Los estados de Nayarit, Quintana Roo y Nuevo León sumaron en dos aí±os el mayor porcentaje de población en condiciones de pobreza en el paí­s

0

Grupo Milenio | 2013-07-29 |

Distrito Federal─ Los estados de Nayarit, Quintana Roo y Nuevo León sumaron en dos aí±os el mayor porcentaje de población en condiciones de pobreza en el paí­s, de acuerdo con el análisis y medición de la pobreza hecho por Consejo Nacional de Evaluación de la Polí­tica de Desarrollo Social (Coneval).

De 2010 a 2012, Nayarit pasó de tener 461.2 mil pobres a 553.5 mil, lo que representa un aumento de 20 por ciento; además creció la cifra de personas en pobreza extrema, de 92.7 mil a 138.7 mil, es decir, un 49.6 por ciento.

En el mismo periodo, Quintana Roo ganó 91.6 mil pobres, pues mientras en 2010 tení­a 471.7 mil, para 2012 se contabilizaron 563.3 mil personas en condiciones de pobreza, lo que equivale a un aumento de 19.4 por ciento.

De acuerdo con el estudio, en 2010 el 21 por ciento de los habitantes de Nuevo León era catalogado como pobre, porcentaje que en dos aí±os aumentó a 23.2 por ciento.

Sin embargo, el estudio del Coneval muestra que en 15 estados se redujo el número de pobres, siendo Tabasco, Sonora y Campeche las entidades federativas las que mostraron mayor descenso.

Tabasco registró una baja del 11 por ciento en la población en condiciones de pobreza; mientras que Sonora, 9.3 por ciento, y Campeche, 8.8 por ciento.

Al dar a conocer los resultados de la medición de pobreza 2012 y su comparación con los de 2010, el secretario ejecutivo del Coneval, Gonzalo Hernández Licona, dijo que en México el porcentaje de población en situación de pobreza disminuyó de 46.1 por ciento en 2010 a 45.5 el aí±o pasado.

El análisis muestra que en 2012 habí­a 53.3 millones de personas pobres en México (45.5 por ciento del total), frente a 52.8 millones (46.1 por ciento) en 2010.

Con estas cifras queda más que claro que la polí­tica del gobernador Roberto Borge está llevando a Quintana Roo al desastre total, dejará al Estado naufragando en aguas turbiasy sumido en un caos de terror.

Y no se puede ir sin que le rinda cuentas a la sociedad y enfrente las consecuencias, í‰l y todo su séquito de lamebotas.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *