Cáncer de ovario, el más letal en México

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cronica.com.mx

El cáncer de ovario es considerado el más letal en México, ya que es la segunda causa de muerte en enfermedades ginecológicas, además de que cada dí­a mueren cinco mujeres por esta causa, afirma el Instituto Nacional de Cancerologí­a (Incan).

El cáncer de ovario es un tumor maligno que se forma en el ovario, pero no es detectado por el papanicolau, ya que se trata de un órgano muy complejo que puede ser asiento de numerosos tumores.

Cabe seí±alar que la mitad de las mujeres que sufren de cáncer de ovario, logran extender la esperanza de vida por medio de cirugí­a y quimioterapia.

Es necesario que las mujeres en grupos de alto riesgo se realicen ultrasonidos pélvicos o transvaginales por lo menos cada aí±o, para estar en condiciones de que se detecte cualquier anomalí­a y pueda atenderse a tiempo.

Recordemos que las mujeres de 40 aí±os en adelante, que ya han pasado por la menopausia y tienen antecedentes familiares de cáncer, fuman, consumen alcohol o cualquier otra sustancia daí±ina para la salud, están en riesgo y deben realizarse chequeos periódicos.

Es muy preocupante la situación de salud en la que se encuentran nuestras mujeres mexicanas, ya que el 85 por ciento de los casos no son detectados, además de que alrededor de 4 mil casos son detectados anualmente.

Contar con la información oportuna sobre cualquier enfermedad, es básico para nuestra salud, por ejemplo, el cáncer de ovario puede confundirse con colitis, parasitosis, enfermedades pélvicas inflamatorias e infecciones urinarias, y así­ no damos importancia a las anomalí­as en nuestro cuerpo.

Justamente es en las polí­ticas públicas en materia de salud, que tenemos que trabajar para informar a las mujeres sobre las posibles amenazas de que pueden ser ví­ctimas, y no toman en cuenta, muchas veces, por la vida tan apresurada que vivimos todos los dí­as.

Este cáncer alcanza a paí­ses industrializados de Europa Occidental, Israel, Canadá y EU; se trata del sexto tumor maligno más frecuente en las mujeres tras el de cáncer de mama, intestino grueso, pulmón, útero y linfomas.

Para un importante problema de salud como es el cáncer de ovario, es necesario realizar diagnósticos y dar seguimiento con tratamientos adecuados a las mujeres que se encuentren enfermas, que tengan la certeza de que contarán con el apoyo necesario para tener la mejor calidad de vida posible.

Es importante seí±alar que ante esta enfermedad el 70 % de las mujeres que padecen un cáncer de ovario sobrevive al menos durante cinco aí±os con una extirpación total del tumor y ésta se consigue en hasta el 80 % de las pacientes que se operan en centros con cirujanos especializados frente al 35 de las que lo hacen en otros sin esa especialización, así­ lo seí±aló el Grupo Espaí±ol de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico).

El programa ALAS del Instituto Nacional de Cancerologí­a atiende a unas 200 mujeres, y se lleva a cabo un trabajo de educación e información de la enfermedad.

La incorporación de mejores tratamientos es la diferencia para lograr prevenir este tipo de enfermedades o en su caso, brindarles a las mujeres que lo padecen un tratamiento con el que puedan lograr erradicar el problema.

Otro rubro que me parece de igual forma, muy importante es contar con personal especializado que atienda la enfermedad, además de que tienen que incorporarse a nuestro sistema de salud terapias especí­ficas.

En mayo de este aí±o, se llevó a cabo el primer trasplante de ovarios de Latinoamérica en un hospital de Guadalajara, Jalisco; la paciente padeció cáncer cervicouterino, el cual le fue detectado y tratado en Francia.

Sin embargo, México está demostrando que cuenta con todas las herramientas y conocimientos de cualquier paí­s de primer mundo, y seguramente será el inicio de muchos avances cientí­ficos en la materia, para preservar la fertilidad de pacientes mexicanas.

No olvidemos que debemos ofrecer a estas mujeres las opciones de ayuda disponibles con el objetivo de que se reintegren a su vida de forma global, incluyendo el apoyo psicológico.

Graciela Machuca

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