La corrupta historia del abogado Javier Tun Jiménez, en perjuicio de los ejidos de Quintana Roo
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
Los ejidatarios que se encuentran protestando en carreteras de Quintana Roo por incumplimiento del gobierno federal ante el incumplimiento de los acuerdos previos a la construcción de obras del Tren Maya y del Aeropuerto Internacional de Tulum, tienen todo el derecho que las autoridades correspondientes les aclaren en qué ya les han cumplido, en qué no y por qué, como un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas, además, porque la legislación que norma a los núcleos agrarios en este país, fue hechas para protegerlos, aunque su eficacia se ha perdido en el burocratismo institucional.
Sin embargo, la sola presencia del abogado Javier Tun Jiménez, quien tiene un largo historial de corrupción e injusticias en los diferentes ejidos de Quintana Roo por donde se ha aparecido, desacredita el movimiento y las razones de los ejidatarios, porque a él no le interesan los derechos de los hombres y las mujeres del campo, sino solo su beneficio personal, como se ha demostrado a lo largo de la historia con la serie de despojos que ha cometido en agravio de ejidos y de particulares.
Llegó el momento que el pueblo de Quintana Roo se libere de este tipo de personajes que solo han medrado con los derechos del campesinado, los ha despojado y hecho negocios en su perjuicio.
Durante sus primeros años como abogado, egresado de una universidad de Yucatán, fue nombrado juez en Felipe Carrillo Puerto, de donde fue corrido por los actos de corrupción que cometió y que se le demostraron en ese entonces.
En este municipio y en sus diversos ejidos se le conoce muy bien por esos antecedentes de mal servidor público y porque, posteriormente, vio en la asesoría de ejidos su minita de oro, porque allí se ha podido hacer de tierras con supuestas donaciones de docenas de hectáreas y el despojo a familias.
De mala fe y sin asesorar profesional y éticamente a los ejidatarios, los ha llevado por un camino de confrontación con el gobierno federal y con las autoridades estatales, con la finalidad de generar disturbios, delitos federales y estatales, haya detenciones y así poder negociar a nombre de los ejidos, a quienes como siempre los dejará en el abandono y sin capacidad de dialogar con las autoridades.
Los ejidatarios de Chunyaxche y anexos le reclaman al gobierno federal m´s de cinco mil hectáreas, la cual, según las autoridades, es propiedad del gobierno federal, por lo que han realizado cierres de carreteras en Quintana Roo, principalmente en la federal 307.
Estas acciones, impulsadas por Tun Jiménez, han generado el retraso de las negociaciones con el gobierno federal, afectando directamente al ejido y la población en general, pero al abogado Javier Tun Jiménez eso no le importa, lo que quiere es cobrarle con tierras al ejido y quedarse con un porcentaje de la indemnización que busca.
Hay que recordar, qué en el año 2021, la Asamblea General del Ejido Chunyaxche le prohibió que ingresara en esa demarcación, porque se estaba metiendo en asuntos internos, quería quedarse con 40 hectáreas de tierras que decía que el ejido le había donado por sus servicios, por la buena relación que tiene con el presidente del Comisariado Ejidal, la cual no comparte la mayoría de los ejidatarios.
A pesar de la inconformidad de la Asamblea convenció a un grupo de seguidores del Comisariado Ejidal para que de manera colectiva realicen acciones de protesta en la carretera federal, sin asesorarlos adecuadamente sobre sus intereses jurídicamente fundamentados y sobre los delitos que incurren al bloquear tramos carreteros de la Federación y privar de su libertad a servidores públicos, como ha ocurrido en la Carretera Federal 307, a la altura del entronque Chumpón, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto.
La superficie que reclama el ejido es de 5 mil 494 hectáreas, la cual forma parte de un área natural protegida, pero ello representa un gran negocio para Tun Jiménez, quien cobrará a los ejidatarios en especie y en efectivo, como lo ha hecho en otras ocasiones al cobrarles con el usufructo de zonas maderables.
Estas hectáreas forman parte de un intercambio de ocho mil hectáreas que el ejido liberó para las obras del Tren Maya y el Aeropuerto Internacional de Tulum, transferencia que está en proceso jurídico, según autoridades federales.
A Javier Tun Jiménez no lo quieren en diversas localidades y ejidos de Quintana Roo por los actos de corrupción y despojos de predios que ha realizado en Playa del Carmen, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, entre otros lugares.
Este abogado de los carteles del despojo en Quintana Roo debe acordarse muy bien porque no puede regresar libremente a Playa del Carmen o a Tulum, donde lo corrieron con machete en mano, porque se cansaron de sus fechorías.
Ahora, su único reducto de operación es Muyil, pero no sigue utilizando a los campesinos para su beneficio personal.
En el momento que tanto las fiscalías Estatal como General de la República le ejecuten las ordenes de aprehensión que le tienen archivadas, porque no es posible que Quintana Roo siga teniendo este tipo de personajes que le han hecho el trabajo sucio a muchos gobiernos del pasado.
En las últimas horas se informó que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas acompañará en todo el proceso de #titulación de las 5 mil 494 hectáreas que colindan con la #biosfera de la #reserva de Sian Ka’an, así como la agilización en dicho proceso en menos de 4 meses poder concluir dichos trámites.
Adán Humberto Peña, titular de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), dijo: “No fue un abandono sino que fue un tema de los trámites que no se pudo clarificar el tema de los procedimientos y cuando ya se estaba avanzando pues se (de)tuvo un poco el proceso, entonces ahora ya encontramos cuál era la traba y ahorita ya la vamos a resolver con este documento pues vamos a avanzar lo antes posible, porque decían los ejidatarios que en cuatro meses es mucho y vamos a ver qué tanto podemos reducir el plazo”.
Graciela Machuca
