Presión polí­tica y contradicciones causan la detención de Héctor Valdez

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Carlos Barrachina Lisón

Héctor Valdez, el periodista de Tulum, que se presentó en la maí±anera del presidente Andrés Manuel López Obrador el 17 de mayo del aí±o pasado, seí±alando que temí­a por su vida; fue vinculado a proceso el pasado viernes 4 de diciembre acusado de violación.
Las presiones polí­ticas, a pesar de las constantes contradicciones presentadas por Thalia Pompa Mendoza llevaron a que finalmente el dí­a 30 de noviembre, el periodista fuera detenido e ingresara en prisión, en donde tendrá que esperar la evolución de su proceso judicial. Son muchas las preguntas que llevan a sostener la hipótesis de una intervención polí­tica en un caso que no se sostiene se mire por donde se mire.
¿A qué se debe que el dí­a 21 de octubre su caso cambiara de fiscalí­a? Ese dí­a la Fiscalí­a de Investigación de Delitos Sexuales, Coordinación Territorial FDS-3. Unidad FDS-301; tuvo que remitir el expediente 000460-PGJDF-FDS-FDS-6-43-2019; y la carpeta de investigación CI-FD/FDS-6/UI-FDS-6-02/01115/09-2019; a la fiscalí­a dedicada a los mismos temas FDS-5. Unidad FDS-5-04. Curiosamente todo se aceleró y el 27 de noviembre se liberaba la orden de aprensión por parte de Agustí­n Moreno Gaspar, Juez de Control del Sistema Penal Acusatorio de la Ciudad de México en contra del periodista y el 30 de noviembre a las seis de la tarde la policí­a de investigación lo detení­a en su domicilio.
¿Por qué Thalia dio una dirección incorrecta en la fiscalí­a en sus declaraciones del 11 y 12 de septiembre del 2019, no pudiendo los agentes remitir un documento de apercibimiento al periodista, ni comentarle que habí­a sido denunciado? Tanto Héctor Valdez, como los empleados del edificio seí±alaron que la denunciante siguió durmiendo, entrando y saliendo del domicilio hasta el 24 de septiembre ¿Por qué trató Thalia que la seí±ora de la limpieza del edificio Idelfonsa Valdez Miranda hiciese una declaración falsa? ¿Cómo se justifica el que se afirmara que la llegada al domicilio de Héctor habí­a sido tres semanas antes del 11 de septiembre, en razón de que ”William», el amigo que le daba hospedaje en un domicilio indeterminado del Ajusco, se habí­a ido a Inglaterra? Según Valdez, y los porteros del edificio desde el dí­a de la mudanza al departamento a principios de junio, ésta tení­a llaves del domicilio, y entraba y salí­a a su criterio; y según, cuando tení­a problemas con su amigo iba y vení­a. Además ”William», no se fue a Inglaterra, sino a Chiapas, y su fecha de partida, según él mismo declaró, fue el 8 de septiembre. En su declaración presentada el 25 de septiembre, afirmó que Thalia se fue a vivir de forma definitiva con Héctor por haber encontrado una escuela para su hijo. ¿Por qué declara Thalia que no tiene problemas de adicciones y sin embargo el abogado del periodista, Nestor Troncoso solicita que se realice una ”prueba antidoping de orina, sangre y saliva; a fin de que se determine si la denunciante hace uso de sustancias quí­micas, ya sean drogas ilegales o medicamentos contralados»; y concluye que todo se trata de ”una mentira mal estructurada» en su escrito inicial de defensa del dí­a 15 de octubre del 2019?
¿A qué se debe el hecho de que a pesar de que la fiscalí­a hubiera tratado de localizar en diferentes ocasiones a Thalia, ésta hubiera dado una dirección incorrecta y que no respondiera su celular para comunicar la dirección real en la que supuestamente ocurrió la violación? o que de repente el 23 de septiembre la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, a través de la Dirección General de Quejas y Orientación, demandara las medidas precautorias en contra de Valdez, ofreciéndose por primera vez la dirección correcta en donde se debí­a encontrar al periodista. ¿Por qué seí±ala Thalí­a, a través de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que no se le brindó ninguna medida de protección por parte del personal de la agencia especializada de investigación de Delitos Sexuales FDS-6?
