Trata de personas en corredor Puebla-Tlaxcala deja ganancias de hasta 42 mdd

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pueblaonline.com.mx

Un reportaje de Excélsior revela que la trata de personas deja anualmente una ganancia ilí­cita de más de 32 mil millones de dólares al crimen organizado multinacional. Tan sólo en México, la cifra alcanza 42 millones de dólares con la explotación de 70 mil ví­ctimas de 47 grupos criminales, entre ellos Los Zetas, Los Rojos, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Templarios y el cártel del Golfo, que han tejido alianzas con familias dedicadas a ese delito en Tlaxcala.

Las conexiones de esas familias tlaxcaltecas están en 17 estados: Puebla, Sonora, Guerrero, Chiapas, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Quintana Roo, Jalisco, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Querétaro, Zacatecas, Nuevo León y el Distrito Federal son un nicho para el robo de personas.

Las alianzas entre grupos han originado nuevos corredores dedicados al traslado de menores de edad y jóvenes mujeres para explotación sexual, además de trabajo forzado en plantí­os de estupefacientes, halconeo y narcomenudeo.

Investigaciones de de la Subprocuradurí­a Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), de la Procuradurí­a General de la República, han trazado un mapa donde los nuevos corredores de traslado de ví­ctimas se concentran en la parte central del paí­s, que abarcan conexiones entre Guerrero, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal. Otro está conformado por Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Puebla y Querétaro, los dos con destino al norte y Estados Unidos.

Uno de los corredores más importantes y poco conocido por las autoridades lo integran los municipios de Acapulco, Chilpancingo y Taxco, en Guerrero, hacia Jojutla, Xochitepec, Temixco, Jiutepec, Cuernavaca y Totolapan, en Morelos, para conectar al llamado corredor oriente del Estado de México, desde Amecameca hasta Ecatepec, o Tlaxcala y Puebla.

Acusan complicidad

Al respecto, la presidenta de la Comisión de Turismo en el Congreso de Morelos, í‰rika Cortés, enfatizó que desde 2012 se tiene conocimiento sobre este nuevo corredor utilizado por el crimen organizado.

”Es la franja de nuestro estado que delimita con otros estados, que es la entrada y salida muy fáciles hacia al Estado de México, Puebla, Guerrero, por supuesto hacia el Distrito Federal y de alguna manera es parte de la forma en la que opera esta delincuencia organizada en cuanto a la trata de personas.»

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, Lucero Bení­tez Villaseí±or, destacó que es una realidad que los grupos del crimen organizado se han apoderado del estado en complicidad con las autoridades locales y que utilizan los usos y costumbres de las poblaciones para delinquir.

”También hay muchos municipios aquí­ que se basan en usos y costumbres y el permitir esa situación y la venta de sus hijos para la explotación sexual o para el trabajo, pues ha permitido que en muchos lugares los presidentes municipales den autorización para lugares en donde se ve la situación de trata de personas».

Escasa vigilancia

Otro de los corredores en el Estado de México se ubica en la zona oriente, en Chalco, Ixtapaluca, Los Reyes La Paz, Nezahualcóyotl, Ecatepec y Tecámac, con conexiones a Puebla, Tlaxcala, Veracruz, a través del circuito mexiquense, Arco Norte, calzada Ignacio Zaragoza y avenida Texcoco, que no tiene una vigilancia estricta en kilómetros.

El modo de operar de los criminales es trasladar a las ví­ctimas en una parte de las cajas de los tráileres, porque al ser detenidos únicamente son revisadas las áreas donde llevan productos.

Según testimonios de ví­ctimas recabados por la Fundación Pozo de Vida, el robo de nií±as lo realizan sujetos que traen consigo un trapo con cloroformo para someterlas y dormirlas.

Uno de los testimonios es el de Estrella, quien fue raptada en Ciudad Cuitláhuac, Veracruz, donde asegura que fue dormida y trasladada en un tráiler.

”En un abrir y cerrar de ojos; eran dos hombres que traí­an unas máscaras negras, como de gorro; no se les veí­a la cara, fue muy rapidí­simo, nos pusieron algo, yo recuerdo que era un trapo con un olor muy fuerte, tan fuerte que yo recuerdo solamente haber gritado», relató a esa fundación.

El modo de operar es enganchar o secuestrar a menores de edad de Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y Chiapas y enviarlas a sus casas de seguridad en el municipio de San Miguel Tenancingo, Tlaxcala, para después de un mes trasladarlas a la frontera de Tijuana o al Distrito Federal.

Así­, el traslado de las menores es a través de una camioneta de tres y media toneladas que llega a Tlaxcala a la medianoche, la cual toma la ruta de la región del volcán La Malinche, donde los caminos pedregosos y las comunidades indí­genas carecen de retenes y operativos de seguridad, por lo que se han convertido en la principal ruta para la trata de personas a la Ciudad de México.

Puebla o Hidalgo, en los lí­mites con Tlaxcala, son los puntos de contacto con los demás miembros de la organización criminal, quienes deciden qué nií±as o mujeres van a la frontera del norte del paí­s o a la Ciudad de México.

El pago para cada delincuente va de cinco mil a diez mil pesos.

Testimonios de miembros de organizaciones no gubernamentales, prostitutas y de menores explotadas sexualmente aseguran que la familia de Los Gí¼eros, originarios de Villa Victoria, en el Estado de México, cuenta con más de 150 personas que están a su servicio para ”surtir a las madrotas», en especial a la ”La Doí±a» o ”Caritina», quien es la que controla la zona de San Pablo y el callejón de Carretones.

Otras de las redes son conocidas únicamente con el sobrenombre de Los Gatos, Los Tenancingo o Los Zitácuaros, quienes se reparten la zona de La Merced para el lenocinio, narcomenudeo y la trata de personas.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/07/30/973599

Graciela Machuca

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