La realidad de los Mayas, legí­timos dueí±os de las bellezas naturales de Quintana Roo. Por Graciela Machucagracielamachuca@msn.com Si bien es cierto que mas del 90% de las comunidades mayas del Estado de Quintana Roo, están comunicadas con caminos petrolizados, -aunque los indí­genas no tienen dinero para pagar un pasaje-, que cuentan con agua entubada,-que no potable- también es cierto que la gran mayorí­a cuenta con luz eléctrica, -aunque no tienen dinero para pagar los recibos que cobra la CFE-, no se puede decir lo mismo de los servicios de salud -que tanta explosión demográfiaca han permitido- y educación -donde los maestros entran los lunes y salen los jueves- para esas comunidades y ni que decir de los aspectos jurí­dicos, a los que están abandonados a su suerte los indí­genas, llenando las cárceles sin un solo peso para defenderse de procesos que en muchas de las ocasiones son ajenos a su conocimiento, solo por que les hacen poner su huella en hojas en Blanco como el caso de Basilia de Anastasia, Veronica y Leticia que purgaron penas en la carcel siendo inocentes. Sin embargo lo anterior no hace a las comunidades Mayas menos marginadas, ya que la dotación de servicios públicos solo es una etapa del tan cacareado desarrollo, por que la otra es generar fuentes de empleo y producción ….y eso si que se ve en chino, tengo que decir que pocos muy pocos pueblos se han beneficiado con el empleo que dan algunos hoteles de la Riviera Maya que mandan en autobuses diariamente por sus empleados hasta sus comunidades pero esta bondad es cada dia menos y no llega ni al 2% de las comunidades mayas. Hasta ahora las carreteras han servido para introducir la coca cola, las sabritas, y las cervezas, por que en todas las comunidades hay mas de una cantina, que embrutece y empobrece mas a un buen porcentaje de sus habitantes. Y lejos muy lejos quedo la esperanza de familias que creyeron ver el progreso con la entrada de la carretera a sus comunidades y si en cambio viven la desesperación del alcoholismo. Lo anterior por que en la conmemoración , del Dí­a Internacional de los Pueblos Indí­genas que se celebra el 9 de agosto, el delegado en Quintana Roo de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indí­genas (CDI), Joel Espinoza Moreno, dijo que el 79.6 % de la población hablante de lengua indí­gena que habita el estado, vive en situación de pobreza, de la cual más de la mitad en pobreza extrema. En Quintana Roo, se reconoce la existencia de 45 comunidades indí­genas que representa el 29.3% de la población total autóctona del paí­s. De esa población total a nivel nacional, el 30 % está en proceso de extinción económica, social y cultural. En Cancún se ubica como la tercera ciudad con más población indí­gena en todo el paí­s, sólo después de la ciudad de México y Yucatán. En las comunidades mayas de Felipe Carrillo Puerto, los indí­genas hablantes de la lengua, no pueden ser atendidos al 100% en los servicios médicos, debido a que más del 90% de los profesionales de la salud sólo hablan espaí±ol, según reveló el legislador Gabriel Carballo, presidente de la Comisión de Grupos Vulnerables. Y yo le agregarí­a que las cárceles también están llenas de indí­genas por que en los Ministerios Públicos no son asistidos en su lengua natal. En este marco, Hermelindo Be Cituk, vocero de la Academia de Lengua Maya (Acamaya), destacó que falta promover el rescate de usos y costumbres, ya que miembros de comunidades indí­genas que se ven obligados a migrar, ante las carencias a polos turí­sticos, se avergí¼enzan de sus raí­ces. De acuerdo al censo del Instituto Nacional de Estadí­stica y Geografí­a (Inegi) de 2005, existí­an 800 mil hablantes de maya en toda la Pení­nsula de Yucatán, sin embargo, en los resultados de 2010, se dio a conocer que actualmente hay 786 mil, retroceso que afecta culturalmente al estado. El 29 de julio de 2009, Luis H ílvarez titular de la oficina Para el Desarrollo de los Pueblos Indí­genas (CDI) aseguró que Quintana Roo es una de las entidades donde la población indí­gena mejores condiciones de vida tiene en comparación con estados como Oaxaca, donde prevalece el mayor í­ndice de marginación a nivel nacional. Sin embargo, también reconoció que falta mucho por hacer, pues en el estado existen comunidades indí­genas con menos de 100 habitantes, sin acceso a educación, vivienda digna y servicios de transporte, agua potable y electrificación, entre otros. Que es también el repetido discurso que todos los polí­ticos sin excepción hacen para los indí­genas como promesa en las campaí±as polí­ticas. Pero el doble discurso lo encontramos el pasado 14 de febrero de 2010 cuando nos enteramos de que poco más de veinte pequeí±os de tres poblaciones indí­genas que acudí­an a tomar su instrucción primaria al albergue que se ubica el poblado de Hobompich, fueron dejados fuera de esa posibilidad por una decisión tomada en la delegación de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indí­genas (CDI) que ordenó el cierre de las instalaciones y la devolución de los estudiantes a sus respectivas comunidades. También H ílvarez, comento que la CDI no impone obras de infraestructura en dichas comunidades, si no, que son los pobladores indí­genas quienes a través de los ayuntamientos solicitan la aplicación de recursos para determinadas obras. O sea que al final son los indí­genas los responsables de no solicitar obras y de votar por autoridades municipales que no canalicen oportuna y adecuadamente los proyectos de desarrollo ….por que de polí­ticas de empleo, el octogenario funcionario simplemente se negó a hablar. Así­ pues con declaraciones de Funcionarios de primer nivel, cifras y apreciaciones es la realidad más cruel que viven los mayas, legí­timos dueí±os de las bellezas naturales tan explotadas turí­sticamente en nuestro estado.

Graciela Machuca

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