El dí­a 24 de septiembre, Héctor Valdez fue comunicado y apercibido en calidad de imputado para que ”se abstenga de realizar conductas intimidantes o de molestia al ofendido», y el dí­a 26 Thalia regresa al departamento, acompaí±ada por la autoridad para recoger sus pertenencias (en ese momento se le regresaron las llaves del domicilio a Héctor).
La sorpresa que manifiesta Héctor Valdez en su declaración de 15 de octubre, que refuerza la idea de una conspiración polí­tica, es que apenas diez minutos después de recibir el apercibimiento, el 24 de septiembre, recibió un mensaje de Fabiola Cortez, una conocida periodista quintanarroense, preguntándole por la denuncia penal por violación. A partir de ese momento seí±ala Valdez que empezaron a publicarse notas en medios de comunicación, que continuaron, seí±ala a petición del gobierno de Quintana Roo.
Efectivamente, al dí­a siguiente Fabiola Cortez publicaba en el portal del ”oficialista» Pedro Canché la columna: ”Denuncian por violación a Héctor Valdez, el reportero de Tulum que se hizo famoso en la ”maí±anera»». En ese escrito, la abogada, activista y periodista, afí­n al gobierno de Carlos Joaquí­n González, no tuvo el cuidado de corroborar su información y filtró información interesada y falsa.
De acuerdo con el oficio de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, seí±aló que Thalia habí­a sido maltratada en la fiscalí­a. Por una parte, afirma, ”La ví­ctima, decidió hacer público el caso ocurrido el 10 de septiembre luego de que la Fiscalí­a de la Ciudad de México ha minimizado su denuncia y ha recibido un trato vejatorio y denigrante por las propias autoridades ministeriales, además de que ha recibido amenazas del reportero Héctor Valdez». Por otra, afirma, ”durante 12 horas estuvo sometida a exámenes médicos y psicológicos, así­ como a diversas entrevistas, todo en presencia de su hijo de cuatro aí±os, a quien llevó consigo por no tener quién lo cuidara, y en la Fiscalí­a tampoco le proveyeron la ayuda para evitar que el pequeí±o viera y escuchara lo que estaba sucediendo».
Ya se ha explicado cómo Thalia, se desapareció, no facilitó información correcta, y regresó de la mano de la Comisión de Derechos Humanos, lo que explica la supuesta falta de ”seguimiento».
Lo hay que concretar para no incurrir en errores e injusticias son los tiempos.
La agente del ministerio público Sandra Flores Carrasco inició sus acciones, a las 15.57 minutos. A las 16.10 horas se solicitó una asesora jurí­dica en la Dirección General de Ví­ctimas, presentándose a las 16.20 Adriana Meneses. En ese momento inició la primera declaración, que concluyó a las 17.15. A las 18.00 horas en el consultorio médico se le realizó el examen sanitario completo, concluyendo el mismo a las 18.40. A continuación se solicitó continuar con la valoración psicológica Sin embargo, a las 19.31 la demandante manifestó, según Vanessa Poleth Carreí±o Martí­nez ”que no deseaba realizarla en ese momento por tener a su hijo pequeí±o en la sala de espera y ser el horario para dormir de éste, por lo que se le brindó el formato de no aceptación de la evaluación psicológica, donde de puí±o y letra plasmó falta de tiempo, mi hijo debe ir a dormir, me comprometo rotundamente a presentar mi valoración psicológica a las 9.30 am (SIC)».
Al dí­a siguiente por la maí±ana el policí­a de investigación encargado seí±aló que no habí­a podido entregar el apercibimiento porque la dirección no existí­a. Entre las 14.00 y las 15.40 horas de ese 12 de septiembre Thalia atendió su evaluación psicológica, y ante los cuestionamientos sobre la certeza del domicilio, seí±aló el jefe del grupo de policí­a: ”al encontrarse en el interior de esta fiscalí­a de delitos sexuales no fue su deseo quedarse en dicha fiscalí­a, toda vez que manifestó que habí­a dejado a su hijo encargado y que tení­a que ir a recogerlo, por tal motivo no tení­a el tiempo de realizar el recorrido para ubicar el lugar de los hechos».
