Desmentir y minimizar no soluciona la crisis de seguridad en Quintana Roo

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Necesariamente Incómoda 

Graciela Machuca Martínez 

En el año 2020, al principio de la pandemia, en este espacio periodístico advertí que si las autoridades de los tres niveles de gobierno no se interesaban en poner en marcha estrategias eficientes para detener el índice de criminalidad que se registraba en ese entonces, los diferentes destinos turísticos de Quintana Roo en poco tiempo correrían la misma suerte que Acapulco, Guerrero, donde la delincuencia acabó con la paz y la seguridad que en otros tiempos caracterizó a ese balneario del pacífico mexicano, pero como no se hizo nada, ni ahora se quiere actuar con eficiencia, el terror ya nos alcanzó.

Pero, eso sí, lo que abundan desde el oficialismo, son las declaraciones para minimizar los efectos. Las alertas de viaje que ha emitido el gobierno de los Estados Unidos a través del Departamento de Estado, a sus ciudadanos para tener precaución al viajar a Cancún, Tulum y Playa del Carmen, no puede tener efectos legales en México, pero el impacto mediático a nivel mundial es incalculable, sin tomar en cuenta los efectos en las inversiones.

El gobierno del estado de Texas, quizás para lavarse las manos si algo les llega a suceder en México a algunos de sus ciudadanos también emitió una alerta de viaje a través de su Departamento de Seguridad Pública (DPS, por su sigla en inglés) de Texas pidió a sus habitan.

El director del DPS, Steven McCraw sostuvo: «La violencia de los cárteles de la droga y otras actividades delictivas representan una amenaza significativa para la seguridad de cualquiera que cruce a México en este momento».

Agregó que como autoridad del estado de Texas: «Tenemos el deber de informar al público sobre la seguridad, los riesgos de viaje y las amenazas. Con base en la naturaleza volátil de la actividad de los cárteles y la violencia que estamos viendo allí, instamos a las personas a evitar viajar a México en este momento».

La alerta de viaje que el Departamento de Estado empezó a difundir desde el 13 de marzo pasado, en uno de sus párrafos, dice los siguiente: “Los ciudadanos estadounidenses deben tener mayor precaución en las áreas del centro de los lugares populares de vacaciones de primavera, incluidos Cancún, Playa del Carmen y Tulum, especialmente después del anochecer”.

Estos comunicados de instancias estadounidenses son parte de sus protocolos de seguridad para sus ciudadanos, si revisamos información al respecto veremos que para cada país del mundo tienen un nivel de alerta, el uso político y económico que le dan a esta información es incuestionable, pero quiérase o no, ponen nerviosos a los gobernantes para cuyos territorio van dirigidos.

Lo que es un hecho, que dichas alertas están fundamentadas en observaciones y análisis que se hacen con información recabadas de sus diversas agencias, ojos, espías, diplomáticos, que tienen por todo el mundo.

Al gobierno de México le compete contrargumentar los análisis y decisiones del gobierno de Estados Unidos y demostrar que los fundamentos de las alertas son falsos o sobredimensionados.

Debe demostrar, si quiere en tribunales internacionales, que los asesinatos, los cobros de piso, los secuestros, los feminicidios, las extorsiones, entre otros delitos que se registran tanto en los municipios del norte como en los del sur de Quintana Roo son falsos.

Al ser México parte de un bloque económico con Canadá y Estados Unidos, tiene obligaciones para cuidar los intereses de esas naciones en su territorio, si el gobierno federal no quería seguir con el famoso tratado de libre comercio, porque cedió a todo lo que le pidió el gobierno estadounidense pasado y el actual.

Está en todo su derecho a desmentir que a plena luz del día fue secuestrado el gerente de Cabañas de Xul-Ha, el mismo establecimiento donde su exgerente Daniel Tirado Vega fue secuestrado hace unos meses. El nuevo responsable de las referidas cabañas fue secuestrado por un grupo armado.

El gobierno de los Estados Unidos ya le puede decir a sus jóvenes que viajan a Cancún: “Se los dije”. Este martes 28 de marzo, alrededor de las dos horas con cinco minutos, un estadounidense menor de edad, quien se encontraba hospedado en el hotel Royalton, fue atacado a balazos.

Los primeros reportes de la policía indican que los hechos tuvieron lugar en el hotel ubicado en el kilómetro 332 de la carretera federal. La víctima se identificó como Samuel “N”, de 17 de años de edad, originario de Wisconsin, Estados Unidos. Fue trasladado a un hospital en una ambulancia privada.

Este fin de semana, diversas corporaciones policiales y militares aseguraron un rancho en las cercanías del basurero de Calderitas, donde detuvieron a dos personas, presuntamente involucradas en el secuestro y asesinato del empresario Cipriano Torres.

Además, de los ahora detenidos se encontraron armas y dos leones que se asegura, que se les arrojaba a personas aún vivas después de haberlas torturado para sacarles información o como castigo. Desde luego, el gobierno mexicano puede argumentar que esta historia de terror solo es un mito.

Si quienes están al frente de los tres niveles de gobierno en Quintana Roo se ponen a trabajar a partir de hoy, desde luego que esta crisis se puede revertir, mañana o pasando las elecciones del 24, los resultados serán irreversibles.

Graciela Machuca

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