¡Quintana Roo bajo fuego!

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez

El presidente de la república, la gobernadora de Quintana Roo y quienes encabezan los 11 ayuntamientos en Quintana Roo ya deben dejar a un lado su frenética actividad electoral y dedicarse a resolver el grave y urgente problema de inseguridad que existe en la entidad y que más temprano que tarde tendrá efectos irreversibles para la economía estatal y nacional que se fortalece con el turismo que entra al país por esta puerta.

Cuando se escucha hablar a Andrés Manuel López Obrador de las bondades de su obra insignia, el Tren Maya, o a Mara Lezama sobre su Nuevo Acuerdo, tal parece que están hablando de otro Quintana Roo, hablan de un estado que ya no existe, porque los intereses de la clase política dieron al traste con la tranquilidad y paz por la que pagan millones de visitantes que todos los años llegan a la entidad.

Ya ni se diga de las mujeres y hombres que están al frente de los 11 ayuntamientos quintanarroenses, quienes se lavan las manos al decir que como la violencia deriva de las acciones de la delincuencia organizada corresponde al gobierno federal y al estatal resolver el clima de inseguridad.

Es momento que toda aquella persona servidora pública que trabaja para alguno de los tres niveles de gobierno se pongan a leer el Artículo 115 Constitucional sobre sus facultades en torno a la seguridad pública, las tres autoridades tienen la obligación de coordinarse para cumplir con el mandato constitucional en esta materia.

Si la ética política no le interesa, por lo menos por prudencia, por solidaridad con las víctimas de directas e indirectas del derramamiento de sangre en que hunde Quintana Roo, la gobernadora Mara Lezama debe tomar cartas en el asunto y no solo asumir que como la violencia la genera la delincuencia organizada, pues es un asunto que está fuera de su jurisdicción. Ella dijo que quería gobernar Quintana Roo y ahora debe cumplir.

El pasado 29 de mayo, el secretario de Seguridad Ciudadana, Rubén Oyarbide Pedrero responsabilizó a la delincuencia organizada del incremento en los índices de violencia que se han registrado en los últimos meses. Pero que está haciendo el gobierno de Mara Lezama, ¿solo se dedica a contar muertos?

El servidor público, quien a su paso por Cancún, como encargado de la seguridad pública municipal dejó una estela de violencia, al ser incapaz de realizar su trabajo, ahora dice ““Esto es una disputa que se va dando entre grupos de la delincuencia organizada que se pelean por la plaza, lamentablemente en este estado convergen todos los integrantes de la delincuencia organiza que existen en el país y no se había actuado en consecuencia”.

Pero tanto él como Mara Lezama ya lo sabían cuando cada uno, en diferente momento llegó al gobierno del estado. Su paso por el Ayuntamiento de Cancún les permitió conocer la problemática de como actúa la delincuencia organizada y la común, pero no hicieron nado y por lo visto, tampoco quieren hacer algo ahora que tienen una responsabilidad a nivel estatal.

Lo que saben Mara Lezama y Rubén Oyarbide en materia de seguridad pública lo pusieron en práctica en Cancún y los resultados los tenemos a la vista. Este primero de junio, el Diario Cambio 22 dio a conocer un recuento de los asesinatos cometidos en ese importante centro turístico conocido a nivel internacional, fueron 40 homicidios, producto de las política públicas y acciones del gobierno municipal durante cuatro años. Lo que ha pasado y está pasando en Cancún, es lo que le espera a Quintana Roo, porque ese municipio fue gobernado por Mara Lezama y por quienes ahora la acompañan en el gobierno estatal.

La dinámica de la violencia generada por la disputa de territorio entre grupos de la delincuencia organizada es uno de los problemas que debe atender la autoridad y realizar acciones contundentes para retomar el estado de derecho, pero también hay está la delincuencia del fuero común que afecta todos los días a cientos de quintanarroenses.

Por ejemplo, alrededor de las 22 horas del martes 30 de mayo, en la Región 213 de Cancún se registró un asalto violento en agravio de un joven que, como miles, salió a buscar trabajo. Al regresar a su domicilio, dos hombres que iban a bordo de una motocicleta le empezaron a disparar, hiriéndolo en el hombro, sin razón alguna, desde luego que ninguna patrulla se apareció para prestarle ayuda y seguir a los agresores.

De acuerdo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el mes de abril pasado, en Quintana Roo se registraron cuatro mil 407 delitos, ocupando el tercer lugar con 240.1 delitos por cada cien mil habitantes, mientras la media nacional fue de 132.6. Teniendo in incremento de 5.2 de incidencia delictiva con respecto al mes de abril de 2022. El cambio de gobierno no ha incidido para disminuir los índices delictivos en Quintana Roo, al contrario, van en aumento.

En el mes de abril se documentaron 71 homicidios dolosos por las autoridades estatales. Las víctimas de homicidio doloso, por cada cien mil habitantes fue de 3.9, mientras que la media nacional solo alcanzó el 1.85.

Si se comparan los homicidios dolosos de abril de 2023 contra los de marzo del mismo año, se tuvo un incremento de 24.6, por lo que Quintana Roo ocupó el quinto lugar a nivel nacional en esta tabla comparativa.

Quintana Roo vive una época de inseguridad total, de caos, no solo en los municipios del Norte, sino también los del Sur. Tenemos a Quintana Roo bajo fuego.

Graciela Machuca

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