No pega en taquilla cine de novelistas
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El Crimen del Padre Amaro y Como Agua para Chocolate son los filmes nacionales sobre obras literarias más exitosos en recaudación económica
La cinta Como Agua para Chocolate acaba de cumplir 20 aí±os y, según su realizador, Alfonso Arau, qué mejor celebración que mantenerse como la producción mexicana basada en una novela más taquillera en Estados Unidos, con casi 22 millones de dólares.
Esta historia, escrita por Laura Esquivel, al igual que El Crimen del Padre Amaro, adaptación de Vicente Leí±ero a la novela del portugués José María Eca de Queiróz, son hasta el momento los filmes nacionales sobre obras literarias más exitosos en recaudación económica, algo que no le ha hecho justicia al prontuario fílmico de escritores prestigiosos como el Premio Nobel Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes.
El Crimen… obtuvo en México casi 163 millones de pesos y 26 millones de dólares en el resto del mundo, de acuerdo con Box Office Mojo.
Estos casos, coinciden los cineastas Alfonso Arau, Julián Pastor y Jorge Fons, así como la guionista Paz Alicia Garcíadiego, son extraí±os, pues las cintas basadas en argumentos de escritores famosos no tuvieron resultados económicos satisfactorios, debido a que el público mexicano no es lector ni se interesaba en sus historias.
Pastor lamentó que títulos como En Este Pueblo no Hay Ladrones (1965), de Alberto Isaac, que él protagonizó y fue uno de los primeros intentos de llevar al cine historias del «Gabo», sean hoy meras curiosidades para el gran público.
«Luis Buí±uel hacía ahí a un cura del pueblo, el propio García Márquez hacía de taquillero de cine. Aparecían también Abel Quesada, Carlos Monsiváis, Leonora Carrington, Alfonso Arau y José Luis Cuevas», dijo Pastor en entrevista.
«En su momento se habló mucho de ella, pero por alguna razón este tipo de películas no las compró ni Televisa».
A decir de una de las mayores adaptadoras de obras literarias, la guionista Paz Alicia Garciadiego (El Coronel no Tiene quien le Escriba, 1999; El Imperio de la Fortuna,1986), todo pasa por la educación de los públicos.
«En Europa, que es más letrada, este tipo de películas son apreciadísimas. A El Coronel… no le fue muy bien en México, pero fue de las más vistas en Europa en su aí±o.
«En México estamos particularmente bajo la bota de Hollywood, porque nuestro País es uno de los de mayores espectadores para el cine de Estados Unidos. Aquí el cine de autor ya no es ni de nicho».
Precisamente una cinta basada en una novela de García Márquez, Memoria de Mis Putas Tristes, fue filmada hace dos aí±os en México por el danés Henning Carlsen, pero tras una polémica encabezada por defensores de los derechos de la mujer, quienes seí±alaban que la cinta promovía la prostitución y la inmoralidad, el estreno ha sido postergado y hasta el momento se desconoce cuándo llegará a las salas.
Jorge Fons, quien dirigió adaptaciones al cine de Los Cachorros (1973), de Mario Vargas Llosa, y Los Albaí±iles (1976), de Vicente Leí±ero, considera que las películas inspiradas en obras de escritores exigen un esfuerzo de parte del público.
«Para hacer un estudio del cine mexicano es indispensable acercarse a esos trabajos. Gente muy importante, por amor al cine, dio sus historias o escribió guiones para llevarlos a la pantalla, y no son cosa fácil», afirmó.
Ochenta aí±os atrás, el cine sonoro en México inició, precisamente, con una adaptación literaria: Santa, de Federico Gamboa, dirigida por Antonio Moreno.
Fuentes del sector de la producción y distribución de películas mexicanas seí±alan que es imposible establecer cuánto recaudaron cintas como Pedro Páramo (1967), Muí±eca Reina (1972) o Aquellos Aí±os (1973), con guiones o argumentos de Carlos Fuentes, pues en ese tiempo el Estado se encargaba de exhibir y coproducir una parte de filmes como éstos, por lo que no se reportaban ganancias.
Destacan que, de hecho, ninguno de los filmes en los que colaboraron Fuentes (11) y García Márquez (13) fue éxito de taquilla.
«Se dice que traducir una obra es traicionarla, por eso creo que muchas adaptaciones fracasan. Se involucran los egos de los directores. Yo creo que Como Agua… triunfó porque yo no quería hacer una película de Alfonso Arau, quería llevar el libro de Laura a la pantalla», consideró Arau, en entrevista telefónica.