Tulum saqueado por unos cuantos y el pueblo hundido en la pobreza y marginación

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TULUM, 24 de julio
Marí­a Cristina de la Cruz / Francisco Canul (QUEQUI)

cobosTulum, municipio de reciente creación, con enorme rezago y fuertes desafí­os, ha sido uno de los que más ha sufrido a causa de la ineptitud de sus gobernantes, que en este trienio llegó a lí­mites casi irreales con Edith Mendoza Pino, que llegó a su cargo sólo para lucrar de él, y su sucesor Martí­n Cobos Villalobos, que con programas de bacheos intenta ocultar lo poco o nada que ha hecho en su casi aí±o de gestión.

El noveno municipio actualmente luce casi idéntico a como se creó, si exceptuamos los fastuosos arreglos al palacio municipal y los desarrollos turí­sticos que disfrutan extranjeros. Tanto la cabecera municipal como su muy marginada zona maya presentan ofensivas y evidentes carencias en casi todos los rubros, patente muestra de la inacción de su gobierno municipal.

Lo trágico del asunto es que Tulum está considerado entre los principales destinos turí­sticos del paí­s. Sus playas están en el ranking de las más bellas del mundo. Las ruinas de las que toma su nombre recibieron el aí±o pasado más de dos millones de visitas, superando incluso a Chichén Itzá y Teotihuacán.

Pese a ello, el sector turí­stico languidece. Sus niveles de ocupación no llegan siquiera al 20 por ciento, al no poder captar a los visitantes que sólo vienen de paso. No hay nada que ofrecer al turista, más allá de la playa y las ruinas, porque no se han desarrollado los condiciones o grandes proyectos para hacerlo más atractivo con actividades alternativas para atraer a los visitantes y hacerlos que se queden ahí­ una temporada generando una derrama económica importante.

Lo anterior es muestra de la anarquí­a que prevalece en la demarcación y que se extiende a todas las áreas de la administración pública.

Así­, además de frecuentes invasiones de terrenos (que además de generar violencia inhiben inversión), casi hay servicios públicos, solamente el tres por ciento de la población tiene drenaje, el basurero está a cielo abierto sin ninguna tecnologí­a para su buen manejo,  no cuentan con un hospital (apenas un centro de salud con cuatro camas) y el transporte es, además de pésimo, muy caro.

En contraste, existe un exceso de taxis, alrededor de 900 placas de un sindicato polarizado por diversos actores polí­ticos que lo utilizan para pagar favores.

VACACIONES ETERNAS

Para Javier Peralta Cazares, presidente de la asociación ”Contralorí­a Social Ciudadana», es casi como si el gobierno se hubiera ido de vacaciones, pues las carencias en la cabecera municipal están a plena vista: pavimento deteriorado, basura y maleza por doquier, falta de vigilancia, proliferación de vendedores ambulantes, además de un tremendo rezago social que no es siquiera atendido.

Desde su perspectiva, el gobierno municipal no se ha dado a la tarea de mejorar la calidad de los servicios básicos en la cabecera municipal, en alumbrado público, limpieza, seguridad pública, pavimentación. Al contrario, Martí­n Cobos se ha limitado a reparar baches, como si eso ocultara las deficiencias que afloran por todos lados.

A decir de otros habitantes, existen localidades de la zona maya que al parecer ni siquiera existen para Martí­n Cobos Villalobos, prefiriendo decir que no pasa nada, cuando en la realidad las familias tienen que soportar el rezago social de sus comunidades.

”Para no ir lejos, están los casos de las colonias Mayapax y Tumbenkah, cuyas calles polvorientas contrastan con la urbanidad que existe en otros municipios, que son realmente atendidas por la administración pública; no así­ en Tulum, donde todos los dí­as los habitantes sufren de estos elementales servicios básicos, los que tendrán que padecer por más aí±os, dado a que el ayuntamiento argumenta no hay recursos para atender estas demandas», dice un vecino.

EDITH_1_PRESAQuien crea ese argumento comete un grave error: recursos los hay. Bastarí­a con preguntarle a la ahora encarcelada Edith Mendoza, acusada de desviar 78 millones de pesos; también podrí­an atestiguar lo mismo los inspectores municipales, que a diario extorsionan a comercios para cumplir con la ”cuota» que les exigen en el Palacio Municipal.

Recursos hay, pero nunca bien aplicados. La mayorí­a se van en gasto corriente (nómina), ya que el Ayuntamiento cuenta con la nada despreciable suma de mil 700 trabajadores (para ”atender» una población total de 28 mil habitantes) y que, sumado a los robos y la ineficacia en la recaudación, han desangrado las finanzas públicas.

Según el séptimo regidor, Alonso Ventre Sifri, ”hay quiebra» en el ayuntamiento, y esto ya lo están resintiendo los muchos funcionarios e incluso los regidores, que están cobrando en dos pagos.

”Se está teniendo problemas para reunir para la nómina», confiesa.

Por eso, advierte que la primera acción del nuevo gobierno será, seguramente, solicitar préstamos, que no necesariamente irá a parar a mejorar los servicios y condiciones de vida de los que habitan en Tulum, sino para cubrir gasto corriente y cubrir deuda antigua.

Esto último, porque pese a que el mensaje oficial es de ”cero deuda», la realidad es que Martí­n Cobos solicitó no hace mucho un préstamo de 30 millones de pesos, que se redujo a 22 millones y medio, y que fue utilizado para… un sistema de cómputo y ocho patrullas.

Se tratarí­a del segundo millonario sistema de cómputo comprado en el actual trienio, Edith también compró uno en 1.6 millones de pesos.

OTRA RAYA AL TIGRE

Vente Sifri denunció que ahora se pretende  un nuevo atraco a la comuna, pues una calle que conduce al fraccionamiento Las Palmas, un ejido fraccionado por Marciano Dzul, fue hecha con recursos públicos y con él ahora pretende justificarse el gasto de siete millones, del programa Habitad.

”A todas luces esto es irregular porque, en principio de cuentas, el ejido fue convertido en fraccionamiento y el fraccionador, en este caso el ex alcalde, debió invertir en hacer la calle, pero invirtió dinero público previamente etiquetado,» afirmó.

”Ahora esta administración pretende hacer creer que en él se invirtieron siete millones de Hábitat,» aí±adió

Por eso, Ventre Sifri afirma que Tulum polí­ticamente no ha cambiado en nada, está igual que antes y socialmente sigue el mismo atraso y abandono.

Graciela Machuca

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