Solidaridad enfrenta crisis por suministro de energía eléctrica e inseguridad, mientras la clase política se disputa el gobierno municipal
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
Mientras la ciudadanía en el municipio de Solidaridad enfrenta una de las crisis más severas en el suministro de energía eléctrica, así como de agua potable, además, los efectos de la inseguridad pública, la clase política se dedica a descalificarse mutuamente en lugar de trabajar, cada quien desde su trinchera para solucionar los múltiples problemas sociales, económicos y políticos que tiene ese municipio.
Para la presidenta municipal Lili Campos Miranda no es motivo de preocupación la crisis por la que atraviesa el municipio que dice gobernar y que conoce muy bien a su gente, porque si revisamos sus comunicados de prensa, sus redes sociales y contenido de sus discursos no se refiere a los problemas que realmente afectan a la población residente, para ella todo “es miel sobre hojuelas” y que “el desarrollo” de Solidaridad se debe a su gestión.
Reitero que los festejos de los 30 años de la fundación del municipio representan un antes y un después para su carrera política porque decidió abrir un frente más entre sus adversarios y decidió enfocar sus baterías contra la Cuarta Transformación, movimiento que no tuvo a otro personaje que le respondiera con altura, sino a su dirigente estatal, Johana Acosta, quien ante sus carencias en su formación política no hizo otra cosa que el ridículo con un video mal diseñado, con un contenido sin revisión ni edición, en el que confundió “botín” con “motín”, pero después de esa nimia reacción quedó expuesta, no solo ella, sino todo el proyecto político de Andrés Manuel López Obrador en Quintana Roo, quien no estará muy contento con Johana Acosta, de quien ha dicho que forma parte de “las lacras de la política”.
En la política mexicana hay un principio que han seguido priistas, panistas y perredista, que consiste en que cuando requieres que tus aliados se pronuncien a tu favor públicamente con declaraciones o con desplegados en la prensa escrita como se hacía antes, ahora en las redes sociales, es muestra de tu debilidad política y más cuando tu equipo de confianza “hace agua”, como le está sucediendo a Lili Campos en el Ayuntamiento de Solidaridad.
El proyecto de Lili Campos es asumirse como víctima de la 4T en Quintana Roo para continuar vigente en la próxima contienda electoral para la gubernatura, y para ello, ha visto en el Frente Amplio del PRI, PAN, PRD, una tablita de salvación, fórmula que le podrá dar resultado entre la cúpula política nacional y estatal de estos partidos políticos porque tiene los recursos de las arcas públicas para financiar campañas electorales, pero lleva las de perder entre el electorado que hoy en día es víctima de la inseguridad, de la deficiencia en los servicios públicos, la falta de obra, y de la crisis del suministro de energía eléctrica, porque al fin de cuentas, es el gobierno municipal, el que ha autoriza todo tipo de obra pública o privada.
Desde luego que el caos en el crecimiento urbano en Playa del Carmen y áreas aledañas no solo es culpa del gobierno de Lili Campos, sino de todos los anteriores, porque han visto en la autorización de desarrollos urbanos una mina de oro, los planes de desarrollo urbano municipal se han hecho sobre las piernas, para tener flexibilidad para aprobar y cobrar por los nuevos complejos habitacionales, turísticos y comerciales.
Recordemos que Lili Campos no gobierna sola, tiene a su lado a un grupo político aún con poder en la entidad, reforzado con asesores que le fueron recomendados por la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional; ahora, en la coyuntura de la elección presidencial le queda muy bien el papel de víctima del movimiento morenista, al cual hace unos meses pretendió formar parte.
Quien cayó en la novatada fue la dirigente de MORENA en Quintana Roo, Johana Acosta, misma que sin esperar a que le dictaran el guion se aventó a retar a la presidenta municipal de Solidaridad, cayó en la trampa, a tal grado que las dirigencias del PAN, PRI y PRD en la entidad la empiezan a defender como víctima de una guerra sucia de parte de la 4T.
En tanto mantiene ocupadas a las dirigencias partidistas con dimes y diretes, Campos Miranda empezó a realizar ajustes en su administración para subsanar acciones que impactaron negativamente en su imagen, a pesar de los beneficios que pudo tener su familia, como es el caso de remover de la Tesorería Municipal a Pedro Escobedo Vásquez, su exesposo y padre de sus hijos, nombramiento que fue cuestionado por nepotismo.
A la tesorería envió a su socia Kira Iris San, quien se venía desempeñando como secretaria General del Ayuntamiento y quien fue su suplente en el Congreso del Estado cuando Lili Campos dejó la curul para asumir la presidencia municipal.
La Secretaría General del Ayuntamiento de Solidaridad fue asumida por Cecilio Puc Sansores, quien se venía desempeñando como octavo regidor.
Desde luego que en ambas dependencias del Ayuntamiento debe poner mucha atención para corregir y tapar errores, porque la mayoría morenista en el Congreso tiene el poder político para hacerle la vida imposible con la falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos en los últimos dos años, debido a que está en juego qué grupo político se queda con la administración municipal de Solidaridad, el segundo municipio de mayor importancia en la entidad por las inversiones nacionales e internacionales programadas para los próximos diez años.
Tanto PAN, PRI y PRD, así como MORENA, PT y el PVEM deben hacer un análisis minucioso de los resultados de las tres últimas elecciones municipales, así como de la rendición de cuentas de sus respectivos gobiernos.
Ambas coaliciones ya tuvieron la oportunidad de gobernar Solidaridad desde el año 2016 y las consecuencias es el caos que viven los solidarenses.
En medio de esta disputa de la clase política en Quintana Roo por el control del municipio de Solidaridad la ciudadanía está preparada para buscar otra opción política electoral para que se haga cargo de la administración, de lo contrario la clase política volverá a determinar su rumbo, porque MORENA y el PVEM están tomando decisiones por el electorado: Benito Juárez para MORENA y Solidaridad para el PVEM.
Graciela Machuca
