Agenda del patriarcado defendida por mujeres que llegan a puestos de elección popular

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Necesariamente Incomoda

Graciela Machuca Martínez

Foto: expansion.mx

Desde las elecciones federales y estatales de 2021 se hizo realidad en México la posibilidad que la paridad de género esté presente en las presidencias municipales, en las legislaturas locales y en la federal, por lo que el Instituto Nacional Electoral (INE) le puso reglas a los partidos políticos para que cumplieran a lo máximo el 50 por ciento de hombres y el 50 por ciento de mujeres, solo habría algunas salvedades por las cuotas para personas con discapacidad, indígenas y de la diversidad sexual. 

Desde los comicios de hace tres años se incluyó un número importante de mujeres en cargos de elección popular, siempre buscando la paridad, aunque en los poderes ejecutivos de los tres niveles de gobierno, aún podemos ver las postales en las que se evidencia el machismo, porque la mayoría de las personas servidoras públicas son hombres y cuando incluyen a mujeres, las ponen en puestos de medio nivel o en el DIF o en las secretarias de Salud o Educación Pública a lo mas. Desde luego que en términos de burocracia, las mujeres predominan.

Tanto en las legislaturas locales, en la federal y en las presidencias municipales ya tenemos tres años de experiencias sobre como puede gobernar una mujer desde una presidencia municipal o como puede legislar, sin embargo, los resultados no se ven, porque las políticas públicas las siguen diseñando con criterios patriarcales, para poder acatar al pie de la letra las ordenes del presidente de la república, que en todo momento despide hasta por los poros de la piel su misoginia e ignorancia sobre el rol que tienen las mujeres en la sociedad mexicana.

En Quintana Roo se tienen en las presidencias municipales de Felipe Carrillo Puerto (Maricarmen Candelaria Hernández Solís), Othón P. Blanco (Yensunni Idalia Martínez Hernández), Solidaridad (Roxana Lili Campos Miranda), Cozumel (Juanita Obdulia Alonso Marrufo), Isla Mujeres (Teresa Atenea Gómez Ricalde), Benito Juárez (Ana Patricia Peralta de la Peña), Puerto Morelos (Blanca Merari Tziu Muñoz). 

Los cuatro municipios restantes, del 2021 al 2024 han sido gobernados por hombres.

A pesar, que siete ayuntamientos han sido administrados por mujeres desde el 2021, en Quintana Roo no conocemos un programa municipal, una sola política pública, una estrategia local, desde las facultades que otorga a los Ayuntamientos el Artículo 115 Constitucional, que beneficie directamente a las mujeres de cada uno de esos siete municipios quintanarroenses.

Estos ayuntamientos y sus presidentas municipales solo se dedicaron a promocionar los programas asistencialistas de los gobiernos federal y estatal, pero convertirse en operadoras de programas de otro nivel de gobierno, no implica que se está gobernando con perspectiva de género.

En las fotografías y videos, las presidentas municipales salen abrazando a mujeres cuando les entregan algún apoyo económico de los gobiernos federal o estatal, cuando asisten a un foro donde se habla de los derechos de las mujeres, pero con esas imágenes no se gobierna, solo es propaganda política.

Sin embargo, seis de las siete presidentas municipales en funciones buscan la reelección con la finalidad de que haya continuidad en sus gobiernos, lo que representa la ausencia de políticas públicas dirigidas a las mujeres de esos municipios.

Quienes vienen gobernando los municipios quintanarroenses e irán por la reelección están convencidos qué para ser tomados en cuenta por la cúpula del poder, basta con replicar lo que digan los gobiernos federal y estatal, solo es necesario que sus gobiernos operen como si fueran una franquicia.

A quienes han gobernado a partir del 2021 los 11 municipios de Quintana Roo, a excepción de Lili Campos, en Solidaridad, por ser la única presidenta municipal de oposición, no les ha interesado trabajar con el principio de autonomía municipal que ordena el citado artículo 115 constitucional, porque prefieren plegarse a las directrices federales y estatales, porque de esta manera se evitan la molestia de crear, proponer, trabajar., por ello, hasta de partido político se cambian, sucedió en Isla Mujeres con Atenea Gómez Ricalde, que del PAN se fue a MORENA, y así garantizar su reelección. 

Los derechos de las mujeres, los principios ideológicos, no existen, lo que impera es el pragmatismo, lo importante es estar en el poder y gozar de los presupuestos.

Cómo mujeres ya tenemos el derecho ganado en la ley, que los partidos políticos deben proponer a las personas candidatas a puestos de elección popular con paridad de género, pero aún hace falta mucho trabajo por hacer, para que las mujeres que lleguen a esos puestos incluyan en sus agendas de gobierno como asuntos prioritarios los derechos de las mujeres y no sigan replicando las agendas elaboradas desde el patriarcado.

Graciela Machuca

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