Expertos buscarán en Yucatán respuesta al origen de la vida

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La primera expedición internacional subacuática al cráter de Chicxulub, que realizarán especialistas de cuatro universidades con un fondo superior a los 10 millones de dólares, fue puesta en marcha para que en 2016 se busquen vestigios del origen de la vida en la Pení­nsula de Yucatán, así­ como nuevos indicios sobre la extinción de los dinosaurios.

El doctor Sean Gulick, de la University de Texas en Austin, EU, uno de los lí­deres del proyecto, explicó en Mérida que la Expedición 364 Cráter de Chicxulub K-Pg busca encontrar respuestas en la formación geológica subterránea y subacuática en la Pení­nsula de Yucatán, sitio en el que hace 65 millones de aí±os se registró el impacto de un meteorito sobre la Tierra.

Gulick explicó que el objetivo es recuperar muestras de rocas de la estructura anular y de la capa del cráter, para entender cómo la vida se recuperó después del evento de extinción masiva.

Junto con la Universidad de Texas en Austin participan otras instituciones, como el Instituto de Geofí­sica de la UNAM, encabezado por el doctor Jaime Urrutia Fucugauchi, quien ha realizado la mayorí­a de los estudios previos en la región.

También participa la doctora Ligia Pérez-Cruz y colaboradores de la Universidad Autónoma de Yucatán. A este grupo local se suma el experto en perforaciones David McInroy, cientí­fico del programa Ecord (European Consortium for Ocean Research Drilling). Este organismo aportará al menos 10 millones de dólares, procedentes de recursos de 16 paí­ses europeos y Canadá, así­ como del Programa Internacional de Perforación Continental.

Para la doctora Pérez-Cruz, lo más importante será estudiar la variación del sistema climático a través del tiempo geológico, marcado en diversas capas de la tierra.

”Actualmente no tenemos una fecha precisa para el inicio de operaciones, pero se prevé que se realice entre marzo y abril de 2016. El equipo del proyecto pasará aproximadamente dos meses en la plataforma de perforación, la cual es capaz de recuperar rocas del fondo marino, hasta  mil 500 metros de profundidad», comentó Gulick.

La perforación se realizará a 40 kilómetros al norte de la costa de Yucatán, frente al puerto de Progreso y se utilizará una plataforma de tres patas que se asentarán sobre la laja en el lecho marino en tanto se llega a los mil 500 metros de profundidad que pretende el proyecto.

El material que se extraiga se distribuirá alrededor del hueco, para que no haya alteraciones significativas al ecosistema marino y se afirmó que el lodo para lubricar la barrera es biodegradable.

Los cientí­ficos tardarán alrededor de un aí±o en analizar las rocas recuperadas durante las operaciones en el mar y después publicarán sus resultados.

”Por los cambios que trajo para la vida en la Tierra, el cráter de Chicxulub se vuelve muy interesante para la exploración cientí­fica. En esta semana realizamos un taller de discusión sobre el proyecto de perforación marina del cráter. Hemos trabajado cercanamente con el gobierno de Yucatán, en particular, con la Secretarí­a de Educación, para desarrollar las siguientes etapas del plan», expuso el mexicano Jaime Urrutia Fucugauchi.

Otras cabezas del proyecto son la doctora Joanna Morgan, del Imperial College, de Reino Unido, y los doctores McInroy y Alan Stevenson y Mario Rebolledo-Vieyra, de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigaciones Cientí­ficas de Yucatán.

Otro apoyo local es el Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado de Yucatán, que recientemente abrió el primer Parque Cientí­fico en la región.

El estudio prevé la extracción de una columna de piedra la cual contiene la historia geológica del planeta, en los últimos 65 millones de aí±os.

Los cientí­ficos consideran que el impacto del meteorito creó un fuerte choque que movió la corteza terrestre, que está a 25 kilómetros de profundidad, lo que provocó el levantamiento de material y la generación de nubes de gas. Esto, además de la teorí­a de la extinción de los dinosaurios.

El cráter recibe el nombre de Chicxulub, ”pulga del diablo» en lengua maya, nombre de un antiguo cacicazgo maya en el centro de la costa de Yucatán donde actualmente se encuentra el puerto del mismo nombre, que como comisarí­a pertenece al municipio de Progreso.

FUENTE: EL PAIS

Graciela Machuca

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