Verónica Castro: ”Tuve que hacerme un hueco en un paí­s dominado por los hombres»

0

Uno de los iconos mexicanos de la pequeí±a pantalla repasa en una entrevista los mejores momentos de sus 50 aí±os de carrera

ELENA REINA | EL PAíS

Los ojos azules de La Vero asoman por un espeso flequillo peinado a la perfección. Verónica Castro, uno de los rostros más conocidos de la televisión mexicana de las últimas décadas, celebra 50 aí±os de carrera sobre las tablas de un teatro emblemático de la Ciudad de México. Su papel en telenovelas como Los ricos también lloran la catapultó a la fama mundial en los ochenta. Uno de los sí­mbolos de estos dramas a la mexicana reconoce que el género debe transformarse para sobrevivir: ”Ahora las telenovelas serí­an más exitosas en Internet», apunta.

En el teatro San Rafael interpreta a una actriz madura para un musical llamadoAplauso. Pese a la urgencia de tener que subirse al escenario en pocos minutos, Castro habla tranquila. A su alrededor todo son gritos, pruebas de micro, últimos retoques. Ella, que es la protagonista, no mira ni un segundo al reloj. Desde un despacho contiguo su voz suena pausada y grave, como si no tuviera que salir corriendo en poco tiempo, y con el peso de la experiencia asevera: «El teatro es calmado, es verdad. La televisión es otra cosa, mucho más rápida».

La pequeí±a pantalla ya no es lo que era. La época dorada de las telenovelas, con Castro como figura clave, alcanzaba puntos de audiencia inimaginables hoy en dí­a. «Ahora la gente joven no ve casi la televisión, están siempre en la computadora, es ahí­ donde se puede y se debe hacer algo nuevo», explica la actriz y presentadora de uno de los programas con más rating de la historia mexicana, Mala noche no (1980).

A sus 63 aí±os presume de haber entrevistado a las grandes estrellas de la época de los ochenta y los noventa en México. Por sus manos han pasado los grandes, muchos antes de llegar a serlo. Castro reconoce que tuvo mucha libertad para lograrlo. En la parrilla televisiva de la época no habí­a nada por las noches, el director de la principal cadena, Televisa, le dijo un dí­a: «Aviéntate un programa después de Jacobo [Zabludovsky] de media hora». Así­ nació La Vero conductora y su programa Mala noche, no, que fue ampliando su horario según les convení­a.

Una noche de 1988 se les fue de control. Juan Gabriel no paraba de cantar y de hablar y, aunque ya era famoso en la época, el éxito del programa encumbró alDivo de Juárez. La entrevista duró más de ocho horas, tuvieron que cortarlo porque la programación matutina debí­a comenzar. Aunque no todo eran grandes estrellas: «Un dí­a nos acompaí±ó Fecundo Cabral, él estaba muy inquieto, pensó que no iba a funcionar y fue genial. Gracias al programa le salió muchí­simo trabajo en México y siempre me lo agradeció», recuerda.

A sus 63 aí±os presume de haber entrevistado a las grandes estrellas de la época de los ochenta y los noventa en México

Marí­a Félix, una de las figuras más importantes de la época dorada del cine mexicano (entre 1936 y 1959), también se sentó frente a Castro. Se confiesa una gran admiradora de la conocida como La Doí±a, una mujer empoderada en un México machista. «Marí­a tení­a un magnetismo extraí±o, aunque no hiciera nada. Cuando nos dimos la oportunidad de hacer el programa, fue mágico», cuenta la actriz. Inspirada en uno de sus í­dolos, reconoce que en su época las mujeres tampoco lo tení­an fácil y que tuvo que hacerse oí­r. «México sigue siendo un paí­s dominado por los hombres, yo tuve mucha suerte aunque tuve que ganármela para hacerme un hueco en ese ambiente», admite muy seria.

Su papel en las telenovelas como Rosa Salvaje (1987) o Los ricos también lloran(1980) le hizo recorrer medio mundo. Una de las escenas más curiosas que recuerda de aquellas giras de promoción fue en Rusia: «A mi llegada al aeropuerto de Moscú me hicieron asomarme a un balcón donde me esperaban miles de personas que, en lugar de gritar mi nombre, decí­an el de mi personaje: ¡Mariana!. Y lloraban, aunque yo sonriera, ellos no dejaban de llorar. Lloraban por el sufrimiento de Mariana en la serie. No entendí­a nada, ¡me sorprendió muchí­simo!»

México sigue siendo un paí­s dominado por los hombres, yo tuve mucha suerte, aunque he tenido que ganármela

En Italia la actriz que doblaba su voz cobraba más que ella. «Y me llamaba para que hiciera más telenovelas, que querí­a comprarse una casa y un coche. Y a mi ni me alcanzaba», recuerda entre risas. En Espaí±a llegó a presentar un programa similar al que tení­a en México durante 15 dí­as, en la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Por allí­ pasó, entre otros artistas, Lola Flores.

Castro nunca se casó ni quiso hacerlo. Tuvo dos hijos con dos hombres diferentes a los que siempre se les ha conocido por el apellido materno. Uno de ellos es el polémico cantante Cristian Castro y otro es Michel, hijo de un empresario. «No tuve el apoyo de ninguno de los papás pero me esforcé y salí­ adelante. Al inicio con Cristian tuve que empeí±ar mi coche para pagar el hospital», reconoce la actriz.

Desde la puerta se siente la prisa. La menuda actriz se toma su tiempo y admite que va «un poco justa». Aunque su semblante calmado no lo aparente, asegura que está nerviosa. «Es una adrenalina que corre, cada función es diferente». Después de 50 aí±os de carrera, la emoción la encuentra ahora sobre la madera de las tablas.

Graciela Machuca

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *