Se estabiliza la población de manatí­es

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T. Pérez/I. Chan/SIPSE
CANCíšN, Q. Roo.- Desde hace más de 40 aí±os no habí­a presencia de un manatí­ muy cerca de Holbox, sin embargo, a partir de los estudios realizados por la Universidad Autónoma de México (UNAM) y El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) fue posible saber que debido a las estrategias de conservación implementadas en el Caribe para esta especie catalogada en peligro de extinción, poco a poco se acercan y se define como una población estable, a pesar de que hay cuatro sitios con mayor amenaza, en los que han detectado la presencia de metales en sus cadáveres.

Cuentan con registro nacional de parámetros sanguí­neos
De acuerdo con Marco Antonio Bení­tez Garcí­a, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, actualmente en México se tiene por primera vez un registro nacional de parámetros sanguí­neos de esta especie, lo que permitió conocer que en Quintana Roo hay una población que oscila entre 200 y 250 manatí­es.

Para Benjamí­n Morales Vela, investigador responsable del proyecto manatí­ en Ecosur y presidente del grupo especialista en Sirenias (manatí­es) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través del estudio realizado recientemente, es sabido que la cantidad que habita en el Estado es sana y que al mismo tiempo es la misma que transita a Belice.

Actualmente la región Alvarado-Quintana Roo ocupa el segundo lugar en nivel de importancia por número de población, después del complejo Tabasco-Chiapas-Campeche, en donde hay más de 300.

La contaminación mata a los manatí­es
Las más recientes investigaciones que realizan giran en torno a la detección de metales en los huesos de manatí­es muertos, y a la fechan han encontrado 14 tipos como consecuencia de la contaminación de las aguas en las que se mueven.

Colaboradores de Ecosur revelan que la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente (Profepa) los bloquea de manera injustificada para participar en las evaluaciones de los que mueren y les niegan la oportunidad de tener un depósito permanente de los restos óseos en la colección cientí­fica, que servirí­a como apoyo a investigaciones posteriores, como es el caso del estudio de metales en hueso de los mamí­feros.

Holbox, Playa del Carmen y Tulum, zonas de riesgo
”Me bloquean a mí­, que soy experto nacional y presidente del grupo Sirenia de la UICN», describió.
Hasta el momento las zonas en donde esta especie es más vulnerable a sufrir daí±os son Holbox, por pesca no responsable; en cenotes entre Playa del Carmen y Tulum, por desarrollo turí­stico; Bahí­a de Chetumal, por contaminación y falta de administración del Santuario; y en todos estos sitios se han registrado por lo menos dos muertes al aí±o.

Morales Vela aí±ade que hay otras amenazas no evaluadas asociadas a contaminantes y enfermedades: ambas requieren de investigación formal.

No existen recursos para proteger la especie
A pesar de ser una especie que corre el riesgo de desaparecer, no hay un recurso económico especí­fico para su conservación. El investigador especializado en manatí­es, explicó que ellos tienen que someter proyectos a concursos para tener acceso a fondos de competencia mundial, pero no siempre resultan beneficiados, lo que impide que haya un monitoreo permanente.

Benjamí­n Morales considera que hace falta precisamente mayor financiamiento para investigación; coordinación entre instituciones federales, estatales y las de Belice; fortalecimiento administrativo-operativo y fondos para el Santuario.

íreas Naturales Protegidas en México que conservan manatí­es:

Laguna de Términos, Campeche.
Laguna de Catazajá, Chiapas.
Sian Ka’an, Quintana Roo.
írea de Protección de Flora y Fauna Yum Balam, Quintana Roo.
Pantanos de Centla, Tabasco.
Lagunas de las Ilusiones, Tabasco.
Laguna Madre y Delta del Rí­o Bravo, Tamaulipas.
Laguna la Vega Escondida, Tamaulipas.
Reserva Especial de la Biósfera Rí­a Lagartos, Yucatán.
Reserva de la Biósfera Rí­a Celestún, Yucatán.

Graciela Machuca

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