De la Guerra de Castas al abandono gubernamental del pueblo Maya en Quintana Roo

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Necesariamente Incómoda

Graciela Machuca Martí­nez

Al pueblo maya de Quintana Roo se le sigue teniendo en el olvido, en la sumisión, en la explotación de su cultura, de sus recursos naturales en beneficio de empresarios, los más, que solo quieren ver ganancias, al igual que la clase polí­tica, que se interna por las comunidades mayas, solo en épocas electorales, después se olvidan de esas mujeres, hombres, nií±as y nií±os que viven en pobreza extrema, a pesar de vivir a unos cuantos kilómetros del centro turí­stico más importante de México, puerta de entrada al paí­s.

El 30 de julio se conmemoró un aniversario más del inicio de la sangrienta Guerra de Castas (1847) que tantos dividendos ha traí­do a las personas que se dedican a la polí­tica en Quintana Roo, pero como ya habí­a pasado el proceso electoral se olvidaron de realizar un homenaje a las ví­ctimas de esa guerra, no solo a las del pasado, sino a las del presente, porque el pueblo maya, encabezó esa rebelión, pero hasta el momento no ha recibido una respuesta positiva a las demandas de sus antepasados y continúan en el resago social y la marginación.
Si hacemos un recuento de los discursos de aspirantes a algún puesto de elección popular en lo que va del Siglo XXI encontraremos infinidad de alusiones a las demandas y a las vidas perdidas durante la Guerra de Castas, pero si nos vamos a las comunidades donde viven las personas descendientes de esas ví­ctimas veremos que siguen siendo ví­ctimas del poder absoluto del Estado y de sus aliados, porque siguen viviendo en la pobreza extrema, en el abandono, mientras que son revictimizados por el mismo Estado al ser carne de caí±ón de los procesos electorales a través de los programas asistencialistas.

LAS MUJERES MAYAS DE QUINTANA ROO LAS MAS OLVIDADAS DE LAS POLíTICAS PUBLCAS, A PESAR DE QUE SON UTILIZADAS PARA JUSTIFICAR LA INVERSIí“N GUBERNAMENTAL

En un estudio realizado por la Universidad de Costa Rica, en coordinación con académicos mexicanos, publicado en su Revista de Ciencias Sociales (2019) bajo el tí­tulo de Desigualdad y Pobreza Extrema en las Mujeres Indí­genas Mayas de Quintana Roo, México, se busca identificar la realidad sobre la pobreza de una parte de las mujeres indí­genas que viven en México, por lo que se puede tomar como referencia en cuanto a la forma en que la pobreza se ha manifestado con las mujeres indí­genas Maya.

La autora y autores fueron Miguel íngel Barrera-Rojas de la Universidad de Quintana Roo; Alfredo Sánchez-Carballo, Universidad Autónoma de Ciudad Juárez; Joel Ruí­z-Sánchez, Universidad Autónoma del Estado de Morelos y; Natalia Ruiz-Guevara del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseí±anza, Costa Rica.
Concluyen que como se evidenció a lo largo del trabajo, los ingresos de las mujeres son significativamente menores comparados con los de los hombres, además de tener una estructura menos variada y más concentrada en los apoyos gubernamentales a través de los programas sociales focalizados a lo largo de las 3 últimas décadas. Dicha situación económica las vuelve vulnerables tanto al interior como al exterior del tejido familiar, pues se provoca dependencia al ingreso de los varones de sus hogares.

Este trabajo también se ha ocupado de mostrar que las polí­ticas sociales de combate a la pobreza no han sido del todo efectivas. Pues, si bien, han ayudado a disminuir la desigualdad que existe en el Ingreso Corriente entre hombres y mujeres, no han sido efectivas para incidir en la categorí­a de pobreza o no pobreza, claro está, en zonas indí­genas cuya vocación es mayormente rural campesina, sostienen la autorí­a y los autores de la investigación.
Por ello, es indispensable que los tomadores de decisiones públicas y los diseí±adores de polí­ticas públicas consideren este tipo de estudios para el rediseí±o de la polí­tica social, pues a todas luces, luego de 30 aí±os de programas de combate a la pobreza, los resultados son escuetos y nada alentadores para las mujeres indí­genas de esta zona Maya, se lee en las conclusiones del ensayo.

Otra de las conclusiones es que a pesar de que ”son las mujeres las que reciben la trasferencia monetaria de los programas sociales focalizados como oportunidades, Pogresa o Prospera , la carga laboral en el hogar aumenta sin tener una percepción monetaria extra por ello, ya que son ellas las que deben llevar a cabo las tareas de corresponsabilidad (acudir a pláticas sobre salud, enviar a los hijos a la escuela, por ejemplo). Asimismo, como se ha mostrado, la transferencia monetaria percibida no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de hogares de esta zona, ya que tienen en promedio 4,3 miembros por hogar, lo cual hace difí­cil satisfacer totalmente las necesidades como alimentación o salud».

Ser mujer, habitar en un contexto rural y pertenecer a un grupo indí­gena, al menos para la realidad mexicana, este cúmulo de caracterí­sticas es garantí­a para vulnerar las condiciones de calidad de vida de dicho grupo. ”El desarrollo urbano juega un papel preponderante como escalón que permite enfrentar y, quizá, superar la condición de pobreza; por ejemplo, los ingresos más altos, tanto en hombres como en mujeres, se ubican en Felipe Carrillo Puerto y José Marí­a Morelos, localidades urbanas y cabeceras municipales de sus respectivos municipios.

