Chetumal Ruinas, esperanza económica para ejidatarios

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Claudia Martí­n/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Desde hace tres aí±os, aproximadamente, un grupo de ejidatarios, habitantes y arqueólogos del Instituto Nacional de Antropologí­a e Historia (INAH), trabajan en Noh Kah (Gran Ciudad), un antiguo núcleo urbano de más de 34 hectáreas, con al menos seis grupos arquitectónicos.

Luis Bautista Gómez, pionero de la comunidad de Rovirosa, explica que desde que llegó a vivir en dicha zona, hace 40 aí±os, sabe de la existencia de las ruinas, pero fue cuatro aí±os atrás cuando, con un grupo de personas decidió limpiar el área y así­ fueron saliendo a la luz algunos vestigios arqueológicos.

Esperanza turí­stica
A pesar de que el sitio no está abierto al público, el interés de los lugareí±os por conocer el lugar y hacerlo público ha motivado la visita de grupos estudiantiles y turistas de Suiza, Holanda, Corea y Estados Unidos, situación que ha desencadenado un mayor interés por descubrir todos los vestigios, pinturas rupestres que lo espeso de la selva aún cubre de este importante sitio arqueológico.

”Hicimos tres cabaí±as. (…) La intención es poder hacer otras dos para que podamos dar hospedaje aquí­ en la zona. Los jóvenes que han venido a conocer Noh Kah, no logran ver todo en un dí­a, pero tampoco pueden quedarse porque no hay dónde. También logramos instalar una torre que funciona como un mirador en el que se pueden observar a distancia los montí­culos donde los árboles guardan lo que es la Gran Ciudad, pretendemos hacer otra con el doble de alto, e incluso, hay la intención de poder una tirolesa, pero aún estamos afinando ese detalle», dijo.

Un nuevo punto arqueológico
El nombre del lugar fue asignado por los mismos habitantes de la comunidad tras un consenso y aprobación en asamblea ejidal y fue aprobado por el INAH hace dos aí±os.

De acuerdo con los registros del INAH en la entidad, en el sitio se puede encontrar ”El Paredón», un muro revestido con piedras cuadrangulares de las que penden largas lianas. El arqueólogo Javier López Camacho, quien realizó la prospección, notificó que se trata de una construcción de más de mil 500 aí±os, en el periodo Clásico Temprano, entre 250 y 600 después de Cristo.

Graciela Machuca

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