Ante la negligencia de la Fiscalía, la violencia en Quintana Roo alcanzó a la niñez; la UNICEF debe intervenir
Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
Las cifras alegres que todas las semanas reporta el fiscal Raciel López Salazar, no tienen nada que ver con la inseguridad en todo el estado de Quintana Roo, donde los delitos comunes van a la alza, a la par que los de la delincuencia organizada; todos los días se tienen nuevas historias de terror de las víctimas de la delincuencia, producto del fracaso de las acciones de la Fiscalía del Estado, pues mientras no se investiguen los delitos, se judicialicen los casos y se abata el rezago, la sociedad quintanarroense seguirá siendo víctima del crimen, el cual siempre se beneficia de la impunidad, producto de la ineficiencia de la Fiscalía.
Todas las semanas la Fiscalía se suma al recuento de acciones que son parte de sus obligaciones, no hay nada extraordinario en ejecutar ordenes de aprehensión, detenciones en flagrancia, abrir carpetas de investigación, eso lo dice la ley, para eso se alquiló López Salazar y para eso trajo a su grupo de colaboradores, para ello le reformaron la ley a su gusto y le entregaron el presupuesto que pidió.
Informar sobre estadísticas, solo es parte de sus obligaciones en materia de transparencia y rendición de cuentas, principios que también abarcan el por qué no avanza en el rezago de carpetas de investigación, debe de informar por qué no ejecuta ordenes de aprehensión que tiene por cientos y muchas están en una lista de privilegiados.
Sus obligaciones en materia de rendición de cuentas y transparencia no terminan en dar números, en utilizar un aparato propagandístico para informar lo poco que hace, y se olvida de informar, lo que no hace y por qué.
De qué sirve dar a conocer cifras de rutina cuando la impunidad lleva a que, por ejemplo, tres delincuentes cometan un robo con violencia en un domicilio de la Región 227, en la calle 106, a la altura de la manzana 127, en Cancún, el destino turístico más famoso de México, donde golpearon a un niño de 11 meses, a la mamá y dos adultos más.
¿Qué explicación le dará el titular de la Fiscalía a esta familia, que fue objeto de un robo en su propio domicilio, luego que los delincuentes se enteraron que habían retirado una cantidad de dinero de una financiera?
A esta familia que perdió todo el dinero de un préstamo, y además, le golpearon un bebé, la podrá convencer Raciel López Salazar, diciéndole que el lunes día 11 de marzo informó, que de las carpetas de investigación abiertas, 989 fueron sin detenidos, 68 con detenidos y 92 en flagrancia del delito.
Será un consuelo para esta familia, qué en la semana del 4 al 10 de marzo, se cumplimentaron 16 órdenes de aprehensión.
Existen miles de delincuentes en las calles y carreteras de Quintana Roo asesinando personas, cometiendo otros delitos como la extorsión, privando de la libertad, robando, cometiendo delitos sexuales y lo hacen, porque la Fiscalía no investiga y no los lleva ante un juez.
La impunidad y la corrupción por acción u omisión de la Fiscalía de Quintana Roo es una de las causas por las que la incidencia delictiva está fuera de control.
La noche del pasado miércoles 13 de marzo, también en Cancún, una niña de al menos cuatro años de edad resultó herida al ser impactada por una bala en la cabeza, luego que delincuentes intentaron dispararle a su padre.
Esta agresión a la niña, identificada con las iniciales Y.R.C. se perpetró alrededor de las 21:00 horas, en el momento que se reportaron disparos de arma de fuego en una vivienda de la colonia La Roca, aledaña al Fraccionamiento Aloja.
La víctima fue internada en el Hospital General Jesús Kumate Rodríguez.
Raciel López Salazar debe llevarle, a los padres y a la niña, su reporte semanal de actividades y esperar que le aplaudan, por ello.
Ante la negligencia de la Fiscalía, la violencia ya alcanzó a la niñez de Quintana Roo, por ello, ha llegado el momento que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), intervenga.
Graciela Machuca
