Corrupción y negligencia entre responsables de la construcción del tramo 7 del Tren Maya en perjuicio de la seguridad y salud de trabajadores 

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Graciela Machuca Martínez

Un técnico en Urgencia Médicas que labora como paramédico en el tramo 7 del Tren Maya dio a conocer una serie de irregularidades que se presentan en diversos campamento, situaciones que contravienen derechos laborales y ponen en riesgo la integridad física de los trabajadores, además, denunció actos de corrupción y tráfico de influencias al solapar a personas que no cumplen con sus tareas de manera eficiente.

Entre los responsables de actos de negligencia y corrupción se encuentran el ingeniero José Manuel Luna Cruz, así como sus coordinadores identificados como el ingeniero Alberto, el licenciado Julio y la enfermera Valeria, de acuerdo a un escrito hecho a mano por el Técnico en Urgencia Médicas (TUM), Manuel Lara Álvarez, responsable del Grupo de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST), en el Viaducto del Puente de Ucum.

En su narración, Lara Álvarez expone que sus jefes inmediatas, a la cabeza de quienes está el ingeniero Luna Cruz les han pedido dinero con el pretexto de comprar lámparas de mano y luces, lo cual sucedió hace unos dos meses.

“El dinero que le entregamos fue en la sala de juntas del campamento Chetumal, un sábado en una reunión organizada por el Ing. Luna. El dinero lo recibió el Ing. Alberto y el Lic. Julio y nos anotaban en una lista. A mí me pidieron 500 pesos. La cuota fue para todos; la doctora pagó más porque ella gana más. Y nos amenazaron, desde semanas atrás, diciendo que él que no pagara, se atendría a las consecuencias”, se lee en el escrito.

La persona que denuncia estos hechos sostiene que el referido ingeniero Luna Cruz “en la junta de los sábados nos dice que está bien parado con el alto mando militar”, por lo que quien no esté de acuerdo “que entregue el chaleco rojo y renuncie”.

También expuso qué durante las juntas de los sábados, “el Ing. Luna nos trata muy mal, con groserías, es muy prepotente, agresivo y altanero”.

El Técnico en Urgencias Médicas detalló que esta situación se agravó debido a que el sábado 5 de agosto “tuve, en el Viaducto Puente de Ucum, a un paciente a las 7:05 de la mañana, que me reportó el arquitecto Damián. Llegué al punto donde estaba el paciente, lo valoré y estaba mal, sus signos vitales estaban bajando drásticamente, tenía 55 % de oximetría y lo mínimo normal es 90 %. El reporte lo mandé al grupo. El chofer de la ambulancia el C. David Nicol, yo le hablé por celular y me dijo que no tardaba, pues pasaron los minutos y nunca llegó. Después supe que estaba en Chetumal”.

El paciente se agravó “casi muere el DUD del Viaducto. Tardaron una hora en llegar con la ambulancia. Yo hablé con celular con el Ing. Luna y solicité permiso para manejar la ambulancia. El cual soy operador de ambulancia y paramédico. Y él me dijo que me esperara indicaciones”.

Sostiene que el citado conductor de la ambulancia “siempre es tapado y solapado por el Ing. Luna. Tiene un mal carácter y trata con la punta del pie a las banderas (ya que conozco a varias y detestan a David Nicol por su forma de cómo les pide las cosas)”.

Recuerda que recientemente renunció uno de los choferes de la ambulancia, quien lo mandó a llamar “para ser testigo de que la ambulancia olía a mariguana y sí tenía un olor muy penetrante a mariguana. Esto fue como las 7:30 de la mañana, lo cual, el chofer que la manejó en la noche fue David Nicol. También esto fue reportado al Ing. Luna en el grupo. Y nada pasó. Hasta que nuestro compañero Valdemar, el chofer de la mañana renunció, por toda la presión del Ing. Luna”, quien no hizo nada al respecto.

En su escrito, explica que en el Viaducto Puente de Ucum, donde se desempeña como paramédico  “hay como 200 trabajadores, entre ellos fierreros, carpinteros, albañiles, operadores y más. Yo recuerdo darles a ellos: guantes, suero Vida Oral, ciertos medicamentos como para la diarrea. Lo más básico. Lo solicito y no me dan lo suficiente. Solicito 200 guantes semanal y me mandan 60 y esto causa problemas con los trabajadores, porque al no darles equipo bueno, se lastiman sus manos. No me dan medicamento y todos los días lo solicito en el grupo. No me dan los lentes y ya hubieron lesionados de los ojos”.

El informante sostiene que no sabe que pasa con los requerimientos para la seguridad de los trabajadores “a mí no me comunican nada y porque presiono a mi jefe, este últimamente me está marcando el paso y cualquier cosita me levanta reporte de sanción”.

Agregó que en otra ocasión “nos pidieron dinero para comprar una batería de una Maxi light, la cual le había(n) robado la batería. Esta vez fue de cien pesos cada uno de los compañeros del Grupo SST (Seguridad y Salud en el Trabajo)”.

La tercera vez “que nos extorsionaron, fue una vez hace como el mes pasado, donde el ingeniero Luna quería dinero y nos anotó cuatro horas extras a todos los del Grupo  SST. Horas extras que no trabajamos y que el sábado cobramos. Ese dinero lo cobró el licenciado Julio, este lo recolectó en la Enfermería del campamento de González Ortega, un sábado durante la junta. A mí me extorsionaron con 400 pesos”.

Este trabajador del Tren Maya considera que hay un tráfico de influencias por ´parte del ingeniero Luna. Porque tiene a sus preferidos, “como el Ing. Alberto. Lo han visto bien borracho manejando la camioneta de SEDENA, llega tarde y no es eficiente en su trabajo, es un inútil y Luna siempre lo protege, porque es su paisano de Chiapas. 

Estoy, y varios otros compañeros indignados y molestos por esta situación”.

Informó que esta denuncia ya se la han hecho llegar al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, “para que nos ayude en esta situación” y a la Comisión de Derechos Humanos.

Graciela Machuca

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