No atendido un caso de acoso sexual y laboral en la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez

En la administración pública de los tres niveles de gobierno se debe tener claro que lo mandatado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su Artículo Primero en materia de derechos humanos es obligatorio para toda persona servidora pública, independientemente de su cargo o rango administrativo y si no lo cumplen existe normatividad que los sancionan.

Quienes integran el gobierno del municipio de Felipe Carrillo Puerto requieren de manera urgente capacitación sobre derechos humanos, inclusión, no discriminación y equidad de género, además, aquellas personas que se nieguen a modificar sus prácticas y conductas deben optar por dejar el servicio público.

El referido articulo constitucional es muy claro: “Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley”.

De allí la insistencia que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO) sea presidida por una persona que su prioridad sea construir una cultura de los derechos humanos tanto en la administración pública como en la sociedad quintanarroense y no cómplice y “tapadera” de la clase gobernante que la nombre.

Un caso que debe salir del ámbito municipal e incluso nacional es el acoso sexual y laboral que está sufriendo una mujer integrante de la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto, cuya presidenta municipal se enteró del mismo, luego de la intervención directa de la gobernadora Mara Lezama.

La titular del Poder Ejecutivo Estatal, el 31 de agosto de 2023, tuvo conocimiento en voz de la mujer policía víctima, quien ha estado sufriendo acoso sexual y hostigamiento laboral del mando del primer turno de la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto, el comandante Samuel Moo Tah. Por lo que solicitó a la presidenta municipal Maricarmen Hernández Solís tomara cartas en el asunto.

A pesar, de que tanto la gobernadora como la presidenta municipal tienen conocimiento del caso e intervinieron para solucionarlo en beneficio de la víctima, como lo establece la ley, el acoso, la intimidación y lo más grave, es la complicidad entre los mandos de la corporación y quienes integran el Departamento Jurídico.

El día primero de septiembre, la víctima recibió un mensaje de la presidenta municipal, diciéndole que tenía conocimiento de su caso y que intervendría, para lo cual le agendó una cita con la secretaria general del Ayuntamiento, quien le externo la decisión del gobierno municipal de apoyarla.

Pero antes tuvo que ir a una reunión a la que fue citada por el director Roberto Bravo Peña, quien reunió a todos las mujeres y hombres policías que se encuentran estudiando para recordarles y ratificarles el apoyo para que estudien. 

En esa reunión, la víctima se quejo ante el director de la corporación del acoso sexual y laboral que tiene de marte del referido comandante, como el hecho que “en la fila en pase de lista, me dice que soy una maestrita, que solo pierdo mi tiempo yendo en la escuela, y esos comentarios hacia mi motivan a que mis compañeros se rían”.

Bravo Peña le dio la indicación que pasara en el área jurídica para levantar el acta de hechos.

“Procedí a ir en el área jurídica, estando presente el director de Asuntos Internos Jacobo Uc Salazar y el licenciado Carlos Esteban Tec Pat  y a los pocos minutos ingresa en la oficina el Director Jurídico licenciado Jorge Antonio Leal Morales y le comenté lo que estaba pasando desde hace un tiempo con pruebas en la mano, que el comandante Samuel Moo Tah, a mediados del año pasado me invitaba a salir, me invitaba en el gimnasio, al cual en todo momento me negué a ir, argumentado que yo tengo tarea y tengo que atender igualmente mi casa, en mis descansos de 24 horas me mandaba mensaje y me decía que me estaba esperando en el gimnasio, que yo vaya y que me va esperar, era tanto su insistencia que al día siguiente, al recibir servicio para laborar me mandaba mensaje vía celular (mismos que respaldan esta publicación) diciéndome, que me estuvo esperando en el gimnasio y que no llegué, yo le contesté que yo no le dije que no iría ya que tengo muchos pendientes en mi casa y en mi escuela, llegó el momento que le dejé de contestar sus mensajes, más que los que eran de trabajo.

“En este año 2023, en la fila en pase de lista en tono burlesco dice que ya no hay policías en la corporación que solo “ maestritas”, y que solo pierdo mi tiempo al ir en la escuela y que no me deberían dejar de ir pero que en fin; y todos eso comentarios lo hacía delante de mis compañeros para que se rían de mí, y la manera que intimidaba es diciendo que todo lo que pasa en la fila tiene conocimiento el director Roberto Bravo.

“Al escuchar todo eso, el licenciado Jorge Antonio Leal Morales, me comentó que a lo mejor yo entendí mal el mensaje, y también comentó el director de asuntos internos Jacobo Uc Salazar, que él también se ha puesto de acuerdo con mas policías para ir al gimnasio y que no por eso lo acosen, yo le dije que entiendo cuando varias o varios quieren ir al gimnasio en grupo, pero el comandante Samuel Moo Tah, solo me citó a mí, al ver que lo estaban apoyando y al revisar mi celular a las 11:24 horas recibo un mensaje de la Secretaria General licenciada Juliana May Esquivel, en donde me decía que acudiera a su oficina, al ver la actitud de las personas que he mencionado del área jurídica, opté por retirarme”.

Las evidencias de acoso laboral, sexual, así como de discriminación, son varias, como es el hecho que tuvo que presentar una queja a oficina de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, para que el director de la corporación le contestara un oficio donde le pedía permiso y la facilidades en horario para estudiar, solo hasta entonces le contestó le escrito de manera positiva. Esta negativa no la tuvieron otros de sus compañeros que también se encuentran estudiando.

Además, el comandante Samuel Moo Tah, “únicamente para perjudicarme con mis estudios, me está mandando de partida en la comunidad de Betania, teniendo pleno conocimiento que cuento con un oficio firmado por el propio director Roberto Bravo Peña, en donde me autoriza acudir a mis estudios de Licenciatura, y actualmente estoy cursando el tercer semestre de la Licenciatura Formación Docente en educación básica Bilingüe maya- español, y están plenamente conscientes que al mandarme de partida fuera de la ciudad me perjudicarían grandemente ya que me sería imposible continuar con mis estudios”.

El director Bravo Peña le notificó que se presentara a laborar en otra área, e un horario que no es compatible con el que tenía desde hace 11 años de 24 por 24. A la mujer policía víctima la cambiaron de área, mientras que al comandante acosador lo mantuvieron en el puesto. 

Las condiciones de vulnerabilidad de esta servidora pública son altas. Su caso no puede ser cerrado. Los derechos humanos, la inclusión, la no discriminación y la equidad de género deben pasar del discurso y transversalizarse en los hechos, circunstancias que no existen en la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto, donde las acciones machistas de los mandos y de la mayoría de la tropa son las que caracterizan a esa corporación en complicidad con las autoridades vigentes.

Atender así el acoso sexual por parte de las autoridades vigentes dista mucho de la congruencia entre lo que se dice y lo que realmente pasa a las mujeres en este asunto de “Acoso Sexual” acá este claro ejemplo.

Graciela Machuca

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