Premio de consolación a Mendicuti como Secretario de Gobierno de Quintana Roo

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Relegado de la repartición de delegaciones federales, el ex alcalde de Playa del Carmen y ex titular de la Sedari, Gabriel Mendicuti Lorí­a, fue enviado a la Secretarí­a de Gobierno como un premio de consolación, aunque en la opinión de muchos no merecí­a nada a cambio de su pésimo desempeí±o en las últimas encomiendas a su cargo.

Empresario convertido en polí­tico, Mendicuti Lorí­a encontró que no hay mejor negocio que la ”grilla», y desde su paso por la alcaldí­a de Solidaridad (Playa del Carmen) no ha dejado de estar colgado de la ubre presupuestal.

Y es que Gabriel Mendicuti se vende como un buen negociador y como un excelente operador polí­tico. Sus aí±os como empresario y su experiencia en puestos públicos lo han hecho aprenderse el manual del verbito fácil, y convence a cautos e incautos de su potencial y capacidad.

Pero en los hechos, su desempeí±o gris en la administración pública han decepcionado a más de uno, que veí­an en él a un funcionario con posibilidades de crecimiento.

Las elecciones federales de 2012 fueron la prueba de fuego para Mendicuti y sus ”habilidades» operativas, al ser nombrado el coordinador de la campaí±a de Enrique Peí±a Nieto en Quintana Roo. El reto era mayúsculo, sobre todo porque en el 2006 el perredista Andrés Manuel López Obrador barrió con todos sus competidores.

Pero Mendicuti no pudo con el paquete, y a pesar de los infinitos recursos y la poderosa maquinaria priista en Quintana Roo su candidato fue vapuleado, evidenciando que sus proclamadas capacidades polí­ticas eran puro humo de petate.

Como titular de la Sedari, las cosas tampoco han pintado bien en la gestión de Gabriel Mendicuti. Las manifestaciones y protestas de campesinos por el abandono en el que está sumido el campo quintanarroense han sido la marca de la casa desde que Gabriel ocupa la oficina central de la dependencia.

Además del descontento de los campesinos, ganaderos y ejidatarios, trabajadores de la Comisión Estatal de Sanidad Vegetal también manifestaron su rechazo al desempeí±o del titular de la Sedari, ya que no recibieron su salario por meses gracias a que la dependencia no liberaba los recursos. Tras semanas de protestas y manifestaciones, recibieron su pago.

Por si fuera poco Gabriel Mendicuti dilapidó en menos de dos aí±os un proyecto exitoso que estaba cobrando relevancia a nivel mundial: Hidroponí­a Maya, el cual cayó en manos de particulares tras un turbio manejo del asunto.

Pese a todo, el funcionario se sentí­a merecedor de ser el titular de una delegación federal. Se sentí­a seguro. La tení­a en la bolsa. Pero se equivocó, su capital polí­tico no le alcanzó para ser tomado en cuenta para un puesto de esa envergadura.

Como premio de consolación aterrizó en la degradada Secretarí­a de Gobierno, que desde hace mucho ha perdido su trascendencia y se ha convertido en un albergue de descanso para burócratas de lujo. En lo práctico, no tiene peso y no tiene poder.

Lo que llama la atención es que una vez más los chetumaleí±os quedaron fuera de la Secretarí­a de Gobierno, antes una posición asegurada para la clase polí­tica del sur para mantener el equilibrio con Cozumel. Una vez más, los chetumaleí±os se quedaron como el chinito: ”nomás milando».

Graciela Machuca

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