Hace 25 aí±os, Zócalo Rojo – José Woldenberg

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Publicadas por La pior de todas a la/s 9:37 p.m.

REFORMA

Hace 25 aí±os (casi), el 19 de junio de 1982, el Zócalo de la Ciudad de México se vio inundado por una multitud que apoyaba la candidatura a la Presidencia de la República de Arnoldo Martí­nez Verdugo, postulado por el Partido Socialista Unificado de México. Aquel dí­a, por primera vez luego de 14 aí±os, una manifestación independiente ocupaba ese espacio. Desde las masivas concentraciones de 1968 el Zócalo se habí­a convertido en tabú, en zona prohibida para la oposición y desde el gobierno se impedí­a por todos los medios que voces disidentes se expresaran ahí­. Era un área que sólo podí­a ser explotada por el oficialismo. No obstante, aquel dí­a, miles y miles de hombres y mujeres caminando desde un costado del Monumento a la Revolución llegaron a la plaza con sus banderas rojas. Y entre consignas y gritos ejercieron sus derechos e hicieron suya y ayudaron a construir esa noción evanescente que denominamos libertad.

Hace un cuarto de siglo, el PSUM realizó su primera y única campaí±a presidencial. La novedad: lo hací­a amparado en la ley. En 1976, el Partido Comunista habí­a postulado como candidato a la Presidencia a Valentí­n Campa para hacerse presente a la luz del dí­a y como fórmula para denunciar su exclusión arbitraria del marco electoral. La reforma polí­tica del aí±o siguiente (1977) no puede explicarse sin aquel reclamo y sin la enorme conflictividad que cruzaba al paí­s y que no encontraba puentes de comunicación con el espacio institucional. Las elecciones intermedias de 1979 habí­an sido la primera prueba de la reforma y en 1982 contendí­an siete candidatos a la Presidencia, luego de que en 1976 oficialmente sólo habí­a una opción, la de José López Portillo apoyado por el PRI, el PPS y el PARM. Ahora, los partidos eran considerados por la Constitución «entidades de interés público» y podí­an ejercer una serie de derechos y prerrogativas y eso era lo que hací­a, sin duda, el PSUM.

Hace 25 aí±os, el PSUM representaba el primer intento de unificar a la izquierda mexicana. Hasta ese momento profundamente dividida y sin peso sustantivo en las elecciones, se trataba de revertir esa situación y proyectarla como una fuerza alternativa. El 6 de noviembre de 1981 se habí­an fusionado en la nueva organización, los partidos Comunista Mexicano, del Pueblo Mexicano (PPM), Socialista Revolucionario (PSR) y los movimientos de Acción Popular (MAP) y de Acción y Unidad Socialista (MAUS). Trayectorias, idearios, formas de acción distintas se conjugaban para intentar multiplicar el peso de la izquierda. Visto en retrospectiva, se trató de un primer eslabón que en los aí±os siguientes se reforzarí­a con nuevos y más abarcadores procesos de fusión entre partidos, agrupaciones, corrientes e individuos.

Hace 25 aí±os, cuando la mitad de los mexicanos que hoy están vivos aún no nací­an, los candidatos del PSUM hicieron campaí±a a lo largo y ancho del paí­s. Explotando las nuevas condiciones polí­ticas y legales desplegaron sus iniciativas para entrar en contacto con miles y miles de ciudadanos. Arnoldo Martí­nez Verdugo y su caravana recorrieron el paí­s en 185 dí­as. Arrancó el 4 de diciembre de 1981 en la Plaza de Santo Domingo en el Distrito Federal y de ahí­ a Alcozauca, Guerrero (en la montaí±a), pequeí±o municipio enclavado en el fondo de una caí±ada, y que habí­a sido el primero «conquistado» por el PCM… y ni un solo dí­a fue de reposo. La izquierda entonces aparece en periódicos y revistas y de manera marginal en la radio y la televisión. Se empieza a convertir -como dirí­a Mitterrand- en parte del paisaje. «El candidato del PSUM recorrió más de 38 mil kilómetros para visitar 202 municipios y poblados en los que encabezó 311 actos públicos, entre ellos 167 mí­tines, 65 comidas populares; y asistir a 10 penales para hablar con prisioneros polí­ticos. Además, encuentros, marchas, foros y ofrendas florales. En total cerca de 305 mil 790 personas acudieron a tales concentraciones. Nunca, como entonces, una campaí±a proselitista de izquierda tuvo contacto personal con semejante cantidad de mexicanos», escribieron los entonces reporteros Rogelio Hernández y Roberto Rock en su vibrante crónica de la campaí±a titulada precisamente Zócalo Rojo (Océano, 1982, p. 21).

Hace 25 aí±os, la campaí±a del PSUM intentó poner en el centro del debate público los diagnósticos y las propuestas, hacer de la confrontación polí­tico-electoral un escenario cargado de ideas, análisis, iniciativas. Así­ lo escribió entonces Rolando Cordera: «se requerí­a… convertir a la campaí±a en una suerte de foro omnipresente en el cual el Partido frente a la sociedad, el Estado y la Nación, ubicara o descubriera los nudos estratégicos de la problemática mexicana, explorara y arriesgara soluciones, especulara y proyectara ví­as de acción, coaliciones posibles y aparentemente imposibles, y vislumbrara, con el máximo de libertad, nuevas plataformas de desarrollo social y polí­tico… lo anterior pretendí­a establecer como eje de la acción polí­tica del socialismo mexicano la noción de proyecto nacional alternativo» (en Zócalo Rojo, Op. cit., p. 11-12). Se discutí­a sobre las posibilidades de «una nueva sociedad rural» y la defensa de los recursos naturales, sobre el diálogo entre cristianos y marxistas y la situación de los indí­genas, sobre los contenidos de una nueva reforma polí­tica y la necesaria libertad y democracia en los sindicatos, la emancipación de la mujer, los problemas de la educación y «el socialismo al que aspiramos» (A. Martí­nez Verdugo, El proyecto socialista, editorial del Comité Central, 1983, 323 págs).

Hace un cuarto de siglo, en la elección presidencial, el PSUM y Arnoldo Martí­nez Verdugo obtuvieron 821 mil 995 votos, el 3.48 por ciento

Graciela Machuca

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