Azota alcoholismo a Isla Mujeres

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”La clasificación de los alcohólicos parece ser difí­cil. Tenemos a los enfermos mentales, quienes son emocionalmente inestables. Todos estamos familiarizados con ellos. Siempre están dejando de beber para siempre, experimentan demasiados remordimientos y hacen muchas promesas, pero nunca toman una decisión», seí±ala el doctor William D. Silkworth, experto en alcoholismo y drogadicción en los albores de Alcohólicos Anónimos hace 75 aí±os.
En su reseí±a en el libro Alcohólicos Anónimos sobre alcoholismo, el personaje que atendió a 40 mil alcohólicos en Nueva York, concluye que para atajar el avance de esta enfermedad sólo recomienda la abstinencia total, y los miembros de los grupos de AA hacen caso a esa sugerencia en ”sólo por hoy», en un engranaje de casi 80 aí±os de experiencia para un crecimiento actual, desde la apertura del primer grupo en Akron, en 1935, a más de 120 mil grupos en casi 200 paí­ses.
En esta semana en México se celebra la transmisión de mensaje masivo en hospitales y en demás instituciones públicas y privadas, en 19 aí±os continuos, con motivo del aniversario de la muerte de Bill W., cofundador de AA.

Experiencia joven

Según reporte interno del movimiento de autoayuda, es cada vez más la presencia de jóvenes en la agrupación, e incluso menores, y hay vasta experiencia al respecto, como el siguiente.
José P., de 17 aí±os, recuerda, ”empecé a consumir licor desde que era un nií±o, controlado por mi familia; en las reuniones sociales o familiares, en eventos de bautizos, primeras comuniones, entre otros. Parecí­a estar todo dentro de lo normal, ya que vengo de una familia donde hay bastantes bebedores fuertes».
Ya en el colegio comenzó tomar cerveza, ”con mis compaí±eros al salir de clase, en los viernes o sábados, nos excedí­amos un poco, cometí­amos algunas locuras como conseguir una cédula prestada para fingir una mayorí­a de edad y poder ingresar a ciertos sitios como discotecas o hasta lugares de ”streptease»…
La joven Marí­a C., habló de su aislamiento, su miedo a la gente. Pero entró la solución a su problema con el alcohol. Luego conoció drogas. Se prostituyó cuando salió de la casa para conseguir su ”dotación».
En esta zona de alta movilización social, así­ como hay gente local, hay mucho más de fuera que tienen seí±ales de alcoholismo. Le pasa lo mismo a empleados y empleadores, por eso la agrupación de Alcohólicos Anónimos trabaja con empresas y organizaciones como la CROC.
Su dirigente de este movimiento sindical, Román Maldonado, dijo que le tiene confianza a los servidores de AA de Isla Mujeres, por eso están interesados en trabajar juntos por segundo aí±o consecutivo en la prevención del problema en los centros de trabajo, y para estos dí­as deberán elaborar un programa conjunto para atender a empleados de 20 empresas con que hay trato laboral.
En breve charla, antes de la firma del acuerdo AA-Ayuntamiento, sostuvo que ya se firmó un acuerdo de colaboración hace dos aí±os entre las partes también para alcanzar una meta común.

Graciela Machuca

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