Anahí González aceptó con brazos cruzados y labios cerrados que Quintana Roo quedara fuera del subsidio de energía eléctrica 

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martínez 

Foto: informador.mx

Las elecciones del próximo 2 de junio son motivo para que toda la sociedad mexicana reflexione sobre el futuro del país a corto, mediano y largo plazo, porque de los resultados de estos comicios depende que la misma ciudadanía controle a la clase política para que pueda gobernar de manera coherente con las necesidades del pueblo. 

Así como la ciudadanía le quitó la oportunidad al PRI y al PAN de encabezar el Poder Ejecutivo Federal a partir del 2018, ahora es responsabilidad de toda la ciudadanía definir qué grupo político quiere que la gobierne; la acción u omisión del electorado durante la jornada electoral del primer domingo de junio próximo definirá el rumbo del país, se tiene una gran responsabilidad para delinear el país que queremos dejarle a las futuras generaciones. 

Salir a votar es un derecho y una obligación de todas las personas que contamos con una credencial de elector, ese documento debemos darle un uso más allá de una simple identificación, para que las futuras generaciones nos reconozcan o reclamen, independientemente de quien gane las elecciones, ya sea Xóchilt Gálvez o Claudia Sheinbaum. 

La participación ciudadana debe ser abrumadora, porque solo así el próximo gobierno podrá tener legitimidad, sin importar que la diferencia de votos entre una u otra candidata sea de algunos cuantos miles, lo importante es que la ciudadanía abarrote las casillas para mostrar su calidad ciudadana. 

La participación ciudadana durante los comicios del primero de julio de 2018 permitió demostrarle a la clase política que la ciudadanía es la que, al menos, tiene la capacidad de decidir, quien gobierna en este país; desde luego que hay que reconocer que la sociedad se equivoca, por lo que tiene la obligación de rectificar, no se puede dar el lujo de equivocarse una vez y volver a equivocarse, porque las siguientes generaciones no lo reclamarán. 

El electorado debe informarse y salir a votar, si la mayoría de quienes estamos en la lista nominal de electores decidimos votar a favor de una u otra de las candidatas, será la decisión de una ciudadanía informada y convencida de lo que quiere, pero esa es la obligación del Instituto Nacional Electoral (INE), informar a la ciudadanía sobre las plataformas electorales de cada una de las dos coaliciones y partido político que participan en la contienda electoral. 

Sin embargo, la duda sobre la imparcialidad del órgano electoral ha vuelto a resurgir, situación que no existió durante el proceso electoral del 2018, cuando la percepción ciudadana fue de confianza al órgano electoral. 

Ahora, no se puede decir lo mismo, cuando tanto en el organismo electoral nacional, como en los órganos estatales se ha disminuido esa confianza, situación provocada por sus mismos integrantes y los mecanismos de control implementados por los gobiernos federal y estatales. 

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) también ha quedado en tela de juicio cuando la Sala Xalapa, desechó un recurso de impugnación en contra del registro de la candidatura al Senado de la República de Anahí González Hernández, por un asunto de forma, dejando que el Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) se burlara de los pueblos indígenas, no solo de Quintana Roo, sino de todo el país, al propiciar que esta persona usurpe la acción afirmativa indígena, un derecho por el que los indígenas de México vienen luchando, incluso antes de la sublevación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en 1994. 

Si las tendencias electorales continúan favoreciendo a MORENA durante las próximas semanas, será un hecho que Anahí González, sea senadora por Quintana Roo durante los próximos seis años, pero por donde quiera que ande, llevará en la frente el signo de la usurpación, porque sin cumplir los requisitos de ley se adjudicó una representación a la cual no tiene derecho. 

A la ahora, diputada federal con licencia, se le siguen cayendo las caretas, porque al ser parte del Congreso de la Unión, en representación de Quintana Roo, en ningún momento defendió al pueblo quintanarroense, no hay evidencia que haya legisladora a favor de la entidad, porque su único merito fue solo votar por todas las iniciativas que llegaban ya hechas desde la presidencia de la república. 

Y esta actitud de sumisión que afectó al pueblo de Quintana Roo quedó evidenciado cuando se dio a conocer que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), no contempló a Quintana Roo para el subsidio al consumo de energía eléctrica en la temporada de calor del mes de abril al de octubre. 

Otros estados vecinos como Campeche y Yucatán si alcanzaron el beneficio del subsidio al consumo de energía eléctrica, pero Quintana Roo fue sacado de la lista, porque Anahí González o los otros diputados federales, no hicieron ninguna gestión ante la CFE para que Quintana Roo fuera considerado con este subsidio, lo que repercutirá drásticamente en la economía familias de los quintanarroenses y en la economía de los pequeños y medianos prestadores de servicios turísticos de la entidad, ya que el incremento en el costo de energía eléctrica afectará sus ingresos. 

Buscar un lugar en el Senado, a nombre de Quintana Roo, solo es para que Anahí González solo levante la mano para aprobar todas las ocurrencias que surjan de la cúpula de la 4T, mientras que Quintana Roo estará expuesto a pagar elevados impuestos y servicios básicos como la energía eléctrica de tanta utilidad, por estar en una región extremadamente calurosa, como es la Península de Yucatán.

Graciela Machuca

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