CDP: Farsa del gobierno, la protección a periodistas
Joel Sánchez Rodriguez
A iniciativa de la periodista hidalguense Anabel Hernández, cuyo trabajo ha dado como fruto libros como La Familia Presidencial; Los Cómplices del Presidente, Los Seí±ores del Narco y México en Llamas, entre otros; en el mes de julio se realizó en las instalaciones del Club de Periodistas de México, un conversatorio y venta de libros cuyo objetivo fue el recaudar recursos económicos para integrar un fondo de ayuda a periodistas que han tenido que autoexiliarse o que han sido desplazados de sus estados por amenazas o agresiones que han puesto en peligro su vida o integridad física de ellos y sus familias.
En el conversatorio participaron además de Anabel Hernández, Lidia Cacho, Marcela Turati, Rafael Barajas ”El Fisgón» y Diego Osorio, siendo Fabricio Solís el moderador del encuentro, en el que entre el público circularon pequeí±as cajas para recibir donativos a manera de ”boteo» en el que se dispuso que 40% del valor de los libros, más un 5% que dio la Fundación Random House Mondadori y las regalías que fueron donadas por los periodistas, integrarían el fondo de solidaridad para con quienes tuvieron que huir de sus casas, dejar sus fuentes de empleo y abandonar todo, ante la incapacidad del gobierno para brindarles protección, darles seguridad y garantizarles su ejercicio profesional.
Conmovedoras las historias narradas esa noche; Marcela Turati alguna vez cruzó la frontera de Ciudad Juárez, Chihuahua hacia El Paso, Texas; para llevarle a periodistas refugiados un poco de dinero que se había juntado en una colecta navideí±a para ayudarlos a ellos, que huyen de amenazas sin rostro; que vagan por caminos que no llevan a ninguna parte; que tocan puertas falsas de instituciones hipócritas que solo fingen proteger a periodistas pero que no lo hacen, dependencias que formaron parte del gobierno de Calderón y ahora de Peí±a Nieto, presidente que ni siquiera habla de la Libertad de Expresión como si esta no existiera.
Allá conoció sus experiencias, frustraciones y pesadillas de esos periodistas que necesitan alimento y techo, que el gobierno mexicano no les da y tampoco se los dará el próximo aí±o, pues se acaba de aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación PEF, y no se incluye una partida, ni un solo peso para la protección y ayuda de esos autoexiliados y desplazados, a quienes la violencia e inseguridad, pero sobretodo la incompetencia oficial, los ha despojado de todo, negándoles toda oportunidad de laborar cuando deberían estar en una redacción o en la calle reporteando.
El gobierno no muestra ninguna voluntad real de proteger a los periodistas de México, mucho menos a quienes han sido víctimas del desplazamiento forzado y que contra su voluntad han tenido que volverse invisibles, como a la hora de integrar el presupuesto lo fueron sus necesidades para los diputados, que en cambio si se aseguraron para ellos para el próximo aí±o, un salario de un millón 495 mil 881 pesos y para los senadores, un millón 982 mil 726 pesos sin contar prestaciones.
Es lamentable que el Congreso de la Unión que gasta tantos millones y millones en corrupción y despilfarro, haya sido incapaz de incluir una partida mínima para ayudar a esos periodistas que son víctimas del gobierno mismo; pero es elogiable que eventos como el conversatorio que reúnen tan poco en dinero, les den a esos exiliados y desplazados, les den tanto como para mantener la esperanza.
Graciela Machuca