POBREZA EXTREMA, HEERENCIA PARA LAS FUTURAS GENERACIONES DE MAYAS EN QUINTANA ROO

”En suma, las mujeres en todas las localidades aquí­ analizadas subsisten con un ingreso diario de $1,25 dólares americanos, lo que se traduce en que la pobreza seguirá heredándose a las próximas generaciones, ya que las transferencias monetarias y los planes en las polí­ticas sociales no son garantí­a para abatir las condiciones de pobreza, escasez y precariedad. Las mujeres padecen una realidad adversa, y este artí­culo se ha encargado de evidenciar y discutir, al menos, una parte de las condiciones en que este grupo de la población vive diariamente». Ver artí­culo completo aquí­: https://www.redalyc.org/journal/153/15359603004/html/
Estas consideraciones se han planteado en este espacio periodí­stico desde hace muchos aí±os, pero leerlo como un producto de una investigación académica, nos permite confirmar que nuestros análisis sobre el abandono en que vive la población indí­gena de Quintana Roo solo reflejan la realidad que desafortunadamente será heredada por las siguientes generaciones a pesar de las inversiones multimillonarias del gobierno federal para construir en llamado Tren Maya, entre otros megaproyectos, que solo permiten la consolidación del sistema económico neoliberal.
Por ello, es de gran importancia hacer referencia a lo que ha dicho en redes sociales al abogado de origen maya Javier Ciau Uitzil: ”La resistencia de los mayas aun continua, la discriminación sigue, la pobreza, el desempleo, la falta (de) atención en la salud hace que muchos se mueren por falta de medicinas o una cirugí­a, mientras los gobiernos municipales continúan saqueando las arcas del municipio para hacerse millonarios».

Por su parte, JUAN RIOS, también en redes sociales escribió: ”Que todo México se entere que NO le están cumpliendo al pueblo y están traicionando al Compaí±ero Presidente…» Mal hecho por parte de Arturo Abreu y su gente DIJO……»DEBEN HACERCE PUBLICAS ESTAS DENUNCIAS HASTA BUSCAR QUE LOS ESCUCHEN» PARA ESO ESTAN Y PARA ESO LES PAGAN A LOS RESPONSABLES DEL PROGRAMA DE BIENESTAR, PARA SER SERVIDORES PUBLICOS Y NO BUROCRATAS DE ESCRITORIO LISTOS PARA LAS FOTOS» CONCLUYí“ EL TAMBIEN MILITANTE DE LA 4T».

Otro asunto que deberí­a dar vergí¼enza a quienes gobiernan el municipio de Felipe Carrillo Puerto, es el referente al abandono en que se encuentran las personas con discapacidades en la zona maya, quienes no son atendidas por el programa Bienestar.
Por medio de un texto informativo publicado por Bernardo Caamal Itzá, fechado el 30 de julio en Felipe Carrillo Puerto, se lee:

PERSONAS CON DISCAPACIDAD, OTRO GRUPO EN CONDICIONES DE VULNERABILIDAD OLVIDADO POR EL PROGRAMA BIENESTAR

”Que no nos engaí±en, queremos ser atendidos», seí±alan mayas con capacidades diferentes oriundos de una de las comunidades del municipio de Felipe Carrillo Puerto, ubicado en el centro del estado de Quintana Roo.
”La denuncia que llegó a nuestra mesa de redacción, nos los enví­a Nicolasa Poot Tuz, uno de las jóvenes con capacidades diferentes de Yaxley, debido a que les llegó solo la tarjeta de Bienestar y al respecto han hecho innumerables gestiones, en los últimos 20 meses, y hasta la fecha sin recibir apoyo alguno.
”Rubén Tzuc May, uno de las 6 personas, que hicieron su solicitud al apoyo del programa del Bienestar de la comunidad maya de Yaxley -municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo-, y con más de dos aí±os en gestión, incluso con tarjeta, pero sin deposito alguno.

”Tzuc May con capacidad diferente visual, ha acudido a las autoridades del programa en Felipe Carrillo Puerto, incluso, uno de los solicitantes de esta misma comunidad les ha dicho que han recibido el apoyo económico, aunque resaltan que todo es falso.

”Otro de los jóvenes afectados, es Anayelli del Rosario ay Poot, de 21 aí±os y oriunda de la misma comunidad, y padece de capacidad motriz, pasa por las mismas penalidades en cuanto a la gestión del apoyo y hasta el momento nada.

”A las autoridades de Bienestar de Quintana Roo, no les importa la situación en que nos encontramos y de nuestra situación fí­sica, ya que hemos acudido una gran infinidad de veces a sus oficinas, pero sin resultado alguno». (SIC).
Se trata de un olvido institucional, los tres niveles de gobierno tienen facultades y obligaciones para intervenir de acuerdo a lo establecido en la Constitución Polí­tica de los Estados Unidos Mexicanos, pero la clase polí­tica, la que después de unas elecciones se convierte en propietaria de la administración pública, se hace la desentendida y gobiernan para defender sus intereses, en lugar de trabajar por el beneficio de la sociedad quintanarroense.
PD. Desde 1847 a la fecha los mayas siguen esperando la inclusión, no ser discriminados y sobre todo esperan la igualdad social que les traiga desarrollo en sus comunidades, aunque eso no se ve llegar por ningún lado.

Graciela Machuca

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