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A lo largo de nuestra vida vamos realizando diferentes tipos y formas de ví­nculos, quizá millones, gracias a las observaciones de la cotidianidad, de las experiencias por los lugares que visitamos, de las conductas de los individuos que conocemos y de lo que vamos aprendiendo en esta vida. Pocos podemos negar la relación entre las flores y la primavera; entre determinado sonido musical y el primer encuentro amoroso. Estas son dos posibles relaciones, pero pueden ser infinitas las relaciones entre hechos, lugares, personajes y épocas, cada ser vivo las construye libre y espontáneamente, algunas de las veces sin forzarlas o evitarlas.

Ahora, en las campaí±as electorales, llamadas eufemí­sticamente precampaí±a, no sabemos si precisarlo de manera cómica o grosera, pero revela la permisividad de los órganos electorales para partidos y contendientes. El ciudadano, quien costea esas campaí±as, porque es dinero público, viene siendo la única ví­ctima del engaí±o. A esta campaí±a para la competencia en urnas, el 1 de julio, los aspirantes de diferentes coaliciones ya no partidos, emergen con grandes y graves ví­nculos, relaciones, lazos, a veces tan intrí­nsecos difí­cil de desasociar, de separar, no solamente para esos tercos aspirantes sino para los mismos ciudadanos, quienes tendrán el factor de decisión en la boleta.

Ahora el ciudadano se encuentra en una disyuntiva, difí­cil de resolver, pues todos tienen antecedentes tan nocivos, desfavorables y perniciosos. Es curioso como maléfico encontrarnos con algunos de ellos hasta con el antecedente de presidiario. Allí­ nos demuestran las mismas coaliciones su agotamiento, su evidente y pulcro interés por el poder que él de diseí±ar una estrategia de formación de cuadros polí­ticos, que pudieran ir poco a poco renovando a los miembros con antecedentes no ad hoc, apropiados pues. Una verdadera lástima estas competencias polí­ticas.

Al igual nos encontramos con los naturales aspirantes de la coalición en el poder PAN y PRD, con la peor inexperiencia —históricamente- en una administración de gobierno, que no ha ofrecido resultados para el bienestar social. Y si los hubiere, quizá fueron distribuidos entre amigos y familiares de esa coalición; porque los ciudadanos aún resienten los despidos masivos, el acoso laboral presente aún en las oficinas burocráticas, el desdén cuando no, desprecio por los recursos humanos quintanarroenses. Nunca antes una administración habí­a importado tantos asociados para funciones burocráticas en Quintana Roo como ha sucedido ahora. Pero, con ese cinismo van a la contienda, hasta peleando entre ellos por una posición y cancelándoles las oportunidades para otros miembros de la misma coalición, en esa encarnizada lucha parecida a caní­bales.

Todaví­a este 27 del mes de enero, la portada del periódico de la Ciudad de México, Reforma, traí­a como cabeza de nota, la peor debacle en cuestiones de Seguridad Publica: Castiga violencia a Gobiernos nuevos. ”Quintana Roo encabeza las entidades que han registrado crecimiento en sus tasas de homicidio doloso». Por qué solamente en medios de otra región podemos encontrar estas noticias con realidad alarmante. ¿A qué estamos expuestos los ciudadanos? Conste la información es con datos de los denominados oficiales. Con esos datos, ahora, los quintanarroenses estamos más inseguros que en otros periodos polí­ticos.

Y con todos estos desfiguros persisten en el atrevimiento para abandonar los cargos o responsabilidades e ir por otro puesto polí­tico. Allí­, los ciudadanos observan las mentiras, los engaí±os, porque ellos si están conscientes de la realidad cruda y desagradable. Con qué cinismo o desvergí¼enza puede un aspirante de la coalición que sea a pedir el voto a los ciudadanos, sí­ no tiene calidad ni autoridad moral, ni ha cumplido con resultados ciudadanos muchos menos los institucionales. ¿Con qué congruencia polí­tica?

En Quintana Roo surge el momento más inferior -polí­ticamente hablando- con el cual se presenta la competencia electoral de 2018. Quizá los ciudadanos decidan por escoger al menos malo. En la coalición de los priistas, al igual sucede, con decirles que el mismo desagradable de Raymundo King, ha registrado su intención de participar en la contienda para representar a los quintanarroenses. ¡Vaya osadí­a! Ha degradado a los priistas a lo peor de la polí­tica, porque a pesar de todas sus tropelí­as y corruptelas, dentro de ese núcleo de partidarios hay gente valiosa y de honorabilidad administrativa.

Las redes sociales nos ofrecen una mejor visión polí­tica y de los polí­ticos que cualquier otro medio de los tradicionales, con algunas salvedades tenga su cuidado por desde el mismo poder del gobierno intentan desacreditar esta poderosa herramienta de los ciudadanos, de la población. Allí­ en las redes nos leemos mejor, allí­ usted encontrará la mejor aproximación a la verdad, no sólo de la polí­tica sino del acontecer ciudadano y social. Allí­ encontrará los ví­nculos y relaciones con la corrupción de todos los aspirantes. Por eso no les gusta a los hombres de la ”mafia del poder» el potencial de las redes sociales. Feliz inicio de semana.

PD. ”La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes«. Charles Bukowski 8!920-1994) escritor y poeta nacido en Alemania.

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Graciela Machuca

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