PASPARTíš: Alianza ”UNE» en Conflicto de Interés….Y EL INE?

0

 

Graciela Machuca.—

El dí­a de ayer encontré ‘Los Santitos de Carlos Joaquí­n’, en la columna que escribe Mauricio Flores para el diario La Razón. En esta, se da a conocer que el candidato de la Alianza PAN-PRD por la gubernatura del Estado de Quintana Roo, ha dispuesto para su uso de un avión propiedad del empresario Santos Sanella.

Se trata de un Embraer 100 matrí­cula XA-ASS, con base en el Aeropuerto Internacional de Puebla, activo de la firma Flying S.A., en el que Carlos Joaquí­n habrí­a viajado y de lo que no habrí­a dado cuenta en su declaración 3 de 3. El candidato habí­a negado el uso de aviones privados en su campaí±a a mediados de la semana pasada, pero existen registros de que el lunes 25 de abril voló en el avión de Zanella de Cancún a Toluca, y al dí­a siguiente, de Toluca a Mérida y luego a Cancún.

El benefactor de Carlos Joaquí­n es desarrollador inmobiliario, fabricante de muebles, dueí±o de casas de empeí±o y socio de una litografí­a. En diversos medios se le acusa de haber conseguido ventajosos contratos con el gobierno del Estado de Puebla, convirtiéndose en proveedor de vehí­culos para el rubro de seguridad pública, después de que participó como promotor de la campaí±a del hoy gobernador Rafael Moreno Valle.

Carlos Joaquí­n habrí­a viajado también para buscar el apoyo económico de empresarios Yucatecos, reuniéndose con el alcalde albiazul, Mauricio Vila, en el Country Club Mérida, quien estuvo acompaí±ado de Jorge Brizuela, Hesiquio Aguilar y Gustavo Miranda, así­ como los infaltables Antonio Abraham Xacur y Ricardo Abraham Mafud.

Los empresarios tienen derecho a decidir a qué o a quién aportan recursos, siempre que no sobrepasen los lí­mites legales, pero en tiempos electorales es bastante frecuente que los destinen a un candidato, con miras a la obtención de provechosos contratos en el futuro cercano. El INE es muy estricto en cuanto al uso del presupuesto público en las campaí±as, por lo que no pocos polí­ticos buscan padrinos, cuyos donativos no reportan para no ser sancionados.

Conflicto de interés, es el probable delito derivado del ejercicio del poder público, cuando un funcionario actuara en favor de un individuo o de un grupo, de quien anteriormente hubiese recibido favores o recursos. Es a todas luces lógico que el comprometido personaje en cuestión, beneficiarí­a directamente a sus promotores con muchas de las decisiones que tomara en el cargo que le hubiera sido encomendado, dejándose de lado la ética para injustamente satisfacer intereses particulares.

Los conflictos de interés están presentes en muchas áreas de nuestra vida, siendo natural, incluso, que la comisión de este delito pase fácilmente desapercibida. De un tiempo a la fecha, sin embargo, algunos medios informativos se han decidido a exhibir algunos de estos actos, muchas veces sin la posibilidad de lograr acreditarlos, pero no pocas veces han pasado por alto las acciones de algunos polí­ticos menos populares, que se han dedicado a beneficiar a sus aliados del poder empresarial, una vez que se convierten en gobernadores o alcaldes.

Conflicto de interés, por ejemplo, es ser director de una empresa y, simultáneamente, socio de otra, proveedora de esta. En algún momento, se deberán tomar decisiones en relación a los proveedores y a la propia empresa, y el estar en ambas partes del conflicto, hará que una persona decida en favor de la que mayores beneficios financieros le reporte, sin importar que incurriera en practicas desleales con la otra.

No se puede beneficiar a unos sin dejar de perjudicar a otros y, por tal motivo, es importante considerar que los empresarios que financian campaí±as polí­ticas no son garantí­as de transparencia, sino de ambición anticipada y manifiesta. Si un candidato admite obsequios de la cúpula empresarial, así­ sea en especie, el dí­a de maí±ana deberá pagarlos, quedando los ciudadanos al margen de los compromisos adquiridos por este, pues una negativa a cumplir esos pactos secretos, no harí­a sino poner a trabajar el capital en detrimento de la democracia.

Si a Carlos Joaquí­n se le acabó el dinero cuando aún falta un mes de campaí±a, no es imposible que reciba todo cuanto la iniciativa privada decida proporcionarle. Es sólo que los votantes deberí­an prever la situación y estar preparados, para cuando, en caso de ganar él, sus padrinos se presentaran a cobrarle.

Pedir colaboración a los representantes del poder económico, no hace sino comprometer las acciones de los candidatos y condicionar las acciones futuras a las necesidades de los millonarios, que en Quintana Roo han visto ya no sólo un paraí­so para las inversiones de tipo turí­stico, sino para la extracción de los tan bien cotizados hidrocarburos.

Los viajes de Carlos Joaquí­n en avión privado deben ser del conocimiento público, porque sólo así­ sabrá la población si son confiables quienes lo están patrocinando, y por otra parte, el INE estará obligado a determinar si no ha incurrido el candidato de la alianza PAN-PRD en una violación a las leyes electorales, que conocedoras de esta situación, también han previsto las posibles sanciones en diversos códigos legales.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *