Gobernadora de Tlaxcala ordena reprimir a mujeres, niñas y niños; el movimiento feminista se unifica en esa entidad

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Necesariamente Incómoda

**Violencia, represión e intimidación de la policía contra mujeres, niñas y niños que participaron en marcha del 8 de Marzo.
**Autoritarismo de la gobernadora surgida de MORENA, ahonda la discriminación y violencia que se vive en Tlaxcala en contra de las mujeres.
**Cuando queda muy lejos el discurso de campaña de las mujeres.

Graciela Machuca Martínez

Ya es común que en México quienes se dedican a la política dirijan sus acciones a través del doble discurso, mientras en sus dichos hablan de respetar los derechos humanos de las personas, en los hechos hacen hasta lo imposible para violentarlos, como sucede actualmente con la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuellar Cisneros, quien desde el 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer inició una serie de acciones de represión en contra de los movimientos proderechos humanos, específicamente en contra de quienes se dedican a defender derechos de las mujeres.

A través de foros, pronunciamientos y acciones legales, organizaciones como el Observatorio Ciudadanos del Feminicidio (OCNF), entre otras han manifestado su inconformidad contra la política represora de la gobernadora de aquella entidad, quien antes del 8 de marzo, se solidarizó con las mujeres que buscan reivindicar sus derechos, pero, precisamente, en esa fecha que se conmemora a nivel global, ordenó a la policía acciones de represión con lo que vulneró dolosamente los derechos humanos de la población tlaxcalteca.

Las víctimas de esos actos de violencia, represión e intimidación, sí como daños psicológicos, fueron las niñas y mujeres que se encontraron frente al palacio de gobierno de Tlaxcala, que previamente fue amurallado con vallas metálicas y custodiado por cientos de policías, quienes en los primeros minutos de la movilización iniciaron los actos de intimidación y represión, bloqueando los acceso a la zona centro de la ciudad de Tlaxcala, para poder encapsular a las manifestantes y así poder ejercer violencia contra ellas.

Por medio de la plataforma Change.org el OCNF y una conferencia virtual, para pedir ¡Alto a la violencia contra defensoras en Tlaxcala! recordó que redes sociales de activistas, ciudadanía en general y medios de comunicación transmitieron en vivo las acciones implementadas por las autoridades, “quienes agredieron a las mujeres con gases lacrimógenos, piedras, amenazas, e incluso les escupieron; agrediendo también a mujeres periodistas que se encontraban documentando los hechos y destruyendo parte de sus pertenencias y artículos de trabajo”.

Antes del 8 de marzo, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros pidió a las mujeres tener confianza en ella; sin embargo, “ella no demostró confianza en las mujeres de Tlaxcala al criminalizar la marcha y emplayar los edificios del centro; ordenando intimidaciones y detenciones arbitrarias ejecutadas sin protocolo ni fundamento por mujeres policías vestidas de civiles, quienes se encontraban entre las mujeres que marchamos y fueron quienes detuvieron a una compañera, llevándola de forma disimulada por medio de empujones, acorralándola y subiéndola a una ambulancia, la cual funcionó como patrulla, pues la dirigieron ante autoridades del Ministerio Público; sin que su familia supiera en dónde se encontraba realmente y sin permitirle a ella realizar una llamada conforme a su derecho, y como obligación del Estado garantizar su seguridad, por lo que el gobierno incurrió en graves violaciones a derechos humanos y una desaparición temporal”.

Las prácticas llevadas a cabo, de ninguna manera fueron una “respuesta” a las acciones de manifestación de las mujeres que asistieron a esa marcha y de las acciones de los bloques negros, “sino que fueron coordinadas de forma anticipada, ya que al momento de que las mujeres llegáramos al Palacio de Gobierno, de forma inmediata grupos de granaderos se movilizaron para cerrar las salidas y comenzar a lanzar los gases lacrimógenos”.

