Clase trabajadora y sector restaurantero principales víctimas de la violencia generada en Quintana Roo durante Semana Santa

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Necesariamente Incómoda 

Graciela Machuca Martínez 

Después de las cifras alegres con motivo de la temporada vacacional de Semana Santa 2023 en Quintana Roo poco a poco va llegando la resaca económica, porque los beneficios no han llegado de manera equitativa a toda la sociedad quintanarroense, porque las grandes beneficiarias son las transnacionales que acaparan el negocio del turismo y en cuanto ven dinero en efectivo lo concentran en sus oficinas centrales, sin que esas ganancias se reflejen en el nivel de vida del pueblo de Quintana Roo como lo pregona la clase gobernante a los cuatro vientos.

Esta Semana Santa dejó a un Quintana Roo envuelto en la violencia, cerca de 30 personas asesinadas, personas desaparecidas, otras privadas de la libertad por grupos criminales, personas lesionadas por balas perdidas o ataques directos producto de extorsiones, pero de esa realidad ninguna autoridad quiere hablar, solo se concretan a difundir que Cancún, Tulum y Playa del Carmen, entro otros, son los destinos turísticos por excelencia en el Caribe Mexicano, y con ello quieren esconder la realidad sangrenta que mantiene en luto permanente a la sociedad quintanarroense.

El líder de la CTM en Quintana Roo, José Isidro Santamaría Casanova, hizo un llamado de atención ante la paupérrima situación de la clase trabajadora en Quintana Roo, donde el incremento al salario mínimo durante el presente año ha sido insuficiente ante el constante incremento de los precios de la canasta básica.

Dijo que aunque la mayoría de sus agremiados tienen salarios superiores al Salario Mínimo, no les alcanza para satisfacer sus necesidades mínimas, porque el alza de precios es constante, por lo que ningún salario de la clase trabajadora es suficiente.

Al actual gobierno estatal y federal, poco le importa la realidad de las mujeres y hombres que llevan sobre sus espalda la actividad laboral en todos los centros turísticos de la entidad, estas personas son las que constituyen la columna vertebral de la economía, pero son las olvidades tanto por las empresas como por las mismas instituciones, a tal grado que a muchas las siguen contratando por honorarios o las subcontratan a través de terceros para no darles seguridad social y garantizarles el resto de sus derechos laborales, lo cual el mismo Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo sabe, lo tiene identificado, pero guarda silencio.

La clase trabajadora de Quintana Roo es una víctima directa del crimen organizado en Quintana Roo, hay evidencias que es extorsionada, trabajadores de la construcción se encuentran desaparecidos y ninguna autoridad los busca, se convierten en rehenes cuando los constructores no aceptan las extorsiones.

Los efectos a la economía turística a consecuencia del clima violento en Quintana Roo ya se está reflejando en el sector restaurantero, de acuerdo por lo expuesto por Julio Villarreal Zapata, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Cancún.

En declaraciones a la prensa dijo: “La verdad es que no fue lo que esperábamos, pensábamos tener una afluencia mucho mayor, esperábamos tener muchísimos más clientes y tanto zona hotelera como centro estuvimos entre regular y bien, y la verdad es que esperábamos muchísimo más de esta temporada. Esta semana de hecho se sintió un bajón fuerte, sobre todo en los restaurantes del centro de la ciudad, bajón tremendo a pesar de que las vacaciones siguen”.

Para la Jornada Maya declaró que se vivió una situación desesperante, porque esperaban con ansias esta temporada vacacional, con proyecciones de ocupación mayores al 90 por ciento y fines de semana al 100, lo que habría sido magnífico, pero se quedaron con promedios de 85 por ciento.

El líder de los restauranteros en Cancún considera que entre las causas de esta situación están “la pérdida del poder adquisitivo, la inseguridad, que han llevado a los turistas a no salir de sus hoteles, especialmente tras lo ocurrido en zona hotelera al principio de las vacaciones”, de acuerdo al diario.

“No hubo tanta afluencia como en verano, por ejemplo, en verano sí vimos un comportamiento de los Airbnb y en esta temporada vacacional no lo vimos tan frecuente como el verano pasado”.

Detalló que desde el arranque de la semana de Pascua la ocupación en los centros gastronómicos se redujo a 70 por ciento, lo que también se atribuye a la inflación, que ha pegado mucho en los bolsillos de los mexicanos y que también ha obligado a elevar los precios en los menús.

LA CRISIS LABORAL SE EXTIENDE A LAS OBRAS DEL TREN MAYA

Por otra parte, se informó este jueves 13 de abril, que trabajadores del Tramo 7 del Tren Maya iniciaron un paro de labores como protesta a presuntos maltratos de los mandos militares a cargo de la obra.

La protesta se realiza en el paradero “Centenario” del tramo 7 del Tren Maya, ubicado en la localidad que lleva el mismo nombre y que pertenece al municipio de Escárcega, Campeche, en donde alrededor de 120 trabajadores decidieron parar labores desde el miércoles 12 de abril.

Las a acusaciones a los militares tienen su origen que los obligan a firmar contratos sin revisar, despidos injustificados y pagos no acordados.

Al final de cuentas, la clase gobernante de Quintana Roo puede seguir lanzando al vuelo sus campanas para festejar el éxito de la temporada vacacional y los beneficios sociales y económicos por la construcción del Tren Maya, pero la ciudadanía de a pie, es la que tiene el mejor pulso de la crisis que vive la entidad.

Graciela Machuca

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