Contaminación ambiental causa cáncer, confirma la OMS

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Londres. En una confirmación de lo que muchos suponí­an, se llegó a la conclusión cientí­fica de que la contaminación ambiental causa cáncer pulmonar.

La Agencia Internacional de Investigación Oncológica (IARC por sus siglas en inglés) declaró el jueves que la contaminación aérea es un carcinógeno junto con peligros conocidos como asbesto, tabaco y radiación ultravioleta. A esa conclusión se llegó después de la consulta de un panel experto organizado por la Organización Mundial de la Salud, con sede en Lyon, Francia.

”Consideramos que este es el carcinógeno ambiental más importante, más que el tabaquismo pasivo», afirmó Kurt Straif, titular del departamento de la IARC que evalúa las sustancias causantes de cáncer.

La IARC ya habí­a considerado como carcinógenos algunos de los componentes de la contaminación ambiental como las emanaciones del diésel, pero esta esta es la primera vez que considera la contaminación ambiental en general como causante de cáncer.

El riesgo al individuo es escaso, pero Straif dijo que las principales causas de la contaminación son numerosas, incluso el transporte, las plantas de energí­a y las emisiones industriales y agrí­colas.

La contaminación ambiental es una mezcla compleja que incluye gases y partí­culas, y la IARC dijo que uno de sus principales riesgos son las pequeí±as partí­culas que pueden depositarse en los pulmones.

”Esto es difí­cil de evitar», dijo, y seí±aló las nubes oscuras de fábricas cercanas a su oficina en Lyon. ”Cuando camino por una calle con fuerte contaminación de emanaciones de diésel, trato de alejarme», dijo. ”Eso es algo que uno puede hacer».

El hecho de que casi todo ser humano esté expuesto a la contaminación ambiental podrí­a hacer que los gobiernos y otras agencias adoptaran controles más estrictos sobre las emanaciones. Straif seí±aló que la OMS y la Comisión Europea revisan sus lí­mites recomendados para la contaminación aérea.

Hasta ahora, se consideraba que la contaminación aumentaba las probabilidades de enfermedades cardí­acas y respiratorias.

La clasificación del panel de expertos se efectuó después que los cientí­ficos analizaron más de mil estudios en el mundo y llegaron a la conclusión de que habí­a evidencias suficientes de que la exposición a la contaminación ambiental en espacios abiertos causa cáncer pulmonar.

En el 2010, la IARC dijo que se registraban más de 220 mil muertes por ese cáncer asociado a la contaminación ambiental. La agencia también notó un ví­nculo con un riesgo ligeramente mayor de cáncer vesicular.

Straif seí±aló que habí­a notables diferencias en la calidad del aire en distintas ciudades del mundo y que las metrópolis más contaminadas estaban en China e India, donde mucha gente usa máscaras protectoras en la calle.

”Esto es algo que tienen que atender los gobiernos y las agencias ambientales», afirmó Straif. ”La gente por cierto puede contribuir haciendo cosas como no conducir un automóvil grande de diésel, pero esto requiere polí­ticas mucho más amplias de las autoridades nacionales e internacionales».

Otros expertos enfatizaron que el riesgo de cáncer de la contaminación para el común de las personas era muy escaso, pero virtualmente inevitable.

”Uno puede escoger no beber ni fumar, pero no puede controlar si va a estar expuesto o no a la contaminación ambiental», opinó Francesca Dominici, profesora de bioestadí­stica en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. ”Uno no puede decidir no respirar», agregó. Dominici no participó en el panel de la IARC.

El riesgo de cáncer de una persona depende de numerosas variables, incluso la genética, la exposición a sustancias peligrosas y opciones sobre estilos de vida relacionados con cuestiones con consumo de alcohol, tabaquismo y ejercitación.

Dominici dijo que los cientí­ficos todaví­a tratan de calcular qué proporción de contaminación es la más letal y propuso un enfoque más preciso.

”El nivel de contaminación ambiental en Estados Unidos es mucho, mucho menor que el que solí­a ser, pero todaví­a hallamos evidencias de cáncer y defectos de nacimiento», advirtió. ”La cuestión es ¿cómo vamos a limpiar todaví­a más el aire?»

Graciela Machuca

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