Indí­genas y ONG exigen cumplir acuerdos contra violencia femenil

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(apro).- Mujeres indí­genas y activistas chiapanecas pidieron a los gobiernos federal y estatal cumplir urgentemente con la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) para poner fin así­ a las constantes violaciones a sus derechos humanos.

Esta condición de vulnerabilidad, dijeron, se agrava por el contexto de la guerra contra el crimen organizado y la ineficacia de los marcos jurí­dicos para garantizar seguridad y justicia para este sector.

El Grupo de Mujeres de San Cristóbal (Colem) y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (Cdmch) denunciaron que el Estado mexicano no ha adoptado medidas pertinentes para modificar patrones sociales y culturales que contienen y reproducen generacionalmente la discriminación hacia las mujeres.

En un ”informe sombra» elaborado para la sesión del Comité de Expertas de la CEDAW, celebrada el pasado 17 de julio en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, hacen referencia a una serie de causas —vinculadas al género y al origen étnico y social de las mujeres— que limitan su acceso a la justicia y el ejercicio de sus derechos
Entre estas causas, seí±alan en el informe ”La situación de discriminación y no acceso a la justicia para las mujeres en Chiapas», está el problema de la pobreza y la falta de autonomí­a económica que imponen barreras materiales para llegar de sus comunidades hasta las instancias de justicia, pagar un defensor legal, y cubrir gastos vinculados a los casos.

El informe documenta dos casos: El primero tiene que ver con la violencia de género y feminicidio y el segundo, con la falta de acceso a la tierra por parte de las mujeres indí­genas y rurales.

”Las instancias de procuración y administración de justicia en Chiapas no cuentan con equipos multidisciplinarios para investigar los feminicidios; no existen protocolos de actuación acordes a los estándares internacionales, ni bases de datos con información precisa sobre las mujeres muertas o desaparecidas», seí±alan.

En lo referente al derecho de las mujeres a la tierra, las leyes en materia agraria no lo niegan; sin embargo, el gobierno mexicano ha permitido a las instituciones y autoridades ejidales o comunales que ejecuten los programas de reparto, titulación y certificación de acuerdo con reglamentos que excluyen a las mujeres de este derecho.

Explican en el informe que la falta de justicia para las mujeres en Chiapas se relaciona también al contexto de inseguridad e impunidad que propicia la reproducción de la violencia e inhibe a éstas en la búsqueda de justicia. Después del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Estado mexicano implementó una polí­tica contrainsurgente, que favoreció la militarización, el aumento de paramilitares y grupos de choque.

Así­, seí±alan que muchas mujeres han declarado sentirse acosadas y hostigadas por los militares. Incluso se han registrado casos de violación sexual y privación de la vida por parte de militares o paramilitares, como es el caso de las ”Hermanas Tzeltales» (1994), que fueron golpeadas, torturadas y violadas por militares; y la masacre de Acteal (1997), en la que paramilitares violaron y privaron de la vida a 45 personas, mujeres y nií±as en su mayorí­a.

Este informe documenta también cómo los gobiernos federal y estatal exponen a las mujeres a violaciones de sus derechos humanos al impulsar polí­ticas neoliberales que provocan mayor pobreza y marginación, y que no están encaminadas a transformar las relaciones de dominación-subordinación entre hombres y mujeres que existen en la sociedad.

En este contexto, demandan que el gobierno de México, cumpla con las recomendaciones que el Comité de la CEDAW ha hecho; y en el caso especí­fico de Chiapas, procure la erradicación de la pobreza, la marginación y la discriminación estructural de las mujeres; renunciar a polí­ticas económicas que las colocan en situación de vulnerabilidad y atender urgentemente los efectos negativos de las polí­ticas neoliberales en las mujeres y sus familias.

Piden también la salida del Ejército del territorio de Chiapas y la sustitución de la estrategia militarizada en contra del tráfico de drogas.

Graciela Machuca

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