Fabiola Cortez no corroboró la información y se limitó a alimentar las falsedades vertidas. Thalia nunca estuvo 12 horas seguidas en las instalaciones de la fiscalí­a, y su hijo no estuvo presente en ninguno de los ejercicios que conlleva el procedimiento, ya que el primer dí­a quedó en la sala de espera, atendido por personal de la fiscalí­a y el segundo lo dejó al cuidado de otra persona.
Curiosamente Fabiola Cortez ha lanzado una acusación en estos dí­as en contra del gobernador de Quintana Roo, y su esposa; que sorpresivamente ha sido respondida el 7 de diciembre en un tweet por el mismo mandatario exigiendo pruebas y reservándose las acciones legales que pudieran proceder. ¿Está tratando la periodista y activista mostrar un alejamiento del gobernador, justo en este momento? ¿Está apoyándole el gobernador con esta respuesta tan poco habitual en su persona?
¿Cuál es la versión de los hechos de Héctor Valdez? En su opinión, manifestada en su declaración del 15 de octubre del 2019, desde el 7 de junio Thalia ya se habí­a acercado a él y tras acompaí±arle en la mudanza de hotel que el mecanismo de protección le habí­a facilitado, al departamento en el que le ubicaron, ésta tení­a llaves del departamento y entraba y salí­a libremente: ”para mediados de junio la seí±ora entraba y salí­a de mi domicilio, quedándose la mayor parte del tiempo junto a su menor hijo de 4 aí±os, justamente este nií±o fue el motivo principal de que yo habí­a decidido permitirle una estancia temporal dado que me dijo que su novio permanecí­a drogado y no se preocupaba por su falta de alimentos o por su situación económica y que constituí­a un riesgo para su menor hijo». Según Valdéz, Thalia tomaba mucho y ello le incomodaba por lo que ”el pasado 10 de septiembre de 2019, de manera por completo inesperada luego de pedirle una vez más que regresara con su novio o que viera la manera de desalojar el departamento en el que resido, la seí±ora Thalia Pompa Mendoza tomó una actitud desconcertante pues me dijo que no se iba a salir en los próximos dos o tres meses pues tení­a la intención de regresar a Tulum pero que eso serí­a hasta noviembre o diciembre» (según un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, de 20 de febrero del 2020, el 20 de noviembre del 2019 se recibió una llamada de Pompa Mendoza, por la que seí±alaba que habí­a decidido regresar a Tulum).
Concluyendo, Valdez afirmó que ”de pronto sin más me djo que podrí­a armarme un escándalo y acusarme de hostigamiento o incluso violación sexual». Thalia siguió en el departamento, incluso cuando dos amigos de Héctor llegaron al mismo entre el sábado 14 y el 25 de septiembre: ”El 16 de septiembre pasadas las 2 de la tarde cuando la seí±ora luego de llegar con su nií±o después de la escuela se acercó a la recámara a platicar conmigo en lo que dijo era ”su último intento de negociación» y me dijo que ella no harí­a ningún escándalo si yo le permitiera quedarse al menos hasta noviembre y también me dijo que si ella tuviera lo necesario para los pasajes de avión, unos 10.000 pesos para poner un pequeí±o negocio y otros 6 para gastos ella podrí­a regresarse a Tulum sin hacer ya ningún problema».
En relación a este caso, la conocida activista Irinea Buendí­a, ha tenido que desmarcarse de un intento de manipulación polí­tica al firmar en su página de Facebook: ”Por medio de este comunicado, quiero aclarar que yo no estoy apoyando, a ninguna persona de Tulum, Quintana roo, porque ninguna ví­ctima de violencia, se ha puesto en contacto conmigo y no quiero que utilicen mi nombre, cuando no es verdad»

Graciela Machuca

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