LA MENTIRA, CARACTERÍSTICA DEL GOBIERNO DE TLAXCALA

En la petición lanzada por medio de Change.org se dice que al siguiente día, “las autoridades estatales declararon ante medios de comunicación que no había existido violencia en el actuar de los grupos policiacos contra las mujeres, niñas y niños asistentes a la marcha, declarando que los policías actuaron bajo protocolos, sin portar armas; sin embargo, el uso de diversos artefactos como armas para violentar directamente a las mujeres como fueron, piedras, gases lacrimógenos, extintores, incluso escupieron, son muestra de la brutalidad y exceso de la fuerza utilizada sin distinción contra las mujeres, niñas y niños presentes”.

En vos de su vocera Atziri ívila, quien dijo que: para el OCNF es inaceptable el señalamiento directo a estudiantes de la Universidad Autónoma de Tlaxcala como las responsables de pintas y otras acciones realizadas, generando un discurso de odio en contra de las universitarias organizadas, quienes, apoyadas por ex alumnas, feministas y mujeres tlaxcaltecas, han señalado las violencias que se ejercen contra las estudiantes de las diversas facultades y otras universidades del estado, así como las desigualdades de género que dentro de este ámbito se siguen practicando contra estudiantes, académicas y trabajadoras de estos espacios por lo que se reprueban los señalamientos en contra de las que se manifestaron durante la marcha.

Esta organización por los derechos de las mujeres en México mencionó que “en Tlaxcala existe presencia de bloques negros, que se han ido conformado por mujeres de diversas edades y espacios que han tomado la decisión de realizar iconoclasia, ya que las exigencias de las tlaxcaltecas no han sido escuchadas por ninguna administración; porque las formas que las organizaciones y colectivos feministas hemos llevado a cabo durante décadas, exigiendo la garantía de nuestros derechos y colocando los contextos de violencias y riesgos para las mujeres parecen pasar totalmente desapercibidas para las instituciones y para la sociedad”.

Invisibilizar estas expresiones de mujeres que se sienten desesperadas, desesperanzadas, con rabia o ignoradas para acceder a la justicia, por la omisión que ha persistido ante los feminicidios, la violencia familiar, violencia sexual, desapariciones, violencia comunitaria, o la obstaculización en sus procesos de investigación, sólo lleva a negar los niveles de impunidad que prevalecen cuando se trata de delitos contra las mujeres.

Por lo anterior, “no podemos desdeñar, ni invalidar estas formas de organización de las mujeres y del movimiento feminista en nuestro estado, porque tienen un fin, no es “vandalismo” como lo quieren presentar socialmente las autoridades y algunos medios locales, generando desinformación sobre los bloques negros y promoviendo discursos de odio, estigmatización, violencias o divisiones de las mujeres”.

El OCNF sostiene que resulta bastante grave y preocupante que una administración, gobernada por una mujer siga las prácticas de simulación y omisión, y dé paso a una política de violencia, represión y censura contra las mujeres, activistas, feministas y defensoras de los derechos de las mujeres; que haga uso de su poder para justificar y normalizar la brutalidad con la que actuaron policías y granaderos, además, vestidas de civil durante sus funciones.

Durante el mes de marzo, han persistido prácticas de represión y censura contra las mujeres, pues durante el desarrollo del Tour Mundial de Voleibol de Playa no permitieron ningún tipo de protestas públicas, activando al cuerpo policiaco para detenerlas, intimidarlas e impedir el paso libre a las mujeres; implementando acciones violatorias a derechos humanos como la revisión de bolsas y mochilas principalmente a las mujeres, ya que con muy pocos hombres lo hicieron, impidieron el paso a una mujer que llevaba un pañuelo verde, retiraron de forma inmediata mantas colocadas por algunas mujeres en algunos puntos de la ciudad e incluso retiraron a una mujer que en medio de un partido sacó una consigna para exigir justicia por la violencia en otro estado del país.

Las acciones de organizaciones feministas en Tlaxcala han sido silenciadas desde instancias gubernamentales y medios de comunicación, a pesar del número de feminicidios y otras violencias contra las mujeres; el autoritarismo de la gobernadora surgida del partido MORENA está llevando a la unificación del movimiento feminista en aquella entidad y por ende, a la visibilización de la violencia de que han sido víctimas las mujeres durante las últimas décadas.

Graciela Machuca

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