Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto en el abandono, sin presupuesto para patrullas, combustible y armamento 

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 


El Artículo 115 Constitucional en su apartado III enumera las funciones y servicios públicos que estarán a cargo de los municipios y en su inciso h dice: “Seguridad pública, en los términos del artículo 21 de esta Constitución, policía preventiva municipal y tránsito;”. 

El apartado VII del mismo precepto constitucional expone: “La policía preventiva estará al mando del presidente municipal en los términos de la Ley de Seguridad Pública del Estado. Aquélla acatará las órdenes que el Gobernador del Estado le transmita en aquellos casos que éste juzgue como de fuerza mayor o alteración grave del orden público”. 

Esta información y la concerniente a las leyes secundarías se le debe enseñar con peras y manzanas a la presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto, Maricarmen Hernández Solís, quien se dedica a todo, menos a garantizar servicios públicos de calidad y una seguridad pública eficiente a la sociedad carrilloportense.

Con el asalto y robo que fue víctima el tesorero ejidal de Chunyaxché y anexos en su domicilio del poblado de Chumpón, ubicado en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, se destapó la cloaca en que se encuentra la Policía Municipal, toda vez que el gobierno de Maricarmen Hernández Solís la tiene en total abandono, a tal grado que la mayoría de las patrullas se encuentran inservibles, unas en el taller, donde no las pueden sacar por falta de recursos para comprar las refacciones y otras en el corralón, porque ya están inservibles.

Ante la falta de patrullas en Chumpón, los elementos policiales que se encontraban de guardia en Chumpón, la madrugada del hurto en la casa del tesorero ejidal, tuvieron que llegar corriendo al lugar de los hechos, mientras el grupo de cinco personas armadas se daban a la fuga en una camioneta, la cual abandonaron al sufrir un accidente en la carretera, pero los elementos de la policía municipal de Felipe Carrillo Puerto, nada pudieron hacer, por falta de un vehículo para prestar el auxilio y después ir tras los ladrones.

El trato que recibe el personal de la Policía Municipal para el desempeño de sus actividades es denigrante, porque la presidenta municipal carece de la capacidad de percepción de la importancia de la tarea que desempeñan las mujeres y hombres policías para el bienestar de la población residente y visitantes del municipio.

Tal es el desprecio hacia el personal policial y a la población que en aquellos lugares que hay patrulla, solo les destinan de 10 a 30 litros de gasolina cada 15 días, por lo que si la unidad funciona, tiene que estar también parada por falta de combustible y para que no se descomponga, porque cuando esto ocurre responsabilizan a los policías.

Con esta cantidad de combustible es imposible que se pueda brindar un servicio eficiente a la ciudadanía, por lo que algunas autoridades locales apoyan con algunos litros de gasolina, lo cual sigue siendo insuficiente.

Otra grave deficiencia a la que se enfrentan los policías es que la presidenta municipal envía automóviles como patrullas a la zona rural, donde las condiciones de los caminos exigen camionetas aptas para esos recorridos y no automóviles que no tienen la altura ni la capacidad para recorrer los caminos de terracería y más en temporada de lluvias cuando las brechas se vuelven intransitables.

La falta de conocimiento de la presidenta municipal en materia de seguridad pública, pero, además, la falta de voluntad para que la asesoren, adecuadamente, ha llevado a que el derecho a la seguridad pública de la ciudadanía se vulnere de manera sistemática en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.

Omisiones como la formación de una cultura de convivencia armónica en las localidades y respeto al estado de derecho, ha provocado que la violencia se incremente y salga a relucir la vulnerabilidad de la Policía Municipal, como ha ocurrido en la comunidad de Santa Rosa, donde la semana pasada, un grupo de vándalos baleó a un joven y lesionaron de gravedad a un policía municipal que acudió a prestar el servicio de auxilio durante una riña, por lo que ahora se encuentra en estado de coma en un hospital de Chetumal, hechos que hasta el momento no ha investigado la Fiscalía General del Estado.

La inseguridad y violencia se ha extendido por todo el municipio, mientras Maricarmen Hernández Solís insiste en reelegirse para los comicios del mes de junio de 2024, pero se ha olvidado que una de sus obligaciones es contar con una policía municipal eficiente para lo cual requiere conocimientos y presupuesto para adquirir patrullas adecuadas para la zona, pagar el combustible y el mantenimiento, así como pagarle dignamente a los policías, entregarles uniformes y armamento, así como darles capacitación constante.

Este lunes 13 de noviembre fue encontrado el cadáver de un hombre en camino de terracería en el poblado Naranjal, ubicado a unos 90 kilómetros de la cabecera municipal de Felipe Carrillo Puerto. De acuerdo al reporte policial el hallazgo se realizó a dos kilómetros y medio del entronque del poblado El Naranjal y la Carretera Federal 293 Chetumal-Mérida.

Los requerimientos del servicio de seguridad pública en el municipio son múltiples, pero la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto carece de la capacidad técnica y de recursos para ello.

Recientemente, el subdelegado de la comunidad de Muyil Gaudencio May Cen, solicitó la presencia de la Policía Municipal, principalmente, los fines de semana, cuando la localidad se convierte en una gran cantina al aire libre, porque los trabajadores del Tren Maya y del Aeropuerto de Tulum llegan a ingerir bebidas embriagantes en la vía pública, lo que ha generado hechos de violencia, pero se carece de la los servicios de la policía, a pesar que en repetidas ocasiones se ha pedido su presencia.

Habitantes de la comunidad han tenido altercados con los trabajadores por su comportamiento cuando se encuentran ebrios, porque realizan sus necesidades fisiológicas en la calle, le faltan el respeto a mujeres y el ruido que hacen hace imposible una sana convivencia familiar los fines de semana.

Declaró a la prensa que ha solicitado formalmente que comisionen a un grupo de policías, por lo menos los fines de semana, pero sus llamados han sido inútiles, por lo que advirtió que espera que no ocurra una confrontación de graves consecuencias, porque sin la presencia de la Policía Municipal la anarquía de los trabajadores sobrepasa los límites de tolerancia de la población.

A los policías que se quejan de las pésimas condiciones laborales, mal salario y falta de equipo y armamento para desempeñar su labor, los someten a juicio en la Comisión de Honor a Justicia, para despedirlos sin respetarles sus derechos laborales.

Graciela Machuca

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