Quintana Roo: Reclama ruinas de San Gervasio como suyas
COZUMEL, 16 de abril.- La Fundación de Parques y Museos de Cozumel (FPMC) cayó en ”rebeldía» por contestar con un garrafal error la demanda que un ciudadano particular interpuso en su contra peleando la legal propiedad del polígono territorial en el que se ubican las ruinas de San Gervasio, punto político, religioso, comercial, y centro de autoridad fundado alrededor del aí±o 300 – 400 d. C, por lo que ya solamente será un trámite para que este parador turístico quede en manos del particular, afirma el albacea de uno de los familiares que pelea este importante predio turístico.
Un pleito familiar por la herencia de los bienes dejados por Miguel Vivas Rivero, de quien dicen es el dueí±o del extenso predio donde se erigen las ruinas de San Gervasio y Santa Rita estas últimas situadas a un costado, derivó en que hace apenas unas semanas atrás fuese demandada la FPMC, presidida por Eduardo Novelo y dirigida por Jorge Alberto Martín Azueta.
La demanda en cuestión fue interpuesta por una persona de la localidad de nombre Miguel Vivas Martín, alegando ser el único dueí±o de las poco más de 60 hectáreas que comprende este importante santuario religioso maya precolombino ubicado sobre el kilómetro 7.5 de la carretera transversal que es visitado por miles de turistas al aí±o, e incluso destaca la visita que hiciera el pasado 1 de enero de este aí±o el ex presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter.
En ese sentido, Gustavo Rivero Morales, albacea de su suegra ya difunta, Emma Rosa Vivas Martín, habló al respecto relatando que su cuí±ado Miguel Vivas Martín se ha ostentado como único y legítimo dueí±o, sin embargo, niega que lo sea al ser siete los hijos que dejó el original propietario del terreno, Miguel Vivas Rivero, cuyos nombres son Miguel, Juana, Miriam, Carlos, Celia y Emma todos ellos de apellidos Vivas Rivero, y Antonio Vivas Basto, un medio hermano, solamente que el aludido denunció este aí±o a la FPMC para pelear la legítima propiedad de las ruinas de San Gervasio y las de Santa Rita, cuya extensión sería de casi 90 hectáreas en global.
Gustavo Rivero Morales dijo que la FPMC al recibir la demanda de Miguel Vivas Martín tuvo nueve días para responder a dicha demanda presentada por el particular ante el Juzgado Civil de Primera Instancia del distrito judicial de Cozumel, radicado en el juicio ordinario civil 68/2015, sin embargo, sostiene que ”sé de buena fuente que esa demanda ya la perdió Parques y Museos porque les dan un plazo para declarar lo conducente a la demanda que les interpusieron, pero se venció ese plazo, y el último día presentaron la contestación pero raramente se equivocaron en el número de expediente, o sea que quedó como si no hubieran hecho la contestación a la demanda, por lo tanto se les declara en rebeldía y se declara un caso pre concluido ya sin defensa para Parques y Museos y consecuentemente pues en teoría el juez va a dictaminar que se le restituya la propiedad al supuesto dueí±o que se está ostentando, Miguel Vivas Martín».
En relación a eso continuó diciendo ”raramente (los de la FPMC) se equivocaron en la asignación del número de la demanda y entonces lo recibieron en el juzgado, y quedó como si no hubieran recibido nada, porque se está refiriendo a una contestación de otro número de demanda que no es esa. Legalmente se entiende que no contestaron. Ya estaría indefenso Parques y Museos y no puede hacer otra cosa, ya casi lo perdió».
Al proseguir asentó ”yo veo que hay algo chueco ahí, porque definitivamente se supone que Parques y Museos tiene un grupo de abogados muy buenos en el aspecto de la defensa de sus intereses, y se me hace infantil eso de que se equivoquen del número de expediente, y es dejarse perder, veo que hay algún otro interés medio oscuro para hacer eso, entonces ya quedan completamente indefensos, el juez va a tener que dictaminar que sí tiene razón el actor de la demanda y va a sentenciar que se le restituya el bien, lo que es ilógico porque sabemos que desde que sean ruinas es patrimonio de la nación, y no puede ser un particular dueí±o de eso, entonces se le tiene que restituir con una indemnización», que de acuerdo a su perspectiva podría ser una suma millonaria que aportaría el gobierno para evitar que se pierdan las ruinas.
Durante la entrevista dio a conocer que Miguel Vivas Rivero adquirió esas hectáreas desde hace muchos aí±os, habiendo procreado siete hijos, él ya falleció, al igual que Juana, una de sus hijas, quedando seis herederos que desde el 3 de agosto de 1987 unos de ellos, excluyendo a Miguel Vivas Martín, promovieron una sucesión intestada asentada en el expediente 149/1987 para reconocimiento de derechos hereditarios al ser hijos de Miguel Vivas Rivero, sin embargo, no procedió y hace unas semanas trataron de volver a realizar lo mismo, pero se encontraron con que uno de los hermanos, precisamente Miguel Vivas Martín, había demandando a la FPMC alegando ser el legítimo dueí±o de ese extenso tramo territorial que alberga al conjunto arquitectónico conformado por las ruinas: Manitas, Chi Chán Na (Pequeí±a Casita), Ka Na Ha (Casa Alta), El Arco, la plaza central, Nohoch Na (Casa Grande), Murciélagos, y el Ramonal.
No ocultó que los demás familiares que sienten son herederos desean percibir parte de la herencia, ”nos tiene que asignar lo que nos toca y si hay alguna indemnización pues tiene que ser dividida entre los siete herederos, no hay más».
Al preguntarle qué tan veraz, es la parte en que seí±ala que la FPMC contestó erróneamente y que eso le podría hacer perder el caso, respondió ”es 100 por ciento veraz, está el caso en el juzgado, tengo entendido que sí es», aunque dejó en claro que en el juzgado no les informan nada oficialmente porque no fueron ellos los que demandaron a la fundación.
Se maneja que a diario llegan guías encabezando recorridos a turistas que al día suman por lo menos entre 400 a 500 visitantes, excepto los domingos que no abre este parque administrado desde hace 30 aí±os por la FPMC, en donde comparte el cobro de acceso con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
FUENTE: POR ESTO!