Psicosis colectiva en Felipe Carrillo Puerto ante la inseguridad pública, mientras la presidenta municipal insiste en reelegirse
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
Ahora que el titular del Poder Ejecutivo Federal, Andrés Manuel López Obrador, decidió declarar al 2024, año de Felipe Carrillo Puerto. Benemérito del proletariado revolucionario y defensor del Mayab, es el momento que la ciudadanía de este municipio quintanarroense, que lleva el nombre de ese insigne político del pueblo maya, levante la voz y exija que la autoridad municipal cumpla con su encomienda y lleve a la realidad lo que dice en sus discursos proselitistas en busca de la reelección.
La presidenta municipal Maricarmen Candelaria Hernández Solís que ha olvidado que ser autoridad municipal representa una serie de obligaciones con el pueblo y no los privilegios y excesos que ella tiene; debe cumplir con sus facultades en materia de seguridad pública que están muy bien definidas en el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no puede dejarle toda la responsabilidad a los gobiernos federal y estatal en esta materia, porque ella, por el cargo por el que cobra y se despacha con la cuchara grande, debe poner en marcha acciones en beneficio de la ciudadanía, porque hasta ahora hace caravana con sombrero ajeno al adjudicarse obras que son de los otros dos niveles de gobierno.
Ante la incapacidad e indiferencia de quienes integran el gobierno municipal de Felipe Carrillo Puerto, la sociedad de este municipio se encuentra conmocionada y en psicosis colectiva, luego que un supuesto tirador solitario agredió a un grupo de ciclistas lesionando a uno de ello con un arma de fuego, por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de emergencia en un hospital de Mérida y por complicaciones una segunda cirugía se le realizó el pasado jueves 4 de enero.
Juan Manuel Cruz, no es la primera víctima de un supuesto tirador fantasma, ya hay unas diez personas en el municipio de Felipe Carrillo Puerto que durante los últimos meses han resultado lesionadas, sin que las acciones de las autoridades sean efectivas, incluso, en dos ocasiones han dejado en libertad al presunto agresor, simplemente porque no cuentan con las evidencias suficientes para judicializar el caso.
A la persona que ha sido detenida en dos ocasiones por este tipo de agresiones es considerado un paciente mental, y al no tener los elementos suficientes para procesarlo lo dejan en libertad y se ha convertido en un peligro para la sociedad.
En este caso, tanto la Fiscalía como la autoridad municipal de Felipe Carrillo Puerto deben actuar y canalizarlo a una institución donde le den la atención necesaria para su salud mental, priorizando en todo momento sus derechos humanos, porque no lo pueden dejar que ande en libertad, sí es cierto lo que dice, que está enfermo de sus facultades mentales, deben actuar en consecuencia y si no es así lo deben procesar.
Luego de 4 días del suceso, tanto la policía municipal como elementos de la Guardia Nacional se meten a la selva unos kilómetros en la búsqueda del agresor, pero en todos los intentos han fracasado debido a sus estrategias erróneas.
Recientemente, las corporaciones policiacas informaron que estaban a punto de capturarlo, que encontraron las cuevas donde se esconde e incluso que en un lugar encontraron atole caliente que era el desayuno del perseguido, pero como conoce mejor la selva que la policía, pues se les escapó.
Al registrarse este tipo de agresiones en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, corresponde a la presidenta municipal, Maricarmen Candelaria Hernández Solís, tomar cartas en el asunto y actuar para detener al agresor, como para canalizar a un establecimiento de salud mental, reitero, si se comprueba que se trata de una paciente mental.
La agresión en contra de Juan Manuel Cruz, una persona que se caracteriza por dedicarse a su trabajo, tuvo lugar sobre el camino del Cementerio a la Carretera Federal.
Ahora la policía ha realizado operativos en la carretera Chetumal a Felipe Carrillo Puerto y a pie ha entrado unos cinco kilómetros a la selva, sin lograr su objetivo.
Juan Manuel Cruz fue herido con cinco perdigones de escopeta calibre .16, por lo que ameritó ser trasladado a una clínica en Mérida para ser intervenido quirúrgicamente, porque en el municipio de Felipe Carrillo Puerto se carece de una atención especializada, a pesar que existe un hospital público que se encuentra, sin personal suficiente, infraestructura, equipo, materiales de curación y medicamentos. Lo cual, no le interesa y no es prioridad para Hernández Solís, quien insiste en reelegirse como presidenta municipal, a pesar de la negligencia con que ha desempeñado el cargo.
Recordemos otro caso suscitado el 23 de junio del año pasado, cuando fue agredido un trabajador del Tren Maya, se logró el aseguramiento de un individuo a quien se le decomisó cartuchos. Tanto en esa ocasión como en una posterior fue detenido, pero dejado en libertad al ser considerado paciente mental, por lo que la sociedad quedó expuesta a un peligro muy grave, mientras la Fiscalía y la autoridad municipal se lavan las manos y dejan al pueblo en estado de indefensión.
El presunto tirador fantasma fue avistado el 5 de diciembre pasado por habitantes de El Naranjal Poniente, quienes solicitaron el apoyo de la autoridad municipal de Felipe Carrillo Puerto para que lo detuvieran al ser acusado de robarse aves de corral y agua.
Reportes de prensa indican que este hombre ha sido identificado como FTH, de 49 años de edad, nativo de Naranjal Poniente, comunidad perteneciente al municipio de Felipe Carrillo Puerto, es el mayor de seis hermanos, quienes perdieron a sus padres desde adolescentes.
Las autoridades, hasta el momento no tienen evidencias de que él haya sido el atacante de Juan Manuel Cruz, por lo que familiares y amigos de la víctima exigen que se investiguen a profundidad los hechos y se detenga al verdadero responsable.
Graciela Machuca
