El Mega Mall chino en Puerto Morelos, ¿para beneficio de quién?

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de Usuario Simulado Cancún, el El Domingo, 28 de octubre de 2012 a la(s) 15:46 ·

Bettina Cetto*

Muy lejos estamos de contar con polí­ticas públicas que promuevan el fortalecimiento de nuestro mercado interno, de invertir en serio en la investigación cientí­fica, y en nuestro desarrollo tecnológico. Por el contrario, estamos ante la posibilidad de que una catarata de productos del paí­s de la muralla termine por arrasar con buena parte de la industria nacional (más bien, de lo que de ella queda).

Como usted sabe, el mega centro de venta al mayoreo de productos chinos que pretende instalarse en el municipio de Benito Juárez aspira a replicar y ser todaví­a mayor en tamaí±o al instalado en Dubai.

La idea es instalar una pequeí±a ciudad china en nuestro paí­s, concretamente en el predio conocido como El Tucán, en el kilómetro 131 de la autopista a Playa del Carmen, con viviendas para tres mil empleados del paí­s oriental; con espacios mercantiles para dos mil 500 empresas chinas con catálogos de venta al mayoreo;  y con una ampliación de la terminal marí­tima para permitir el ingreso de miles de toneladas de mercancí­as. Ya no serí­a necesario, pues, que los importadores se trasladasen a China para comprar.

La posibilidad del «Dragon Mart» en México ha enfrentado la resistencia de  la ciudadaní­a organizada en el grupo «Voces Unidas de Puerto Morelos», integrado por ambientalistas, investigadores y empresarios, quienes hasta hoy no han logrado ser escuchados por el Gobierno federal, por más que enarbolan la ita es bandera de la destrucción ambiental en zonas protegidas. Se habla, por ejemplo, de desmontar 500 hectáreas de selva alta que tienen especies protegidas.

En el proyecto estuvo originalmente el empresario mexicano-chino Zhen Li Ye Gon, actualmente procesado en Estados Unidos por fabricación de drogas sintéticas. Actualmente, quien da la cara, pese a la nebulosidad con que se maneja el proyecto, es la empresa Real Estate Dragon Mart Cancún, según ello con un 60 por ciento de capital mexicano y el resto propiedad de la empresa china Chinamex. De acuerdo a ésta, en la fase previa a la elección de Puerto Morelos, Quintana Roo, varios gobiernos estatales y locales les ofrecieron todas las facilidades, empezando por la expedición de licencias y continuando con la exención de impuestos locales. Se barajó la posibilidad de las ciudades de San Luis Potosí­, Mérida y Guadalajara.

Planteado el escenario para inaugurar el mega mall en noviembre próximo, la resistencia logró una tregua al solicitar el gobierno de Quintana Roo a la Universidad del Caribe un estudio sobre la viabilidad económica del proyecto y su impacto en la economí­a mundial. Sin embargo, hasta donde tenemos información,  no será la Unicaribe quien se encargue de realizar ese estudio a modo, sino el Tecnológico de Monterrey.

En el aire hay muchas dudas: ¿Cuál será el estatus de los cinco mil chinos que lleguen al paí­s a atender los pabellones? ¿Se permitirá, como plantean los chinos, que la comunidad se rija por sus propias reglas y sus propias autoridades? ¿Se pasará por alto la depredación ecológica? ¿Habrá una nueva modificación de aranceles para permitir la avalancha? Por lo pronto, la balanza comercial entre China y México que plantea un déficit de 30 mil millones de dólares, se detonarí­a al infinito.

El enemigo en casa.

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*Bettina Cetto

M.A. Graduate Faculty of Political and Social Sciences, New School for Social Research, N.Y.

Economics Department

Graciela Machuca

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