‘Enloquecidas por la democracia’
Guadalupe Loaeza
Supe de ellas en 1988. Supe que habían formado un movimiento político llamado «Mujeres en Lucha por la Democracia» (MLD) y supe que habían invitado a mujeres de todos los movimientos sociales y políticos del país: feministas, universitarias, científicas, artistas, escritoras, sindicalizadas y las del movimiento popular. Después me enteré que había sido Graco Ramírez, entonces dirigente del PMS (Partido Mexicano Socialista, una de las organizaciones que impulsaron la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia de la República), quien al verlas tan indignadas a raíz del fraude electoral de ese mismo aí±o, cuando «se cayó y se calló el sistema», les preguntó a sus cuatro fundadoras: Ana Lilia y Elena Cepeda, Guadalupe Rivera Marín y Déborah Holtz: «¿Qué es lo que pasa que las mujeres no se manifiestan?». Las cuatro se miraron entre sí y a partir de ese momento empezaron a organizarse con verdadero fervor. Había que elegir un nombre para la asociación, un nombre que transmitiera la imperiosa participación de la mujer para contar con una institución electoral independiente de la Secretaría de Gobernación. Después de mucho pensarlo, de pronto Guadalupe Rivera exclamó: «Sí, de mujeres, pero en lucha, en lucha… por la Democracia». En enero de 1990, «Mujeres en Lucha por la Democracia» se constituye como asociación civil ante la Notaría No. 180, gracias a una gran mujer, quien también siempre ha estado en busca de la democracia en nuestro país, la licenciada Olga Sánchez Cordero. En uno de los primeros foros de análisis convocados por la asociación, Ana Lilia se atrevió a proponer: «¿Por qué no tener una credencial con la foto del elector?». De inmediato, alguien de entre el público levantó la mano y dijo a todo pulmón: «Ay, sí, ya parece que Kodak le va a poder sacar fotos a cada uno de los electores». Todos se rieron. Era una quimera. A raíz de esta propuesta existe una nota periodística con el encabezado «Mujeres enloquecidas por la democracia».
Después vinieron foros y más foros, en donde se debatía la importancia de tener más representantes en el Congreso. Era importante que hubiera más mujeres en puestos de decisión política. En 1991, MLD invitó a varias organizaciones a convocar a la Convención Nacional de Mujeres para la Democracia en donde se invitaba a participar en la coyuntura electoral, postulando como candidatas a muchas destacadas mujeres de la vida política nacional. Como resultado de esta gran movilización nacional por la democracia, se logró que el Congreso de la Unión resultara integrado por el 5% de mujeres, incipiente avance pero significativo, ya que a partir de la inclusión, las propuestas no pararon de fluir. Primero se promovió la aceptación de la figura de las candidaturas independientes y la de Agrupaciones Políticas Nacionales, para darles posibilidad a los ciudadanos de participar políticamente en espacios distintos a los partidos políticos. En este contexto las Mujeres en Lucha lograron el registro como agrupación política nacional a finales de los noventa conformando delegaciones en 13 estados de la República y llegando a contar con 7 mil afiliadas.
Entre las 7 mil afiliadas, estaba yo. En 1991, participé como integrante de «Mujeres en Lucha…» en «La Marcha por la Dignidad» para protestar ante el fraude que se le había cometido al doctor Salvador Nava. Siete aí±os después, el martes 17 de febrero de 1998, grité junto con las «Mujeres en Lucha…» a todo pulmón: «¡¡¡Fuera Olea, fuera!!!». En junio de 1999, se nos otorga el registro como Agrupación Política Nacional ante el IFE y se protocolizan actas de Asambleas y Declaración de Principios, Plan de Acción y aprobación de Estatutos, ante el Notario No. 104, licenciado José Ignacio Sentíes Laborde. En esos aí±os, a sabiendas de las desventajas y el difícil acceso de las mujeres a cargos de elección popular, MLD funda el primer Centro de Liderazgo para la Mujer con el objetivo de brindar bases firmes que ayudaran a las mujeres a ser competitivas en un ámbito fundamentalmente destinado a los hombres.
Han pasado 25 aí±os desde la fundación en agosto de 1988 de «Mujeres en Lucha por la Democracia». Por eso el sábado nuestros anfitriones fueron una de las cuatro fundadoras y el inspirador para que se formara nuestra agrupación, Elena Cepeda y Graco Ramírez. Ya convertido en gobernador constitucional del estado de Morelos, Graco y su esposa nos recibieron con el corazón abierto, en la Casa de Gobierno, con una espléndida cena. Hubo discursos, brindis y muchos aplausos por todo lo que la agrupación ha logrado. Ana Lilia y Elena Cepeda, junto con Guadalupe Rivera, elevaron su copa para brindar por las 30 mujeres presentes. A la maí±ana siguiente, durante nuestra Séptima Asamblea Nacional Ordinaria, ratificamos en el hotel Colonial, frente a las delegadas del Distrito Federal, Morelos, San Luis Potosí, Quintana Roo, Yucatán, Estado de México, Tabasco y Veracruz, a la presidenta del Comité Nacional Operativo, Patricia Ruiz Anchondo.
Todas estábamos felices. í‰ramos 30 mujeres esperanzadas, pero sobre todo y como nunca «enloquecidas por la democracia» de nuestro país.