2012: DEPORTE, ELECCIí“N Y PROFECíA

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Dr. Eduardo Ariel Herrera Avila

El calendario nos marca el inicio de un nuevo periodo de tIempo, que será denominado 2012; mientras trascurren cada uno de los dí­as, se- manas y meses, estaremos viviendo un sinnúmero de actividades que cambiaran el destino de millones de mexicanos. Es un aí±o apocalí­pti- co, según algunas personas; es un aí±o de elecciones federales, según los polí­ticos; es un aí±o de olimpiadas, según los deportistas… En fin, será el aí±o que cada uno de nosotros decida y quiera vivir.
Tengo muy presente las palabras que algunos han tomado como ciertas y que infunden miedo en muchos de sus compaí±eros, ”este aí±o, según los mayas (aunque esta última frase puedo ponerla en duda), se terminará un ciclo de vida»; algunas personas traducen esto como el fin del mundo, como el anuncio del final tan esperado y que acabará con todo lo que se está realizando, reestructurando el orden divino. Como sea, ha generado un temor enorme y una sensación de pérdida que aun no se da, no se que vaya a suceder con el vaticinio de los hermanos Mayas, esos que no se equivocaron (según se muestra en los vestigios), que estuvieron aí±os adelantados en ciencia y tecno- logí­a, que enfrentaron a la naturaleza y salieron airados, que sabí­an manejar las energí­as de la tierra para su beneficio… No se que vaya a suceder, pero me considero un hombre de fe y, para lo que suceda, tendré que estar preparado, si abandono este mundo por el camino de la muerte, al menos quiero irme con la conciencia tranquila y el saber que hice lo que me correspondió. Miedo? No… tal vez un poco de ansiedad porque suceda algo, lo que sea, pero que suceda.
El 2012 nos traerá, de igual forma, las actividades olí­mpicas, esas que cada cuatro aí±os mantiene al mundo entero con los ojos puestos en un paí­s y en los representantes de todos los demás paí­ses… Activi- dades que cada cuatro aí±os ponen a sufrir y gozar a la gente que cree en el esfuerzo y dedicación que entregan cada uno de los deportistas que representan a la nación… Cómo muchos de mis coterráneos, me emocionaré, me desvelaré, me levantaré temprano y estaré pendiente de deportes que jamás en mi vida sigo, pero que como tendrán un re- presentante mexicano serán de mi agrado, al menos durante un mes. Elevaré plegarias pidiendo que gane y emitiré mentadas de madre cuando considere que se pudo ganar y se perdió… Será un mes como muchos, será un mes como pocos… será un mes de un aí±o diferente, de eso estoy seguro. Desde noviembre del 2011 dio inicio el camino para la presidencia de la república, diputaciones federales y senadurí­as. Los diferentes partidos polí­ticos que conforman el padrón adscrito al IFE comenza- ron a mover sus piezas y ”amarraron» negociaciones que les permitie- ran sobrevivir y mantener a los ”vivos» que viven de ellos… Algunos de esos partidos sin propuestas firmes pero con dirigentes más que firmes, otros con propuestas muy solidas, pero con dirigentes que difí­cilmente tienen la calidad moral para confiar en su palabra y por ende soí±ar siquiera con que serán convertidas en realidad dichas pro- puestas… Como sea, desde fines del aí±o pasado comenzó la carrera más importante de cada seis aí±os, un evento digno del ”Iroman», pues cada uno de los suspirantes (que pasarán a ser aspirantes después) tendrá que demostrar que tiene ”aguante» y la preparación suficiente para poder sortear las innumerables pruebas y vallas que le pongan los contrincantes que también quieren acceder al poder.
Comenzará una lucha encarnizada por tratar de vendernos una imagen limpia y honesta de cada uno de esos personajes que, en mu- chas de las ocasiones, llegaron al lugar que ocupan no por su aporte a la comunidad o sociedad, sino por el aporte que dieron a sus antece- sores o a su partido polí­tico. Que quede claro, no estoy diciendo que todos lo que participarán en el proceso electoral fueron o son produc- to de la corrupción desmedida y que no representan una excelente opción para el pueblo, solo quiero mencionar que se debe anteponer el beneficio del pueblo antes que el personal y elegir a la mejor opción por trabajo y no por conveniencias polí­tica… Es decir, que elegir al mejor sea la generalidad y no la excepción.
El 2012, podrá ser lo que cada uno quiera que sea, por mi parte lo disfrutaré como deportista, como polí­tico y como hombre de fe; tra- bajaré por entregar lo mejor de mí­ (por si la profecí­a maya se cumple y no me encuentre desprevenido y poco preparado). Disfrutaré de las olimpiadas como un deportista empedernido y votaré por la mejor opción como un polí­tico comprometido.
Y ustedes, ¿Cómo piensan pasar su 2012? ¡¡¡¡Feliz Aí±o a todos, con sinceridad!!!!

Graciela Machuca

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