Nií±a Tsotsil victima de trata, violación sexual múltiple y feminicidio

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Antes de ser violada por 10 hombres y asesinada, la nií±a indí­gena Marí­a Flor Vázquez de 10 aí±os de edad, fue entregada por su hermana a una tratante de nombre Maria ”N» en la colonia Primero de Enero, una de las pobres y marginadas de San Cristóbal de las Casas, Marí­a es conocida como tratante de mujeres indí­genas, las coloca de sirvientas en las casas, de meseras y en prostitución forzada.

La hermana de Marí­a Flor fue empujada por la miseria a acudir con Marí­a ”N» para conseguir trabajo, es una de las 9 hijas de una pareja desplazada del municipio de San Juan Chamula.

De manera histórica las mujeres indí­genas de los Altos de Chiapas, una de las regiones mas empobrecidas de Chiapas, se han empleado como servidumbre, la explotación de las familias empleadoras en la cabecera municipal de esta Región, San Cristóbal de las Casas, es tan grande, que algunas creen que les pagan lo suficiente al darles un techo y unas tortillas por jornadas que rebasan las 16 horas diarias.

En su mayorí­a, las mujeres empleadas domésticas son de origen rural, expulsadas por la pobreza de sus comunidades de origen, migrando a las ciudades en búsqueda de mejores condiciones de vida.

El empleo doméstico se vuelve para muchas de ellas la única alternativa, dados los bajos niveles de educación con los que cuentan, además de las condiciones de marginación que caracteriza su llegada a las ciudades, seí±ala Norma Iris Cacho Nií±o en su investigación ”La situación de las empleadas domésticas en Chiapas: explotación laboral y discriminación».

Marí­a Flor y su hermana viví­an en condiciones extremas de pobreza, en un techo de 4 por 4, sin sustento alimenticio garantizado, es así­ como llegan a Marí­a ”N», la hermana mayor de 16 aí±os es colocada como sirvienta, pero debido a los malos tratos renuncia.

En una ocasión se encuentra con Marí­a ”N» quien la amenaza con una supuesta deuda contraí­da, ante el miedo, la joven acude nuevamente pero ahora con su hermanita de diez aí±os, a quien pone a disposición de Marí­a.

Flor Marí­a trabaja unos dí­as como empleada doméstica en casa de Marí­a, a los pocos dí­as le dice que la llevara a casa de su socia Carmen ”N», en este lugar la nií±a es notificada por la hija de Carmen, también del mismo nombre y con 14 aí±os de edad, que será llevada a otro centro de trabajo.

La nií±a es transportada en una camioneta por el chofer de Marí­a a una cantina marginal en San Cristóbal de las Casas, en este lugar la esperan 8 hombres quienes la violan hasta casi dejarla sin vida.

Una vez pasada la violación múltiple, la hija de Carmen de 14 aí±os de edad y el chofer, quienes esperaban afuera del cuarto, donde la nií±a pasó las peores horas de su vida, se percataron que Marí­a Flor aún respiraba.

Ante el temor de ser denunciados, Carmen y el chofer asfixiaron y remataron a la nií±a con un arma punzocortante, para luego tirarla en un callejón en el municipio de Huixtán, en agosto del aí±o pasado.

La familia de Flor Marí­a interpuso una denuncia por secuestro, ya que no tení­an noticias de ella, la Fiscalí­a Indí­gena detuvo a los dos asesinos, sin embargo, Marí­a ”N» y Carmen como otras personas, incluyendo a los propios padres y madres siguen ofreciendo como mercancí­a a sus hijas.

El monolingí¼ismo, el analfabetismo y la baja escolaridad se correlacionan con un gran desconocimiento de parte de las mujeres indí­gena y rurales de sus derechos humanos, reporta El Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas (COLEM) y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (CDMCH).

En las regiones indí­genas y rurales, el ejercicio de los derechos puede estar vinculado a la voluntad del esposo o padre.

”El Estado tolera y contribuye a la discriminación y la violencia de género al actuar sin la debida diligencia para prevenir, atender, responder y reparar las violaciones a los derechos de las mujeres causada por particulares o por agentes del mismo Estado. El hecho de que el Estado mexicano rara vez sanciona la violencia y la discriminación que se comete contra las mujeres, contribuye sin duda alguna, a su perpetuación» indica un reporte de ambas organizaciones civiles.

Marí­a Flor es un caso paradigmático que visibiliza la grave violación histórica a los derechos humanos de las nií±as indí­genas y marginadas en Chiapas, Marí­a ”N» puede corresponder a intereses propios o estar vinculada a una red de tratantes, aún así­, no serí­a la primera ni la única persona en estar vinculada a este tipo de delitos en San Cristóbal de las Casas.

”Se violó uno de los derechos más fundamentales de las mujeres, el derecho a la vida, a una vida libre de violencia, el derecho al pleno respeto de la integridad del cuerpo; hago un llamado a las autoridades para que a la brevedad realicen investigaciones exhaustivas para no dejar impune este caso, porque los detenidos no son los únicos responsable del asesinato de Flor Marí­a; sin duda, la pobreza extrema, falta de información, de polí­ticas públicas adecuadas e interés de las autoridades, tienen mucha responsabilidad» sostuvo la abogada Martha Figueroa.

Graciela Machuca

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