Lanzan a judiciales contra el periodista Martín Morita
periodistasquintanaroo
Javier Chavez
Una columna de mi amigo Martín Morita Cansino en defensa de un amigo común y compaí±ero de oficio: Sergio Caballero Alonzo, habría provocado una reacción visceral de Carlos Canabal Ruiz, ex alcalde perredista de Cancún y dueí±o de un diario con permanente dolor en rodillas y mandíbulas, como es La Verdad de Quintana Roo.
El hecho concreto: en las primeras horas de este miércoles Martín Morita fue interceptado cerca de su casa de San Cristóbal de las Casas (Chiapas) por cuatro judiciales que iban a bordo de un Ford Ikon blanco, con placas de Quintana Roo.
Lo subieron al vehículo y sin más fueron al grano, ya que no se identificaron y no mostraron documento alguno:
”Tienes una orden de arresto por daí±o moral. Te vamos a llevar a Quintana Roo para que respondas a lo que publicaste por el seí±or Carlos Canabal», le soltaron los judiciales.
”Ya tenemos el visto bueno de don Manuel Velasco Coello y de don Raciel (supongo que es Raicel López Salazar, el Procurador de Chiapas)».
Prosigue Martín Morita, quien fue corresponsal de Proceso y Reforma:
”Me llevaron a una oficina alterna de la PGJE de los altos de Chiapas, a donde llevan a la escoria, porque la conozco, ahí he estado varias veces no en mi calidad de «detenido, sino chamba de reportero que soy».
Aclara que ”no hubo maltrato físico ni sicológico hacia mí», pero me dieron baje con 10 mil pesos».
Lo grave de este suceso es que habrían participado dos policías judiciales de Quintana Roo, supongo que sin que estuviese enterado el Procurador de Justicia del Estado, Gaspar Armando García Torres, ya que no lo creo capaz de este tipo de marranadas.
Lo cierto es que Carlos Canabal Ruiz habría maniobrado para darle un escarmiento a Martín Morita, aprovechando sus contactos que tiene en Chiapas.
Martín Morita ya comenzó a atar cabos, y todos los caminos conducen al seí±or Carlos Canabal y a mandos policiacos de Quintana Roo y a muy buenos contactos en Chiapas.
Quien haya participado en esta maniobra perversa no tiene ni la menor idea de los demonios que puede liberar.
Por lo pronto, mantengo comunicación permanente con mi amigo Martín Morita, quien ha recibido muestras de respaldo de amigos del gremio periodístico.