Corrupción generalizada en Cancún y Quintana Roo

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Calos Mota

Milenio.com

Se empiezan a sumar llamados de urgencia para que alguna autoridad resuelva el grave problema de corrupción que vive la ciudad de Cancún y el estado de Quintana Roo. Se habla de todo: sobornos descomunales para obtener permisos de construcción; violaciones flagrantes a los manglares; negocios sucios que provienen de la época del ex gobernador Félix González Canto.

Entre las empresas más corruptoras en la entidad se empieza a citar con insistencia a las espaí±olas, que han construido hoteles a diestra y siniestra en los últimos aí±os. Se habla de una cuota de millón de dólares por cada cinco pisos construidos fuera de norma. El dinero serí­a repartido a polí­ticos del más alto nivel. Se habla de una severa violación al estado de derecho y de que Cancún se acapulquiza velozmente.

La empresa espaí±ola Riu Hotel & Resorts tiene cuatro unidades en esa zona: el Riu Cancún, el Riu Caribe, el Palace Las Américas y el Palace Pení­nsula. Todos tienen varios pisos de construcción y alguno fue remodelado en meses recientes. A su vez, la empresa Barceló tiene cinco hoteles en la Riviera Maya: el Palace Deluxe, el Beach, el Caribe, el Colonial y el Tropical; más dos en Cancún: el Barceló Costa Cancún y el Tucancun Beach. Difí­cil hacer una acusación directa a una o varias empresas. Pero han prosperado, no hay duda.

En el reciente índice de Competitividad Estatal 2012, que publica el Instituto Mexicano para la Competitividad, se puede leer que Quintana Roo empeoró diez lugares entre 2008 y 2010 en la categorí­a ”sistema polí­tico estable y funcional», y que cayó 26 lugares en materia de ”economí­a y finanzas públicas». También ha habido una caí­da importante en materia de ”sistema de derecho confiable y objetivo».

Quizá no es mala idea que la secretaria Claudia Ruiz Massieu eche un vistazo a esta situación en Quintana Roo, para validar hechos, documentar sucesos clave y limpiar la casa. Nada daí±arí­a más a México en materia turí­stica que un episodio grave que pudiera aparecer en el futuro como consecuencia de un sistema enfermo, con cómplices y contubernio por todos lados. No le vaya a pasar a Cancún lo que le ocurrió a Las Vegas durante 15 aí±os en la posguerra. Por el bien de todos.

Graciela Machuca

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