El nerviosismo de Yensunni Martínez
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
La presidenta municipal de Othón P. Blanco, Yensunni Idalia Martínez Hernández, anda muy nerviosa con el asunto que aún no le cuaja la reelección, pues se le viene una campaña electoral devastadora para su imagen, independiente de quienes sean sus contrincantes por parte del PAN-PRI, MC-PRD, debido a que su gobierno ha sido un caos, además, tiene en su contra la inconformidad ciudadana que generó el gobierno de Otoniel Segovia Martínez, quien estuvo al frente del Ayuntamiento de 2019 al 2021, en sustitución del desaparecido, Hernán Pastrana Pastrana.
Este nerviosismo y falta de control emocional le está provocando que tome medidas inapropiadas para sus pretensiones de repetir como presidenta municipal en la capital del estado de Quintana Roo, una posición política que estratégicamente no le conviene perder a la 4T, aunque sea formalmente, allí están las sedes de los tres poderes del estado.
La presión que tiene es muy fuerte de las cúpulas de MORENA a nivel estatal y federal, porque tiene de aquí a la primera tercera parte de la campaña para garantizar que va a ganar las elecciones del 2 de junio próximo o de lo contrario, podría “enfermarse” y dejar la campaña por motivos de salud, ya que el presidente de la república, aunque permitió que a nivel estatal se decidieran las candidaturas, no está muy contento con esta familia por haber desbancado de la dirigencia estatal de MORENA a los fundadores y quienes desde un inicio han manifestado lealtad a su proyecto político personal.
Este cúmulo de presiones la han llevado a tomar decisiones poco prudentes como la de haber ordenado desalojar a representantes de medios de comunicación del palacio municipal, un espacio público, lo que representan un serio y reprobable agravio a la libertad de expresión.
Yensunni Martínez, quien se ha esforzado mucho en cambiar su imagen física, durante los últimos años, se olvidó que también es muy importante la imagen política y cómo gobernante, porque solo así podrá obtener la reelección.
Sigue confiada en que con el efecto “López Obrador” y las obras del gobierno federal podrá colocarse en el primer lugar y ratificar su triunfo en las urnas, pero hay que recordar que aún faltan tres meses para que se acabe el periodo de campaña y que debe hacer un esfuerzo extraordinario para garantizar el triunfo.
Por lo pronto, ya se confrontó con la prensa de la capital quintanarroense y se ha sumado a la lista de políticos de la 4T que siguen al pie de la letra las lecciones en contra de la libertad de expresión del presidente de México, quien en este momento es cuestionado severamente a nivel nacional e internacional, al afirmar y ratificar por medio de acciones que, su autoridad moral está por encima de la ley en este país.
Desplantes y acciones propias de una gobernante con formación rudimentaria en materia de transparencia, rendición de cuentas y acceso a la información pública gubernamental la ubican como no apta para gobernar la capital de uno de los estados de la Federación, independientemente que el presidente de la república, su guía moral y político, tenga los mismos desplantes.
En Quintana Roo se han asesinado, secuestrado, desaparecido, lesionado, además, de acosado judicialmente y amenazado a personas periodistas; si la presidenta municipal de Chetumal ha decidido prohibir que la prensa haga su trabajo, estaremos retrocediendo muchas décadas en Quintana Roo, incluso a muchas antes, de que dejáramos de ser Territorio.
Graciela Machuca
