que le da el efectivo al campesino…».
Ante la crisis de la producción de la miel convencional ”en esta cooperativa, optamos por ser orgánicos, desde el 2010. Aquí­, por cuestiones de sucesión de poderes y administraciones se ha perdido el certificado orgánico, tuvimos el certificado orgánico en el 2012, los lí­deres que me antecedieron lo dejaron caer, Sin embargo, nosotros seguimos siendo orgánicos, pero nos certificamos a través de nuestro cliente, que es el que nos compra y exporta Europa, principalmente a Alemania».
Hasta el momento ”me atrevo a decir que no hay una sola cooperativa mielera en Quintana Roo que exporte directamente, todos exportamos a través de un intermediario y es una situación que hemos platicado en los distintos foros en los que hemos tenido contacto con gente de gobierno, pues con las instituciones correspondientes, de que se tiene que hacer un esfuerzo para poder trascender y poder brincar al intermediario»,
Recordó que a partir del 2015 esta cooperativa empezó ”a recuperar a la gente, a recuperar los clientes, ya hay un cliente que cree en nosotros y que confí­a en nosotros y que nos ha ido apoyando en ese aspecto y nos certificamos bajo su sistema de control interno. Se llama Educe Cooperativa, es de Yucatán y cuando recuperamos nosotros la producción orgánica, empezamos con ocho toneladas, eso fue en el 2015, 2016 brincamos a 15, 2017 a 20 toneladas, en 2018 ya alcanzamos 30 y este aí±o, 2019, logramos acopiar 34 toneladas de miel».
Detalló que la capacidad de producción de la cooperativa La Flor del Tajonal ”es alrededor de cien toneladas de miel, ¿por qué, no llegan esas cien toneladas a la cooperativa?, por la cuestión del intermediarismo y porque no todos nuestros socios están dentro del esquema orgánico, estamos como en un 60 por ciento de los productores de la cooperativa».
Una de las tareas es cada aí±o, ”ir convenciendo, porque esto es una labor, de concientizar al asociado, sobre todo de protegerle el precio. Nosotros desde el 2017, a diferencia de la fluctuación de la miel convencional, nosotros mantuvimos un precio de 40 pesos de inicio a fin y al final de aí±o, el productor recibe, un finiquito que nosotros le estamos llamando remanente, donde el productor, por kilo de miel que entregó recibe dos pesos con 50 centavos, mientras que la cooperativa se queda con una cantidad similar para su operatividad».
A esta cooperativa tampoco le llegan los apoyos gubernamentales. Solo han sido beneficiarios de ”un programita llamado peso por peso para la compra de algunos insumos».
”No, no nos interesan las dádivas», dijo José Eduardo, ”Vamos con un proyecto grande».
Advirtió, ”no somos los que decimos, quiero unas cajitas, quiero esto, no, estamos nosotros detrás de un proyecto que le estamos llamando Closterapicol, queremos closterizar a todos los actores que tenemos en Felipe Carrillo Puerto, con el objetivo de brincar el intermediarismo, además de desarrollar productos de la colmena».
Historia de Patricio, un apicultor al que el gobierno no lo escuchó
Por su parte, Patricio González Pacheco, de 45 aí±os de edad y también apicultor de Felipe Carrillo Puerto, cuya infraestructura apí­cola resultó siniestrada el aí±o pasado por las fuertes lluvias, de 120 colmenas que tení­a, solo le quedaron 20 y pesar que comprobó que fueron siniestras, el gobierno no lo apoyó.
Hasta el momento solo ha logrado recuperar 35 colmenas. Con tristeza recuerda: ”aquí­ en la ruta de Los Chunes, tení­a cuatro apiarios, pero arrasó por el agua, solo me quedó un apiario, así­ viva, lo demás todas murieron, se ahogaron».
Con sus 120 colmenas distribuidas en cuatro apiarios lograba sacar hasta tonelada y media de mil con un precio de 60 mil a 70 mil pesos al aí±o, pero ”el 17 de junio del aí±o pasado cayó muy fuerte la lluvia, pues lo llevó todo, se inundó más que nada, los arrastró, perdí­ todo.
”Apenas este aí±o, pues estoy empezando nuevamente con las 20 colmenas que rescaté, pues logré completar 35, pero pues ahorita está haciendo mucha sequí­a otra vez, ya empezaron a enjambrar, a irse a buscar comida, esta semana tengo que ir a ver que alimentación le voy a dar porque está muy fuerte la sequí­a».
La producción apí­cola requiere que constantemente se renueven los equipos, herramientas e insumos. ”Hay que invertir en las cajas, el piso, el tapa, tanto tiempo de estar en el sol o en la lluvia, pues así­, se echan a perder las cajas, yo tengo que cambiar, poner cajas nuevas, ceras nuevas, cuando está acercándose la época de la floración de los árboles grandes empezamos a cambiar todo el equipo».

Graciela Machuca

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