La clave del colapso maya está en el Agujero Azul de Belice
Con información de CNN y LiveScience
Según una nueva investigación arqueológica, el famoso «Blue Hole» o Agujero Azul de Belice, una cueva submarina catalogada como una maravilla del mundo, demuestra que la sequía fue la causa que llevó al colapso a la civilización maya.
El científico Rice Andre Droxler sostiene esta teoría, según la cual el declive de la cultura maya coincide con una sequía que duró un siglo, aproximadamente entre los aí±os 800 a 900 después de Cristo.
El Agujero Azul de Belice ha sido catalogado por el Discovery Channel como uno de los 10 lugares más increíbles de la Tierra. (Foto: The Yucatan Times)
El equipo de Droxler ha realizado perforaciones submarinas en el Agujero Azul y una laguna cercana. Los depósitos de minerales en esos lugares, sobre todo de aluminio y titanio, demostrarían que la región se vio dramáticamente afectada por la falta de lluvias, lo cual contribuyó al desmoronamiento de las bases de la sociedad maya.
«Cuando tienes grandes sequías, comienzan las hambrunas y los disturbios», dijo Droxler a CNN.
Aquí se puede apreciar la cueva conocida como El Agujero Azul, en las costas del mar Caribe. (Foto: NASA)
La civilización maya, que destaca por sus avances en la astronomía, la arquitectura y la agricultura dominó la península de Yucatán en la primera mitad del primer milenio de nuestra era, pero allá por el aí±o 900, la mayoría de las ciudades de la civilización fueron abandonadas en un fenómeno que los arqueólogos han denominado «el colapso maya».
La pregunta de por qué ocurrió este colapso ha desvelado a los estudiosos de la civilización maya durante décadas.
Vista aérea del Agujero Azul. (Foto: ambergristoday.com)
La teoría de la sequía no es nueva, pero los resultados de Droxler y sus colegas refuerzan otros estudios.
«El principal hallazgo fue que una prolongada sequía contribuyó al hundimiento de la civilización maya clásica», el arqueólogo ambiental Douglas Kennett dijo a LiveScience hace dos aí±os.
Droxler y sus colegas publicaron sus hallazgos en Scientific Reports.